Thekchen Chöling, Dharamsala, HP, India - Su Santidad el Dalái Lama comenzó sus enseñanzas para los jóvenes tibetanos este año remontándose a los orígenes del budismo en el Tíbet. Recordó que en el siglo VII se creó la escritura tibetana basada en el alfabeto indio Devanagari. Posteriormente, la literatura budista india se tradujo al tibetano. El resultado fue una colección de unos 100 volúmenes de sutras traducidos y otros 220 volúmenes de tratados principalmente indios. Esto significaba que los tibetanos no tenían que recurrir a ninguna otra lengua para estudiar el budismo. Como consecuencia, surgieron muchos grandes eruditos y adeptos.
«Estudiar las enseñanzas de Buda a la luz de la lógica y la razón —señaló Su Santidad—, sólo se conserva ahora en la tradición tibetana. El budismo chino no adopta este enfoque. Los seguidores de la Tradición Pali estudian lo que dicen las escrituras, pero les digo en broma que al carecer de las herramientas de la razón y la lógica están como desdentados cuando se trata de masticar los puntos difíciles.
»La familiaridad con la razón y la lógica nos ha permitido conversar con los científicos desde hace muchos años. Y entramos en esas conversaciones con confianza. La antigua tradición india conocía a fondo el funcionamiento de la mente y las emociones. Si a eso le añadimos el dominio de la razón y la lógica y la comprensión de la realidad tal y como se expone en el pensamiento del Camino Medio, estamos bien preparados para conversar con los científicos. Tradicionalmente, la razón y la lógica y el pensamiento del Camino Medio se caracterizan como dos leones unidos por el cuello.
»En el exilio solicitamos la ayuda del Gobierno de la India encabezado por el pandita Nehru para crear escuelas para los niños tibetanos. Se nombraron maestros religiosos y filosóficos. En aquellos primeros días, muchos grandes eruditos que habían escapado del Tíbet trabajaban en la construcción de carreteras en la zona de Chamba. Recuerdo haberlos visitado una vez y haber entablado un debate con algunos de ellos al lado de la carretera. Las cosas eran realmente críticas en ese momento, pero a su debido tiempo pudimos restablecer centros monásticos de aprendizaje, sobre todo en el sur de la India. Hoy, estas instituciones son radiantes almacenes de conocimiento. Hemos aumentado el curso de estudio tradicional con la ciencia.
»Hoy, para los jóvenes tibetanos, explicaré el Destino cumplido de Lama Tsongkhapa, en el que revela los progresos que hizo en el estudio y la práctica.
»Todos nosotros, seres humanos y animales, queremos ser felices y no sufrir. Pero sólo los seres humanos tenemos el tipo de cerebro maravilloso que nos permite tomar decisiones. En la antigua India, las prácticas de meditación para cultivar la concentración unipuntual y la visión especial prevalecían antes de la aparición de Buda.
»Una de las características que hacían único al Buda era que animaba a sus seguidores a examinar cuidadosamente lo que decía: "Monjes y eruditos, tal como examináis bien el oro quemándolo, cortándolo y raspándolo, es así como debéis aceptar mi palabra, no por respeto a mí". Tal consejo no tiene precedentes.
»En la India, la Universidad de Nalanda se convirtió en un centro de aprendizaje donde prosperó el pensamiento de maestros como Nagaryuna y Chandrakirti. Sin embargo, hacia el final de su Ingreso al Camino Medio, Chandrakirti sugirió que Dignaga y Vasubandhu no habían comprendido el punto de vista de Nagaryuna».
Volviendo al texto, Su Santidad indicó que la primer estrofa incluye los versos de homenaje y la segunda ensalza los beneficios del regocijo. Tsongkhapa, explicó Su Santidad, estudió mucho en los monasterios que existían en el Tíbet central. Más tarde, Manjushri le dijo en una visión que el mero estudio no era suficiente, por lo que planeó entrar en retiro para meditar con ocho discípulos cercanos. Cuando tuvo que enfrentarse a las críticas por haber reducido las enseñanzas que impartía, Manjushri le aconsejó que fuera paciente y le dijo: «Yo sé lo que es mejor».
En el retiro, Tsongkhapa soñó con Nagaryuna y sus cinco discípulos cercanos. En el sueño, uno de ellos, que supuso que era Buddhapalita, se adelantó y tocó un libro en la cabeza de Ye Rinpoché. Al día siguiente, leyendo el comentario de Buddhapalita a la Sabiduría Fundamental del Camino Medio de Nagaryuna, obtuvo una visión que le impulsó a componer Alabanza al Surgimiento Dependiente.
En este texto, El destino cumplido, relata lo que estudió y cómo las escrituras se le aparecieron como instrucciones espirituales. Estudió los grandes tratados indios a la luz de la lógica y la razón. «Puedes ser inteligente —comentó Su Santidad—, pero si no estudias así, no tendrás verdadera confianza en la enseñanza».
