Thekchen Chöling, Dharamsala, HP, India - Esta mañana, al entrar en la sala de audiencias de su residencia desde la que puede dirigirse a un público virtual, Su Santidad el Dalái Lama saludó a quienes esperaban para escucharlo. Dos maestros de canto sentados en la capilla de meditación del Centro Científico Loseling, en el monasterio Drepung de Mundgod, en el sur de la India, comenzaron a recitar oraciones que fueron seguidas por una enérgica recitación del Sutra del Corazón. Su Santidad recitó junto a ellos.
A continuación, se pudo ver al Ye Rinpoché de Ganden en su residencia del monasterio de Sera Ye en Bylakuppe, al sur de la India, poniéndose su sombrero de pandita y ofreciendo un mandala del universo y representaciones del cuerpo, la palabra y la mente de la iluminación a Su Santidad. La enseñanza de hoy en conmemoración del fallecimiento de Lama Tsongkhapa fue solicitada por la Fundación Internacional Geluk. Las recitaciones preparatorias concluyeron con la estrofa de los Cientos de Deidades de Tushita:
En el cielo ante mí, en un trono de león con asiento de loto y luna,
se sienta el santo gurú con su hermoso rostro sonriente.
Supremo campo de mérito de fe para mi mente, por favor,
permanezca cien eones para difundir las enseñanzas.
A continuación, Su Santidad dirigió a la asamblea virtual en la repetición de la estrofa de refugio en las Tres Joyas y generación de la mente del despertar, aconsejándonos que corrigiéramos nuestra motivación. Señaló que aunque hoy, Ganden Nga-chö, conmemora formalmente el fallecimiento de Ye Rinpoché, también es una oportunidad para celebrar su estudio y su práctica. A ello alude el estrofa de regocijo en los Cientos de Deidades de Tushita:
En este tiempo degenerado, se esforzó por estudiar mucho
y lograr realizaciones. Abandonó los ocho intereses mundanos
para darle sentido a esta vida de ocio y oportunidad.
Me regocijo, oh Protector, con sinceridad, de sus grandes hazañas.
«Las enseñanzas son de dos tipos: estudiadas y realizadas —explicó Su Santidad—. Las enseñanzas realizadas se conservan por medio de la práctica. Por ello, en esta ocasión, debemos recordar que estamos conmemorando a Ye Rinpoché, su fallecimiento y sus enseñanzas. Y la forma adecuada de celebrar sus enseñanzas es estudiándolas y poniéndolas en práctica.
»A lo largo de muchos años, gracias a la amabilidad de mis maestros, el principal de los cuales fue Kyabjé Yongzin Ling Rinpoché, memoricé el Ornamento para la Realización Clara y el Ingreso al Camino Medio. También recibí la transmisión oral de estos dos libros y aún hoy puedo recitarlos de memoria. Además, leo todos los días el autocomentario al Ingreso al Camino Medio.
»La mejor manera de recordar a Ye Rinpoché es estudiando bien e integrando lo que aprendemos en nuestra propia mente. La práctica no consiste en ponernos sombreros de colores, se trata de estudiar y de asimilar lo que aprendemos».
Su Santidad anunció que, para empezar, iba a leer El destino cumplido, en el que Tsongkhapa reveló los progresos que había realizado en el estudio y la práctica. La cuarta estrofa lo resume:
Primero, busqué muchos conocimientos extensos,
entremedias, todas las escrituras se mostraron como directrices,
al final, practiqué todo el día y toda la noche
y, siempre, dediqué todo a la difusión de las enseñanzas.
El texto consta de tres capítulos, el primero ilustra cómo Tsongkhapa buscó un aprendizaje concienzudo. El segundo se refiere a un periodo medio en el que todas las tradiciones escriturales se le mostraron como instrucciones espirituales. El tercer capítulo revela cómo al final practicó día y noche y dedicó todas las virtudes a la difusión de la enseñanza.
En cuanto a los Tres aspectos principales del camino, Su Santidad explicó que fue escrito en respuesta a una petición de Tsakho Önpo Ngawang Drakpa, que era uno de los discípulos cercanos de Ye Rinpoché. De hecho, le prometió que si seguía bien sus instrucciones, cuando él, Tsongkhapa, se convirtiera en un Buda, compartiría con él el primer néctar de su enseñanza.
El texto se abre con una expresión de homenaje a los venerables maestros. A continuación, esboza los tres principios del camino: la renuncia o determinación de liberarse, la mente del despertar y la sabiduría que comprende el surgimiento dependiente.
