Thekchen Chöling, Dharamsala, HP, India - Cuando Su Santidad el Dalái Lama entró esta mañana en la sala de su residencia desde la que participa en reuniones virtuales por internet, trajo consigo, y sostuvo para que todos la vieran, la fotografía de Francisco Varela que guarda en su casa. Gábor Karsai, Director General de Mind & Life (Mente y Vida) Europa, le dio la bienvenida a un «Diálogo para un mundo mejor: en memoria de Francisco Varela», el primer acto de una serie denominada «Francisco y sus amigos: una encarnación de la relación». La serie conmemora a Varela, uno de los principales fundadores de Mind & Life, que falleció hace poco más de veinte años. Karsai invitó a todos a ver una serie de fotografías de las primeras reuniones de Mind & Life en las que aparecía Varela.
El Dr. Pier Luigi Luisi, profesor emérito de bioquímica de la ETH de Zúrich, abrió la conversación. Recordó haber estado presente en un evento en Alpbach, Austria, en 1983, cuando Su Santidad y Francisco Varela se encontraron por primera vez. Fue una ocasión que se desarrolló en una atmósfera de amor y amistad. Luisi le preguntó qué hacía que la amistad con Varela fuera especial para Su Santidad.
«Desde que era muy joven —respondió Su Santidad—, he tenido interés por los aparatos mecánicos. Tenía un proyector de cine que había pertenecido al XIII Dalái Lama y mi curiosidad por saber cómo la pequeña dinamo junto a la batería producía la energía para accionar e iluminar el proyector estimuló mi interés por la electricidad. Al mismo tiempo, desde mi infancia me dediqué a estudiar la filosofía budista.
»Cuando conocí a Varela, me encontré con alguien que era un científico, pero que también estaba profundamente interesado en el budismo. Cuando hablaba desde un punto de vista budista, decía: "Digo esto con mi sombrero budista", y más tarde, cuando ofrecía una opinión científica, "Ahora me pongo mi sombrero de científico". Me di cuenta de que necesitaba a alguien como él que entendiera el budismo pero que también fuera profesionalmente un científico. Me impresionó y siempre lo recordaré. Incluso hoy guardo su foto en mi habitación.
»Más tarde, pude conocer a muchos más científicos. Parece que la ciencia se ha desarrollado más en Occidente, donde se sigue el cristianismo, el judaísmo y hasta cierto punto el islam. Pero no se hablaba mucho de la mente y las emociones entre los científicos o las personas religiosas. Y sin embargo, la mente es sofisticada. Nos permite pensar, meditar y cambiar.
»Para abordar nuestras emociones, necesitamos comprender mejor el funcionamiento del sistema de la mente y las emociones. Francisco Varela demostró con su ejemplo que la ciencia y el budismo pueden trabajar juntos, uno al lado del otro.
»Él y yo creemos en la vida después de la vida y estoy bastante seguro de que Varela habrá encontrado su próxima vida entre mis amigos cercanos. Nos reconozcamos o no, tendremos fuertes sentimientos el uno por el otro como resultado de nuestra experiencia en su vida anterior. Cuando era muy joven, algunas personas que habían estado cerca del XIII Dalái Lama vinieron a mi casa y las reconocí.
»Varela y yo desarrollamos una fuerte conexión y estoy seguro de que si vivo otros 10 o 20 años, conoceré a un niño o niña que tenga algo especial. Ahora me siento feliz y orgulloso de hablar de mi viejo amigo y me alegra ver que su mujer también está con nosotros.
»Este tema, Diálogo para un mundo mejor, es importante. En el mundo actual, con su extenso desarrollo material, que incluye la fabricación de armas, hacemos demasiado hincapié cada cual en su nación y en su gente. Los líderes tienen una mentalidad estrecha. Cuando otro grupo de personas adopta un punto de vista diferente, los consideramos con demasiada facilidad hostiles y nos referimos a ellos como nuestros enemigos. Sin embargo, en general, los científicos se preocupan más por el conjunto de la humanidad que por tal o cual grupo.