Las estrofas 5-11 se refieren al examen por parte de Ye Rinpoché de las distintas clases de tantra —acción, comportamiento, yoga y tantra del yoga más elevado— y concluyen la sección sobre cómo buscó inicialmente un aprendizaje exhaustivo. La siguiente sección trata de cómo las escrituras, especialmente las que tratan de la Perfección de la Sabiduría, surgieron como instrucciones espirituales.
Su Santidad aclaró que el contenido explícito de la Perfección de la Sabiduría es la vacuidad. El contenido implícito incluye la generación de la mente del despertar o bodichita.
El verso 14 menciona que algunas personas en el Tíbet observaron que había poco en el Compendio de la Cognición Válida de Dignaga o en los siete tratados de lógica de Dharmakirti que tratara sobre las etapas del camino hacia la iluminación. Sin embargo, consta que Manjushri dio su aprobación a la composición de estos textos. Además, las líneas de saludo del Compendio de la cognición válida afirman que el Buda es un guía autorizado que aporta beneficios a todos los seres.
La segunda sección —que muestra cómo, en el medio, todas las escrituras surgieron como instrucciones— concluye con versos que elogian el Guhyasamaja Tantra, los comentarios al mismo, así como el Samvara, el Hevajra y el Kalachakra.
Lo que Tsongkhapa revela es cómo obtuvo un amplio aprendizaje, entró en la vida de un ermitaño y adquirió experiencia de las etapas del camino, incluyendo los caminos profundo y extenso.
Su Santidad señaló que Tsongkhapa compuso cinco textos sobre el Camino Medio: Océano de Razonamiento (un comentario extenso sobre la Sabiduría Fundamental de Nagaryuna), Clarificación del Pensamiento (un comentario extenso sobre el Ingreso al Camino Medio), la Sección de Visión superior de la Gran Exposición del Camino a la Iluminación; la Sección de Visión superior de la Exposición media del Camino a la Iluminación y Esencia del Buen Discurso (un tratado que diferencia los significados provisionales y definitivos de las escrituras).
Cuando se dispuso a escribir el Rosario Dorado, su comentario al Ornamento para la Realización Clara, leyó primero los 21 tratados indios existentes al respecto.
En aquella época había muchos grandes maestros pertenecientes a las tradiciones sakya, kagyu y ñingma. También había maestros kadampa. Entre los maestros Ñingma destacó Longchen Rabjam, que escribió los Siete Tesoros.
«Ye Rinpoché viajó desde su Amdo natal hasta el Tíbet central, con una bolsa al hombro. Se inscribió en los distintos centros de aprendizaje que encontró. Con el tiempo, estableció su propio monasterio de Ganden y, una vez desaparecido, su discípulo Gyaltsap le sucedió en el trono.
»Hoy en día, el excelente modelo de estudio que estableció Tsongkhapa se mantiene en las Tres Grandes Instituciones Académicas. Los eruditos que completan su formación allí pasan a uno de los Colegios Tántricos para estudiar tantra. Después, pueden ascender en el escalafón de los eruditos hasta convertirse en el jefe de la tradición, el titular del Trono de Ganden.
»Ye Gendun Drup, el primer Dalái Lama, fue discípulo de Tsongkhapa. Fundó el monasterio de Tashi Lhunpo, donde se fomentaba especialmente el estudio de la lógica. En su Canción de las montañas de nieve orientales, Guendun Trub se lamenta de la desarmonía religiosa que observó en aquella época.
En realidad, hoy, en estas montañas nevadas, hay quienes, aunque se han comprometido a sostener la enseñanza, tienen a otros practicantes por sus mayores enemigos. Tal conducta me provoca una profunda tristeza.
«Dado que el budismo tibetano representa la tradición más completa del budismo actual, debemos sentirnos agradecidos a los maestros del pasado como Lama Tsongkhapa y seguir su ejemplo compartiendo nuestros conocimientos con los demás».
Gueshe Lobsang Drakpa, del monasterio de Namgyal, que también es uno de los principales profesores de la Organización de Introducción al Budismo de Dharamsala, dio las gracias a Su Santidad por sus enseñanzas y le dijo que doce jóvenes estudiantes tibetanos tenían preguntas que hacerle.
La primera se refería a cómo evitar la angustia mental en relación con la pandemia de Covid.
«Si estamos ansiosos y temerosos, aunque no estemos enfermos —aconsejó Su Santidad—, como budistas que creemos que vivimos vida tras vida, podemos reflexionar, como se menciona en los 'Tres Aspectos Principales del Camino', que nacemos y renacemos en una existencia cíclica ilimitada, incesantemente atormentados por las tres miserias. Estamos afligidos por el deseo, la ira y el odio, así como por la ignorancia. Podemos superar estas emociones generando una firme determinación de alcanzar la iluminación. Podemos ver la superación de la enfermedad y el malestar como parte de nuestro viaje hacia la iluminación.
