Bodhgaya, Bihar, India - Esta mañana, Su Santidad el Dalái Lama regresó al campo de Kalachakra para una segunda ronda de enseñanzas. El recinto, lleno hasta la bandera, estaba abarrotado por 50.000 personas, mientras que otras 15.000 se encontraban en el exterior siguiendo las enseñanzas a través de grandes pantallas. De estas 65.000 personas, 3.000 eran extranjeros procedentes de 80 países.
Tras saludar a la multitud y a los lamas de alto rango, Su Santidad tomó asiento en el trono. Un grupo de niños, alumnos de la escuela del Instituto Raíz, se sentaron ante él y recitaron con fervor el Sutra del Corazón en sánscrito. Mientras tanto, el Ratö Khensur (ex abad), Nicholas Vreeland, entregó a Su Santidad el primer ejemplar de un libro recién publicado que contiene la biografía espiritual de Su Santidad compuesta por el difunto Ratö Khyongla Rinpoché.
A continuación, ocho representantes —cinco de Japón y uno de Austria, Israel y EE.UU.— del proyecto «Llama de esperanza» entregaron a Su Santidad un farol cuya llama había sido encendida a partir de la llama de la paz de Hiroshima. «Llama de esperanza» desea cambiar el mundo encendiendo la chispa de la esperanza de paz en los corazones de los niños. Trabajando mano a mano con líderes espirituales y otras personas interesadas, «Llama de esperanza» pretende difundir este deseo por todo el mundo. Su lema es «Una Tierra, Una Oración, Una Llama».
Una vez que el té y el pan hubieron sido distribuidos, bendecidos al ser ofrecidos a las Tres Joyas, y disfrutados, Su Santidad tomó la palabra:
«Hoy tenemos una segunda oportunidad de celebrar un discurso en este lugar sagrado, lo cual es una gran suerte. Buda Shakyamuni vino, recorrió esta tierra y alcanzó aquí la iluminación.
»Me han dado esta llama de Hiroshima, que fue el primer lugar sobre el que se lanzó una bomba atómica y en el que perecieron muchísimas personas. He estado allí, he oído hablar de los que murieron y he conocido a supervivientes cuya salud era frágil. Al pensar en todos ellos me sentí inmensamente triste. Pensé en lo bueno que sería que el mundo se librase de las armas nucleares, que es algo por lo que he rezado profundamente.
»Incluso ahora la guerra continúa y las armas son utilizadas por un bando contra otros. Aunque no se han empleado armas nucleares desde el bombardeo de Japón, demasiados países desean poseerlas. Hoy, en este lugar sagrado de Vajra-asana, tenemos aquí una llama de esperanza y la oportunidad de rezar por una paz duradera en el mundo.
»Puede que no exista un peligro inmediato de que estalle una guerra más amplia, pero todos nos enfrentamos a la amenaza de la pandemia del Covid. Se trata de un riesgo grave y todos deberíamos rezar para que la pandemia remita. Como seres humanos, todos estamos sujetos a los sufrimientos del nacimiento, el envejecimiento, la enfermedad y la muerte. Recemos juntos para que, en lo que respecta a la pandemia, pronto encontremos alivio».
Su Santidad dirigió a la congregación en la recitación conjunta de los mantras de Avalokiteshvara y Arya Tara durante varios minutos. Comentó que tener la oportunidad de reunir méritos y purificar la negatividad por segundo día, al estar en un lugar tan sagrado, marca la diferencia. Practicar aquí con una motivación positiva evoca las bendiciones del Buda y de otros grandes maestros que han practicado aquí en el pasado.
«Por eso les recuerdo que encuentren tiempo para cultivar la bodichita y la comprensión de la vacuidad mientras estén aquí. Y si pueden seguir cultivando estas cualidades mediante la calma mental y la meditación analítica en su vida cotidiana, al cabo de algún tiempo notarán que se van produciendo cambios en su mente. Puede que aún no tenga experiencia de estas cualidades, pero si centran su mente en ellas, llegará.
»Todos los defectos que llevamos dentro surgen porque nos aferramos a la existencia inherente de las personas y las cosas. Podemos reducir este concepto erróneo meditando en la vacuidad y combinando esa meditación con la mente que aspira al despertar o bodichita. Si hacen esto, sentirán algún efecto. Esto es justo lo que han hecho los Budas del pasado.
»Aunque el Tíbet y sus regiones circundantes están bajo el cuidado de Avalokiteshvara, donde yo nací, en Amdo, no tenía ningún modelo a seguir. Tras llegar al Tíbet Central, empecé a estudiar los libros filosóficos clásicos con mis dos tutores, Kyabjé Ling Rinpoché en particular. Después, en el exilio, tuve la oportunidad de conocer mejor la práctica de la bodichita, por lo que tengo experiencia personal del cambio que puede producir. Si meditan sobre la bodichita y la vacuidad se estarán ayudando a ustedes mismos y a los demás en esta vida y en las futuras.
»Estudien, reflexionen y mediten sobre lo que han comprendido. Si practican de este modo, durante días, meses y años, verán cómo se produce un cambio en su mente. Esto es lo que quería decirles».
Su Santidad reanudó su lectura del Comentario a la mente de la iluminación de Nagaryuna con la estrofa número 57, que nos dice que al igual que la dulzura es la naturaleza de la melaza y el calor es la naturaleza del fuego, la naturaleza de todos los fenómenos es la vacuidad. Señaló que todos tenemos la naturaleza de Buda. Somos seres humanos que nos hemos encontrado con las enseñanzas del Buda y tenemos la oportunidad y los recursos para domar nuestra mente ampliando nuestra comprensión.
A continuación, Su Santidad observó que hablar de vacuidad no es propugnar el nihilismo ni el eternalismo. Afirmó además que cuando se explica la verdad última no se refuta lo convencional, no se puede encontrar una verdad última que sea independiente de lo convencional.
Su Santidad mencionó que la tradición budista conlleva escrituras y comprensión y se mantiene viva a través del estudio y la práctica, lo que implica los tres entrenamientos superiores en ética, concentración y sabiduría. Además de las afirmaciones filosóficas, la comprensión también requiere un conocimiento del funcionamiento de la mente. Mediante el reconocimiento diario de las mentes de apariencia blanquecina, aumento rojizo e inminencia oscura, así como de las tres vacuidades que presagian la mente sutil de luz clara y la conciencia de la luz clara de la muerte, esperamos alcanzar en última instancia el estado de «vacuidad total» que da lugar al cuerpo ilusorio.
Su Santidad concluyó: «Todo sufrimiento procede de la ignorancia; eso es lo que hay que eliminar. Y podemos hacerlo llegando a comprender el surgimiento dependiente, el rey de los razonamientos. Esto es lo que quería decir».
Al abandonar el escenario, Su Santidad saludó a varios lamas ancianos a la manera tradicional tibetana de tocarse mutuamente las frentes. A los jóvenes tulkus los reconoció con una palmada en la cabeza. Sonriendo ampliamente, saludó a la multitud y luego regresó a su monasterio en carro de golf.
Tras el almuerzo, el Ministro Principal de Bihar, el Honorable Nitish Kumar, visitó a Su Santidad y ambos conversaron sobre la importancia de la antigua sabiduría india y el valor de la cultura.