»Hoy en día, existe una insistencia exagerada en las divisiones entre 'nosotros' y 'ellos'. Utilizamos demasiado las etiquetas: 'mis amigos' o 'mi enemigo'. Pero podemos cambiar esta actitud. Estoy comprometido con la idea de la unidad de la humanidad. Como seres humanos somos todos iguales. Es más, todos tenemos que vivir juntos en este planeta. Tenemos una economía global. Dependemos unos de otros. Por lo tanto, debemos pensar en el bienestar de los siete mil millones de seres humanos que viven actualmente.
»El pasado se echó a perder por un exceso de violencia. Pero miren lo que ha conseguido la Unión Europea (UE). Francia y Alemania, enemigos de muchos años, fueron capaces de superar su hostilidad histórica y construir la UE. Desde entonces, no se han producido combates ni matanzas entre los estados miembros. ¿Por qué no puede el mundo entero adoptar una postura semejante? En lugar de pensar cada uno solo en su nación, pensemos en el mundo entero en términos de "nosotros". Esto es algo que me he comprometido a fomentar.
»Sin embargo, sólo soy un refugiado que vive en la India, un país con el que tenemos largas conexiones. La India es nuestro vecino, pero también es la fuente de todo nuestro conocimiento. Es como nuestro antiguo hogar.
»El cultivo de la apreciación de la unidad de la humanidad me hace sentir cómodo porque me ayuda a sentir que dondequiera que vaya, quienquiera que conozca, cada ser humano que concozco es otro ser humano, como yo. Como seres humanos somos todos hermanos y hermanas. Pensar en la unidad de todos los seres humanos de este planeta aporta tranquilidad porque no hay lugar para el miedo o la desconfianza.
»Me comprometo a compartir esta idea de la unidad de la humanidad y a reconocer el valor de todas las tradiciones religiosas, porque todas enseñan la importancia de la bondad amorosa. También estoy comprometida con la ecología. Las generaciones más antiguas del Tíbet me contaron que antes había mucha más nieve que ahora. El Tíbet es la fuente de los principales ríos que suministran agua a grandes partes de Asia. En consecuencia, tenemos que proteger el medio ambiente».
Amy Cohen Varela, presidenta de Mind & Life Europa, preguntó a Su Santidad por qué ha dedicado tanto tiempo a dialogar con los científicos. Respondió en tibetano, que fue traducido al tibetano por Thupten Jinpa, que como budista se pregunta a diario qué puede hacer para ayudar a todos los seres sensibles. Reflexiona sobre una estrofa clave del Modo de Vida de los Bodisatvas de Shantideva:
Que, mientras el espacio perdure,
y los seres sensibles permanezcan,
pueda yo también permanecer
para disipar las miserias del mundo. 10/55
También reflexiona sobre una estrofa de la Guirnalda Preciosa de Nagaryuna:
Que pueda yo ser siempre un objeto de disfrute
para todos los seres sensibles conforme a sus deseos,
y sin interferencias, como lo son la tierra,
el agua, el fuego, el viento, la hierba y los bosques. 483
«Dedico mi vida a cualquier ayuda que pueda aportar a este mundo», añadió.
«En mi propia práctica diaria hago hincapié en cultivar la vasta práctica de la mente del despertar, así como la profunda visión de la vacuidad propuesta por Nagaryuna. En lo que respecta a la mente del despertar, pongo en práctica el método de intercambiarse o ponerse en el lugar de los demás. Shantideva escribió lo siguiente a modo de estímulo:
Si no intercambio mi felicidad
por el sufrimiento de los demás,
no sólo no alcanzaré la budeidad,
tampoco en el samsara tendré felicidad. 8/131
Cualquier alegría que haya en este mundo
viene de desear que los demás sean felices,
y cualquier sufrimiento que haya en este mundo
proviene de desear mi propia felicidad. 8/129
«Los problemas a los que nos enfrentamos tienen su origen en la idea que tenemos de "yo" y "mí", "nosotros" y "ellos". Aunque dejemos de lado el pensamiento de todos los seres sensibles, pensemos al menos en intentar ayudar a todos los seres humanos. Sobre la base de esa afinidad seremos capaces de cambiar nuestra forma de pensar y de comportarnos de tal modo que evitemos hacer daño a los demás».