»Experimentamos la enfermedad como resultado del karma y de las aflicciones mentales. Como escribe Nagaryuna:
Acabar con el karma y las aflicciones es la liberación, el karma y las aflicciones provienen de los pensamientos discursivos y estos de las elaboraciones mentales. Estas se agotan a través de la vacuidad.
»Los sufrimientos del nacimiento, el envejecimiento, la enfermedad y la muerte forman parte de la vida. Pensar “Que me libere del karma y de las aflicciones mentales y de las enfermedades que provocan”, puede reforzar nuestra determinación de alcanzar la iluminación. Se trata de transformar las dificultades en el camino, como se indica en la Ofrenda al Maestro Espiritual (Lama Chöpa):
Aunque el mundo y sus habitantes se colmasen de los frutos de sus malas acciones, y llovieran penurias indeseadas, bendecidme para que tome las condiciones adversas en el camino, al verlas como causas para que se agoten las consecuencias del karma negativo.
Con respecto a la purificación de las acciones negativas, Su Santidad señaló que existe la práctica de la confesión ante las Tres Joyas. Sin embargo, dado que el propósito principal es purificar y transformar la mente, la mejor práctica a adoptar es el cultivo de la mente del despertar o bodichita. Si se logra esto, se pueden purificar las impurezas y acumular mérito y sabiduría. Su Santidad también señaló que prácticas como las postraciones y la circunvalación sin el contexto de los tres entrenamientos de la ética, la concentración y la sabiduría tienen poco más que un valor mundano.
Su Santidad aclaró que si cometemos acciones perjudiciales como matar insectos en el curso de nuestro trabajo, el punto clave es si lo hicimos intencionadamente. Añadió que tales huellas pueden purificarse recitando Om mani padme hung.
Su Santidad declaró que no reza para que los siete mil millones de seres humanos que viven hoy en día se conviertan en budistas, pero sí trabaja para crear un mundo pacífico en el que las personas cultiven el amor y la compasión por los demás.
«Si se practica el amor y la compasión —dijo—, las acciones perjudiciales llegan a su fin. Necesitamos paz mental en nuestro interior. Si estamos llenos de ira y otras emociones negativas, no sólo no tendremos paz mental, sino que tampoco habrá paz en el mundo. Como escribió Shantideva en su Modo de Vida de los Bodisatvas:
Si no intercambio mi felicidad
por el sufrimiento de los demás,
no sólo no alcanzaré la budeidad,
tampoco en el samsara tendré felicidad. 8/131
Cualquier alegría que haya en este mundo
viene de desear que los demás sean felices,
y cualquier sufrimiento que haya en este mundo
proviene de desear mi propia felicidad. 8/129
»Todos somos iguales en el deseo de felicidad y en el deseo de no sufrir. Somos animales sociales y dependemos unos de otros. Para aprender a afrontar nuestras emociones nocivas, debemos reducir la ira y el apego y cultivar el amor y la compasión».
Su Santidad apoyó la idea de la elaboración de un manual para crear una sociedad más amigable, en el que se explicase claramente cómo lograr la paz mental de forma que las personas corrientes, monásticas y laicas, mujeres y hombres, pudieran ponerlo en práctica. Su enfoque no debería ser religioso, sino únicamente centrado en abordar las emociones negativas.
Cuando le preguntaron cómo frenar el ansia por los placeres de esta vida, Su Santidad se recitó las estrofas siete y ocho de los Tres aspectos principales del camino de Tsongkhapa, que nominalmente describen cómo desarrollar la bodichita. Sin embargo, al aplicarlos a nosotros mismos, podemos utilizarlos para fortalecer nuestra renuncia, nuestra determinación de ser libres.
Su Santidad relató que a veces piensa que, dado que no está atrapado en la red de hierro del egocentrismo y no está completamente envuelto por la oscuridad de la ignorancia, tiene una esperanza real de alcanzar la verdadera cesación.
«Al reflexionar sobre mi propia condición, siento que mi ignorancia es cada vez más fina. Al no estar incesantemente atormentado por las tres miserias, pienso en todos los seres, mis madres, que se encuentran en esta condición y genero la mente del despertar.
»El remedio para domar nuestra mente indisciplinada es observar la higiene emocional tal y como se describe en la antigua tradición india. Esto implica aprender a abordar las emociones nocivas como el apego y la ira. No hace falta ser budista para esto, pero hay que aprender los textos sobre la mente y el entrenamiento mental del budismo. El capítulo seis del Modo de Vida de los Bodisatvas nos educa sobre los devastadores defectos de la ira. El capítulo ocho nos descubre los inconvenientes del egocentrismo y las ventajas de aprender a apreciar a los demás.
»Aprendan, reflexionen y adquieran convicción. Luego mediten e integren lo que han comprendido en su interior. Este enfoque a lo largo de los siglos ha tenido como consecuencia que los tibetanos, por ejemplo, se opongan a quitar la vida. Nuestra cultura es tal que creemos que es posible crear un mundo más pacífico.
«Hasta mañana».