En relación con el cultivo de la mente del despertar, Su Santidad citó unos versos del final del sexto capítulo del Ingreso al Camino Medio de Chandrakirti que afirman que el bodisatva ve con claridad que los tres reinos en su totalidad son innacidos desde su inicio y, mediante la fuerza de la verdad convencional, viaja a la cesación. También genera compasión por los seres desprovistos de protección. Y como un rey de los cisnes, con las alas blancas de la sabiduría y la compasión desplegadas, el bodisatva se eleva hasta la excelente orilla lejana.
Con referencia a la sabiduría, Su Santidad señaló que Ye Rinpoché aconseja que nos esforcemos por comprender el surgimiento dependiente, en lugar de, por comprender la vacuidad. Aclaró que esto se debe a que cuando comprendemos el surgimiento dependiente se disipan las visiones extremas de la existencia y la no existencia simultáneamente. Su Santidad mencionó tres estrofas del Ingreso al Camino Medio de Chandrakirti que se refieren a los absurdos lógicos que surgen al asumir que algo es objetivamente real.
Si su fundamento fueran sus propias características,
al refutar estas, las entidades quedarían destruidas.
La causa de su destrucción devendría una vacuidad,
y eso es absurdo, luego las entidades no existen. 6.34
Cuando examinamos bien estas entidades,
aparte de la identidad real de su ser en sí,
no se encuentra nada de este lado, luego la verdad
convencional mundana no debe examinarse. 6.35
Al considerar la eseidad, dimos razonamientos
que desmienten la generación de sí y de otro.
Tal argumento no procede ni en lo convencional,
¿cómo probaría, pues, vuestra generación? 6.36
Por último, Tsongkhapa afirma que si comprendemos el surgimiento de la causa y el efecto desde el punto de vista de la vacuidad, ya ninguna de las dos visiones extremistas podrá cautivarnos.
A continuación, Su Santidad leyó el Canto de la Experiencia Espiritual, que condensa los puntos más importantes de las Etapas del Camino. Tsongkhapa mismo lo describe así:
Permite comprender que todas las enseñanzas son coherentes,
percibir cada escritura como una instrucción práctica,
y saber con facilidad qué quisieron decir los Vencedores.
Más adelante, el texto destaca cada una de las perfecciones, animando al lector a no ceder al cansancio, sino a mantener un esfuerzo constante. En cuanto a la sabiduría, el texto aclara que:
La sabiduría es, como sabemos, el ojo que observa la eseidad,
el trayecto que arranca las raíces del samsara,
el tesoro de virtudes alabado en todas las escrituras:
la lámpara suma que disipa la oscuridad de la ignorancia.
Su Santidad señaló que para meditar en la vacuidad se necesita una concentración unipuntual, pero también que ésta debe desarrollarse en combinación con el análisis. Por tanto, la meditación centrada y la analítica deben desarrollarse de manera alternativa y también en combinación, para que se refuercen mutuamente.
Cuando llegó al final del texto, Su Santidad insistió una vez más en la importancia de escuchar y reflexionar sobre el significado de la enseñanza. Cuando adquirimos experiencia durante la meditación sobre lo que hemos aprendido, empieza a produce una transformación de la mente.
«Todos somos seguidores de Ye Rinpoché —declaró Su Santidad—. Todos los progresos que yo haya podido hacer los he logrado sobre la base de los textos a los que todos tenemos acceso. La clave es integrar la enseñanza en nuestro interior. El cambio no se produce de la noche a la mañana; hay que mantener el esfuerzo».
La sesión se cerró con la recitación de la Canción de las montañas nevadas de Oriente del primer Dalái Lama, Gendun Drup, dirigida por los maestros de canto. La oración comienza diciendo:
En la cima de la montaña de nieve blanca en el Este,
una nube blanca parece elevarse persiguiendo el cielo.
En el instante de contemplarla recuerdo a mi maestro,
al reflexionar sobre su bondad, la fe se despierta en mí.
Y continúa:
En particular, que este indolente Gendun Trüb
haya vuelto ligeramente su mente hacia la Doctrina
es gracias a la bondad de estos nobles padre e hijos.
Verdaderamente su bondad es grande, oh padre e hijos.
«Todavía tenemos acceso a las enseñanzas de Ye Rinpoché. Su linaje de transmisión oral sobrevive. Mas debemos aprender a poner sus consejos en práctica. Para ayudarme con ello, leo las secciones de Visión superior y de la mente del despertar del Gran tratado sobre las etapas del camino. A medida que familiaricemos nuestra mente con las enseñanzas, y las pongamos en práctica una y otra vez, irá surtiendo efecto. Se producirá la transformación».
La última oración fue la oración de dedicación del Gran Tratado sobre las Etapas del Camino, que incluye la estrofa:
Donde no hayan llegado las enseñanzas más preciosas
o allí donde, tras llegar, hayan declinado,
que con gran compasión y una mente fervorosa
revele este tesoro de felicidad y ayuda.