Elena Antonova, profesora titular de psicología de la Universidad Brunel de Londres, preguntó a Su Santidad qué efecto habían tenido las conversaciones con científicos en su propio pensamiento. Repitió que se había interesado por la ciencia desde que era un niño, pero que una vez que llegó a la India, pudo conocer a científicos practicantes y aprendió que su comprensión de la mente y las emociones era inadecuada. Mientras que el budismo describe 51 factores mentales y subgrupos entre ellos, la lengua inglesa sólo tiene una palabra: emoción.
Esto, dijo, es significativo porque algunas de nuestras emociones nos crean problemas. Necesitamos aprender técnicas para hacerles frente. Tenemos que descubrir los antídotos y las formas de cultivarlos si queremos lidiar con nuestras emociones más problemáticas. Progresaremos a medida que crezca nuestra comprensión. Desde este punto de vista, el enfoque budista es similar al de la ciencia.
«La ciencia nos proporciona conocimientos sobre el cuerpo humano y el mundo físico en el que vivimos. Pero todos queremos encontrar la paz y la alegría y eso significa que tenemos que cuidar nuestra mente. Las emociones se presentan como un problema, pero de nuevo la solución está en la mente. Aunque la ira es muy perturbadora, no podemos simplemente desear que desaparezca. Sólo podemos lidiar con ella llegando a reconocer qué la desencadena, qué consecuencias puede traer y cómo la bondad amorosa es un antídoto para ella. Tenemos que adoptar un enfoque en primera persona y aprender a comprender nuestra propia mente. Varela reconoció la necesidad de combinar los enfoques científico y espiritual y yo pensé: "Es cierto".
»No estoy tan interesado en promover las enseñanzas espirituales como tales, pero sí creo que podemos emplear los conocimientos sobre la mente que contienen las enseñanzas espirituales en un contexto secular. Los niños y niñas pueden entrenar su cerebro para recordar información, pero en las antiguas tradiciones indias se hacía hincapié en el entrenamiento de la mente. Esto incluía el desarrollo de diferentes tipos de inteligencia, la rápida, la penetrante, la clara y la vasta, que permiten una comprensión mucho más amplia. Esto puede suponer un enfoque universal de la educación sin que tenga nada que ver con la religión.
»Tenemos habilidades y capacidades naturales que se pueden potenciar con el entrenamiento. Algo que quiero hacer cuando se levanten las restricciones asociadas a la pandemia es pasar un tiempo en Delhi conversando con directores de escuelas y universidades sobre el modo de introducir en los currículos el antiguo conocimiento indio de la mente y la aplicación del entrenamiento mental que describe».
Su Santidad le dijo a Luisi que la ciencia moderna sigue estando muy orientada hacia una visión materialista del mundo. Incluso la experiencia humana se ve en términos del cerebro y no en relación con la conciencia. Si el cerebro es el único objeto de investigación y no se tiene en cuenta la subjetividad de la conciencia, este acercamiento no proporcionará una imagen completa de la experiencia humana. Dejará fuera la característica única de la conciencia o la mente, que es la dimensión sentida, subjetiva, experiencial.
Observó que todos queremos sentir alegría, pero esto se reduce a nuestro estado mental y a si hemos encontrado la paz interior. Su Santidad expresó su esperanza de que la ciencia pueda demostrar y explicar a los escolares, como parte de su educación, cómo cultivar la paz mental, la bondad y la compasión, cualidades tan importantes para la vida humana.
