Thekchen Chöling, Dharamsala, HP, India - Una vez que Su Santidad el Dalái Lama tomó asiento esta mañana, fue bienvenido a la conversación virtual de hoy por el Dr. Anupam Sibal, Presidente de la Asociación Mundial de Médicos de Origen Indio (GAPIO) y por el Dr. Akshay Anand, Profesor, PGIMER, Chandigarh, en representación de la Asociación de Yoga de la India. El Dr. Sibal sugirió que debido al estrés de la actual pandemia, el personal médico necesita compasión. El Dr. Anand añadió que muchas personas que trabajan en el campo de la medicina en todo el mundo se unirían a la sesión.
«Gracias —respondió Su Santidad—, Es un gran honor para mí también mantener conversaciones con eruditos y profesionales como ustedes. Aprendo mucho de estos intercambios. Un renombrado erudito tibetano observó una vez que hasta que alcancemos la Budeidad, cada uno de nosotros es un estudiante listo para aprender algo nuevo.
»Ahora, en lo que respecta a la salud, se refiere no sólo a nuestros cuerpos, sino también a nuestras mentes y emociones. La práctica de la compasión y el altruismo nos trae paz mental. Incluso si nos enfrentamos a problemas o alguien critica algo que hemos dicho o hecho, la compasión nos permite sentirnos agradecidos. La compasión es el mejor medio para contrarrestar la ira, la ansiedad y las demás emociones nocivas.
»A nivel físico, la práctica del yoga y los ejercicios de respiración pueden calmar nuestro ritmo cardíaco. Hay prácticas sencillas como la respiración de nueve rondas, que yo hago, y que tienen un efecto calmante. Estas prácticas están descritas en los textos espirituales indios, pero podemos aplicarlas de forma objetiva y secular para aliviar la ansiedad y mejorar nuestra salud física.
»En las últimas décadas, he tenido una serie de conversaciones con científicos, en su mayoría de Occidente. Se preocupan en gran medida por el estudio de lo material, pero cada vez aprecian más los antiguos conocimientos indios sobre el funcionamiento de la mente y las emociones. Hasta finales del siglo XX, los científicos se centraron en el cerebro sin pensar apenas en la mente y en nuestro mundo interior. Con el descubrimiento de la neuroplasticidad, esto ha empezado a cambiar.
«En el pasado, hemos aprendido a observar la higiene física para proteger nuestra salud física. Lo que estamos aprendiendo hoy es que para preservar nuestra paz mental, necesitamos adoptar los principios de la higiene emocional. Por eso creo que hay beneficios en la combinación de la educación moderna con el antiguo conocimiento indio».
Su Santidad señaló que todo el mundo quiere vivir una vida feliz en un mundo pacífico, pero, al mismo tiempo, nos enfrentamos a muchos problemas que son nuestra propia creación. Reducirlos depende de nosotros. Lo que es importante, enfatizó, es la educación, especialmente sobre cómo cultivar la paz mental.
«En este país, tenemos las antiguas tradiciones de 'ahimsa' y 'karuna' —la no violencia y la compasión— que han surgido de las prácticas para desarrollar una mente en calma, concentrada y con sabiduría. Las enseñanzas de los antiguos conocimientos indios sobre cómo afrontar nuestras emociones destructivas pueden ser muy útiles.
»En el siglo XX, Mahatma Gandhi promovió la práctica de la no violencia como parte de una lucha política. Impresionó e iinfluyó a muchas figuras posteriores a él, como el arzobispo Desmond Tutu, Nelson Mandela y Martin Luther King. Otro aspecto de esta tradición es que cultivar la 'karuna' o compasión es la forma de desarrollar la paz mental, no necesariamente como un objetivo espiritual, sino como parte de un entrenamiento secular de la mente. A veces me pregunto si Mahatma Gandhi no podría haber prestado un poco más de atención a esto y al desarrollo de una educación más completa».
Su Santidad comentó que el físico nuclear indio Raja Ramanna le había indicado una vez que la física cuántica era algo nuevo para Occidente. Sin embargo, el pensamiento que había detrás de ello se correspondía estrechamente con lo que Nagaryuna había escrito hace siglos. Nagaryuna fue un pionero de la Tradición de Nalanda que se caracteriza por una escrupulosa investigación basada en la lógica.
«El cultivo de la paz mental debe formar parte de nuestro enfoque de la salud. Los médicos y las enfermeras también lo necesitan. Es importante que el paciente esté tranquilo. Cada vez que voy a un chequeo médico, he notado que me siento mucho más cómodo si los médicos y enfermeras que me atienden me tratan con un cálido sentimiento de compañerismo y una sonrisa».
Su Santidad invitó a los miembros de la audiencia a hacerle preguntas y la primera —formulada por la Premio Novel Dra. Elizabeth Blackburn— fue sobre cómo ayudar a los que han perdido la esperanza.
«Creo que si tenemos deseos exagerados y una visión a corto plazo —respondió—, podemos perder la esperanza. Sin embargo, nuestra mente humana nos permite tener una visión más holística de lo que nos está pasando. En un contexto cósmico más amplio, sabemos que galaxias enteras acaban desapareciendo. Como seres humanos nos enfrentaremos a dificultades en nuestras vidas, pero podemos utilizar nuestra inteligencia para encontrar formas de superar los problemas que se nos presentan.
