Thekchen Chöling, Dharamsala, HP, India - Cuando Su Santidad el Dalai Lama se reunió hoy con unos 1000 peregrinos del Tíbet, muchos de ellos con atuendos tradicionales, sus rostros brillantes de anticipación, les dijo que, ya que habían venido a la India en peregrinación o para visitar a sus parientes, pensó que les hablaría sobre budismo antes de que regresaran a casa.
«El budismo se extendió a lo largo y ancho del Tíbet —les dijo—, pero no hay mucha gente que realmente entienda de qué se trata. Nuestra tradición viene de Nalanda, que fue un gran centro de aprendizaje indio. Los eruditos de allí podían analizar y explicar ampliamente la filosofía budista usando la lógica y la razón.
»En Tailandia, Birmania, Sri Lanka, etc., siguen la tradición Pali. Mantienen pura la disciplina monástica del Vinaya. Enseñan las Cuatro Nobles Verdades con sus 16 características y las 37 Facetas de la Iluminación como nosotros. Pero me dicen que en sus explicaciones se basan en la autoridad de las escrituras, más que en el fruto de la razón.
»Las enseñanzas de la Perfección de la Sabiduría llegaron a China como parte de la tradición de Nalanda, así que los chinos, junto con los coreanos, japoneses y vietnamitas, recitan el Sutra del Corazón y leen la Sabiduría Fundamental de Nagaryuna. Pero la mayoría de los trabajos de Dignaga y Dharmakirti sobre lógica y epistemología no fueron traducidos al chino, por lo que no tienen una tradición de análisis lógico. Por eso, hoy en día, la tradición de Nalanda sólo la mantienen íntegramente los tibetanos».
Su Santidad mencionó que, en una época, la propaganda comunista china sugería que los tibetanos sólo tenían una fe ciega en las enseñanzas de Buda y que esta se marchitaría cuando obtuvieran una comprensión más científica. Lo que ha sucedido en realidad es que los científicos se han interesado cada vez más en el enfoque budista, en particular en lo que respecta al funcionamiento de la mente y las emociones. Mencionó que ha fomentado una reevaluación del contenido del Kangyur y el Tengyur bajo tres categorías: ciencia, filosofía y religión. Se han publicado libros en tibetano, cuyas traducciones se están preparando, que presentan la ciencia y la filosofía budistas.
Su Santidad aludió al gran desarrollo material que ha tenido lugar en muchas partes del mundo, señalando que, sin embargo, la gente sigue siendo infeliz porque no sabe cómo encontrar la paz mental. Declaró que la comprensión del funcionamiento de la mente y las emociones, tal como se describe en la psicología budista, puede ser de beneficio práctico día a día.
"De los 1.300 millones de chinos, 400 millones son budistas. Podemos servirlos poniendo a su disposición nuestras tradiciones budistas. Creo que hemos mantenido nuestras tradiciones vivas no sólo para nuestro propio beneficio, sino para el bien del mundo.
»El Buda nos aconsejó que conociéramos el sufrimiento, elimináramos sus causas y lográramos su cese cultivando el camino. Debemos saber que son nuestras mentes indómitas las que causan el sufrimiento. Nuestras mentes están perturbadas e indisciplinadas debido a nuestras emociones perturbadoras, mientras que la naturaleza real de la mente es la claridad y la cognición».
Su Santidad se refirió a la pintura de la rueda de la existencia que representa los 12 eslabones del surgimiento dependiente y los seis reinos de la existencia. Rodeando el centro, hay un semicírculo blanco en el que los seres ascienden y otro negro en el que caen. En el centro, un gallo y una serpiente, que representan el deseo y el odio, emergen de la boca de un cerdo que representa la ignorancia. Dijo que estos tres venenos nos hacen realizar acciones negativas que resultan en un continuo giro a través de los seis reinos. La clave de esto es la ignorancia, que es el primero de los 12 eslabones, ilustrado por un ciego.
«Una vez que vea que la ignorancia se supera al llegar a comprender la realidad, también veremos que es factible lograr el cese. Y cuando lo entendamos, incubaremos la aspiración de realizarlo cultivando el camino. Así es como se practica la enseñanza del Buda».
Observando cómo el primer giro de la rueda del Dharma reveló las Cuatro Nobles Verdades, el segundo ratificó las enseñanzas de la Perfección de la Sabiduría y el tercero divulgó la naturaleza de la mente, Su Santidad declaró que el Budismo es una tradición maravillosa.
«Pero no podemos darlo por sentado. Tenemos que estudiar».
Remitiéndose a los registros de la dinastía T'ang, Su Santidad recordó que el Tíbet era uno de los tres grandes imperios, junto con el chino y el mongol. Recordó que Songtsen Gampo mantenía relaciones pacíficas con los chinos, que tomó a una de sus princesas como esposa y que la madre de Trisong Detsen era también china. Hubo otros momentos en los que el Tíbet luchó con China. Sin embargo, dado que hoy en día China puede aportar al Tíbet el desarrollo económico y material necesario, se puede obtener un beneficio al permanecer con la República Popular China. Pero, dijo, los tibetanos deben ser libres de preservar su cultura y su idioma y de proteger su medio ambiente. A pesar de las afirmaciones de los partidarios de la línea dura en el gobierno chino, esto no los convierte en «separatistas».
Su Santidad reconoció las dificultades y peligros que los peregrinos habían enfrentado al venir a verlo. Y cuando elogió la determinación tibetana y el espíritu inquebrantable del pueblo tibetano, muchos de ellos se enjugaron silenciosamente las lágrimas. Les dijo que, con su único y valioso lenguaje y con la rica cultura de Nalanda que ha preservado, el Tíbet tiene mucho de que enorgullecerse, y les aseguró que esto es lo que le dice a otras personas alrededor del mundo.
El discurso terminó con Su Santidad guiando a la congregación a través de una simple ceremonia para generar la mente del despertar o bodichita. Después, también les dio la transmisión de los mantras del Buda, Chenresig, Manyushri y Arya Tara.