Thekchen Chöling, Dharamsala, HP, India - Inmediatamente después de ser informado de que su «respetado hermano espiritual mayor y buen amigo», el arzobispo Desmond Tutu, había fallecido, Su Santidad el Dalái Lama escribió una carta a la hija del arzobispo, la reverenda Mpho Tutu.
«Por favor, acepte mi más sentido pésame —escribió—, y transmítalo a su madre y a los demás miembros de su familia. Rezo por él.
»Como sabe, a lo largo de los años, su padre y yo disfrutamos de una amistad duradera. Recuerdo las numerosas ocasiones en las que pasamos tiempo juntos, incluida la semana que pasamos aquí en Dharamsala en 2015, cuando pudimos compartir nuestros pensamientos sobre cómo aumentar la paz y la alegría en el mundo. La amistad y el vínculo espiritual entre nosotros era algo que apreciábamos.
»El arzobispo Desmond Tutu se dedicó por completo a servir a sus hermanos y hermanas por el bien común. Era un verdadero humanitario y un comprometido defensor de los derechos humanos. Su trabajo para la Comisión de la Verdad y la Reconciliación fue una inspiración para otras personas en todo el mundo.
»Con su fallecimiento hemos perdido a un gran hombre que vivió una vida verdaderamente significativa. Se dedicó al servicio de los demás, especialmente de los menos afortunados. Estoy convencido de que el mejor homenaje que podemos rendirle para mantener vivo su espíritu es hacer lo que él hizo y buscar siempre la manera de ser nosotros también de ayuda a los demás».