«Si te centras en el problema tal y como lo ves, puedes perder la esperanza, pero si lo miras desde una perspectiva más amplia, es más fácil ser más positivo. En mi propia vida, la situación en el Tíbet se volvió muy difícil a principios de 1959. El 17 de marzo, cuando decidí escapar, nos pusimos en marcha sin saber si viviríamos para ver el día siguiente. Sin embargo, yo nunca perdí la esperanza. Es importante mantener la determinación, así que cuando el sol salió el 18 de marzo, me sentí mucho mejor».
El Dr. Valery Feigin preguntó sobre los mercados de animales, la agricultura industrial y la salud humana. Su Santidad respondió que si se examinan los dientes y las uñas de los humanos, parece que los seres humanos, como los ciervos, son más aptos para comer una dieta vegetariana. Los leones y tigres, por otro lado, están equipados con los fuertes y afilados dientes y garras necesarios para comer carne cruda.
«Sin embargo, hay lugares como las grandes llanuras del norte del Tíbet donde no hay verduras ni frutas y el único alimento disponible es la carne y los productos lácteos.
»En este país, muchas personas son vegetarianas y la comida vegetariana india es excelente. Sin embargo, he notado que cuando llegué aquí casi no había industria avícola. Ahora es muy popular. Es común ver jaulas llenas de pollos en los mercados y fuera de los restaurantes esperando la matanza. Convendría mejorar el suministro de verduras y frutas. Los científicos dicen que la cría de carne en general es perjudicial para la ecología de la tierra.
»El pescado es un tema diferente. Mucha gente parece pensar que los peces no tienen sentimientos de placer o dolor. Dependen de la pesca para su sustento, pero consideran que el pescado que capturan no es muy diferente de las verduras. Donde no hay otra opción que comer carne, no hay nada que hacer. Pero allí donde se pueda, es bueno tratar de reducir el cultivo y el consumo de carne.
»En 1964, decidí convertirme en vegetariano. Poco después, cuando visité Japón, mi hermano mayor se burlaba de mí por ello. Después de unos 20 meses, enfermé y desarrollé ictericia. Fue entonces cuando mis médicos me aconsejaron que volviera a incluir carne en mi dieta para ayudar a mi recuperación».
Cuando se le preguntó cómo se pueden explicar la fe y la religión a los niños, Su Santidad observó que, a pesar de sus variantes filosóficas, todas las principales tradiciones religiosas transmiten un mensaje de amor y compasión, tolerancia y perdón. Tanto si aceptamos la religión como si no, dijo, esta esencia de la enseñanza religiosa es relevante en el mundo de hoy.
«Pregunte a las niñas y niños si prefieren que su madre sonría o frunza el ceño. Naturalmente dirán que prefieren su sonrisa. Mi primera maestra de compasión fue mi madre y algo que recuerdo es que siempre nos mostró una cara amable. Pregunte a los niños si se sienten más cómodos cuando sus maestros sonríen o cuando son severos. Si los maestros sonríen y son cariñoss con sus estudiantes, estos sienten que se preocupa realmente por su bienestar.
»Si los niños y niñas se dedican sólo a afilar sus cerebros en la escuela, no hay garantía de que no vayan a crear problemas. Para equilibrar sus cerebros aguzados, necesitan un corazón cálido. Cuanto más compasivos aprendan a ser, más útiles serán como miembros de la sociedad».
Invitado a asesorar a los trabajadores de la salud traumatizados, Su Santidad comenzó declarando su admiración por los médicos, médicas, enfermeros y enfermeras que han estado tratando a personas enfermas de covid-19.
«Muestran tanto coraje —continuó—, y algunos incluso han sacrificado sus propias vidas. Los admiro de verdad. Esta enfermedad es realmente desafortunada, pero siempre trato de ver las situaciones desde un punto de vista más holístico. Las antiguas escrituras indias registran que la humanidad terminará por desaparecer cuando pasemos por períodos de violencia, enfermedad y hambruna.
»En el siglo anterior la guerra era muy frecuente. Demasiada gente pensaba que el uso de armas era la fuente de poder. Pero este es un pensamiento desfasado que se remonta a las actitudes feudales. El uso de la fuerza en un mundo democrático es completamente obsoleto. Por lo tanto, debemos esforzarnos por hacer de este siglo un siglo de diálogo, un tiempo en el que encontremos soluciones mutuamente aceptables mediante el diálogo con nuestros oponentes.
»Hay profesionales de la salud que están decididos a ayudar a los que sufren en esta pandemia, a pesar del peligro. Son entusiastas y están llenos de preocupación por sus pacientes. Creo que su fuerza interior les proporciona cierta protección. Es importante que sigan siendo valientes y seguros de sí mismos. Del mismo modo, los científicos que están conduciendo investigaciones deben mantener su capacidad de resiliencia mientras emplean sus habilidades profesionales.
»Me inspiro mucho en el consejo de un maestro budista indio del siglo VIII, que recomendó que, cualesquiera que fueran las circunstancias, deberíamos tratar de ver las cosas con claridad. Si hay un problema, debemos mirar para ver si puede ser solucionado, y si puede, eso es lo que debemos hacer. Si no puede superarse, preocuparse más por ello no será de ninguna ayuda».