«Los científicos también son seres humanos como el resto de nosotros —señaló Su Santidad—. También se enfrentan a problemas emocionales y buscan la paz mental. Pero aprender a cultivar la paz mental requiere una sólida comprensión de cómo funciona la mente. Combinar el enfoque analítico con el contemplativo puede ayudarnos a conseguirlo. A lo largo de los años, según avanzaban nuestros diálogos, cada vez más científicos se han ido sumando a prestar atención a su propio bienestar mental.
»Han comenzado a analizar cómo la ira perturba su tranquilidad; a examinar qué la desencadena y cómo surge. Shantideva propone un cambio de perspectiva. Señala que, para alguien que cultiva la paciencia, una persona hostil e irritante se convierte en un buen maestro, en un entrenador. Este modo de pensar nos abre a una forma diferente de interpretar la realidad, que permite un cambio real.
»Otro aspecto de este tipo de indagación está relacionado con la vacuidad e implica estar preparados para cuestionarnos quién o qué es este "yo" o "mí". ¿A qué se refiere? La ira y el apego parten de la base de que existe un "yo" real. Hay un estrofa en la Sabiduría Fundamental del Camino Medio de Nagaryuna que examina la identidad del Tathagata o Buda. Podemos replantearla en referencia a nosotros mismos y a la relación que tenemos con nuestros elementos constitutivos.
»Reflexionando sobra este estrofa podemos reconocer que "yo" no soy uno con los constituyentes mente-cuerpo ni diferente de ellos. Los constituyentes mente-cuerpo no dependen de 'mí', ni yo dependo de ellos. 'Yo' no poseo los constituyentes mente-cuerpo. ¿Quién, entonces, soy yo? Descubrimos que no hay un yo real y sólido que podamos identificar.
»Tenemos que adoptar un enfoque doble: examinar las emociones y los antídotos contra ellas, pero también cuestionar la existencia de un "yo" real y sólido o un "mí" objetivamente tal y como aparece. Esto alterará la densidad de nuestras emociones negativas.
»Imaginen —sugirió Su Santidad—, que sus fuertes emociones se personifican como sus oponentes en el debate. Desafíen a la ira y al apego para que revelen dónde está ese 'yo' que tanto defienden. Al final, reconocerán que no existe tal 'yo'. Realmente podemos poner en tela de juicio muchos de los supuestos que se esconden detrás de nuestros conceptos erróneos. No es que no existamos, sino que nuestra existencia ha surge en depencia de otros factores. La realidad objetiva es una falsa proyección que tiene un poderoso efecto sobre nuestras emociones».
Su Santidad aludió a los versos del Ingreso al Camino Medio de Chandrakirti que describen el vuelo hacia la iluminación y la liberación con las dos alas de la verdad convencional y la verdad última.
Con respecto a la promoción del sentido de nuestra humanidad común, Su Santidad observó que es un planteamiento muy útil a nivel práctico. Compartimos este único planeta y nuestro mundo es realmente interdependiente. Cuando nos dejamos llevar por la discriminación en términos de "nosotros" y "ellos", el resultado es mutuamente destructivo. Nadie gana. En cambio, si reforzamos nuestro sentimiento de unidad de la humanidad y abrazamos a los que son diferentes a nosotros, todos podemos aprender a vivir más pacíficamente y más felices juntos. Dijo que se trata de una simple cuestión de supervivencia.
Su Santidad señaló que los seguidores de las tradiciones religiosas teístas tienen fe en un Dios creador, al que ven como Dios padre. Como hijos de un solo Dios, dicen que todos somos hermanos y hermanas. Si luchamos y nos matamos unos a otros, ¿cómo se sentirá Dios padre? Esto, declaró, es una razón por la que tenemos que aprender a vivir juntos de forma feliz y armoniosa.
Gábor Karsai señaló que la reunión no podría haber terminado con una nota mejor. Dio las gracias a Su Santidad por su sabiduría y amistad, que, añadió, ha dado lugar a todo un nuevo campo de estudio: la ciencia contemplativa.