Nueva Delhi, India - Cuando Srinjoy Chowdhury, editor de Asuntos Nacionales de Times Now, vino hoy a entrevistar a Su Santidad el Dalái Lama, no perdió tiempo en hacer su primera pregunta sobre la relevancia de la sabiduría antigua en el mundo turbulento de hoy.
«La antigua sabiduría de la hablo habitualmente —le dijo Su Santidad— se refiere principalmente a las emociones y el papel que juegan en la mente. También está la cuestión de la lógica, que nos permite analizar la realidad. Esto es relevante en el mundo de hoy porque muchos de nuestros problemas se deben a que no tenemos una visión holística a largo plazo.
»En este contexto, la violencia es inútil. De hecho, podría decir que la violencia va en contra de nuestra naturaleza humana básica, que es la compasión».
Chowdhury preguntó sobre la agresividad china hacia Su Santidad y hacia la India. Su Santidad atribuyó esto a los componentes de la línea dura de Beijing. «Dicen que quieren estabilidad, pero los métodos que emplean producen miedo —comentó—. Cuando hay miedo, no hay confianza y cuando no hay confianza, ¿cómo puedes esperar crear armonía o estabilidad?»
Con respecto a su visita a Arunachal Pradesh a principios de este año, Su Santidad reconoció dos factores clave: el gran afecto que la gente de allí le muestra y el vínculo emocional que siente por el lugar por el que entró por primera vez en la India después de escapar de Lhasa en 1959.
Al ser preguntado por el conflicto entre China e India en Doklam, Su Santidad señaló que China e India son naciones grandes y antiguas. Tienen que vivir una al lado de la otra. Señaló que desde la llamada liberación del Tíbet, ha habido tropas chinas en la frontera con la India donde antes nunca hubo. Afirmó que el único planteamiento realista es el de lograr un beneficio mutuo. Sugirió que facilitar las gestiones para que los budistas chinos puedan venir a la India en peregrinación podría ser una medida apropiada para fomentar la confianza.
En cuanto a las cuestiones internas, Su Santidad expresó su reconocimiento por el hecho de que el primer ministro Modi fuera tan activo como él. Expresó su aprobación por haber elevado la imagen de la India en el ámbito internacional, puesto que la India es la nación democrática más poblada del mundo. Cuando Chowdhury observó que Su Santidad ha conocido a todos los primeros ministros de la India independiente, él recordó haber conocido bien a Nehru y haber pedido su consejo en varias ocasiones.
Cuestionado acerca de su sucesor como Dalái Lama, Su Santidad se rió y señaló que esto parecía ser algo que preocupaba más al gobierno chino que a él. Sin embargo, admitió que está considerando volver a convocar reuniones de los líderes espirituales del Tíbet para discutir cómo proceder.
Cuando Chowdhury mencionó la opresión que sigue prevaleciendo en el Tíbet, particularmente con respecto a la religión, Su Santidad dijo rotundamente:
«No pedimos la independencia; lo hemos dejado claro desde 1974. Puede ser beneficioso para nosotros permanecer en la República Popular China, necesitamos modernización. Sin embargo, al mismo tiempo tenemos nuestro propio idioma y patrimonio: la Tradición de Nalanda, que hemos mantenido viva durante más de 1.000 años y que debemos seguir conservando. Muchos chinos reconocen ahora que la nuestra es una tradición budista completa y auténtica.»
Su Santidad añadió que, dado que la meseta tibetana desempeña un papel en el cambio climático mundial equivalente al de los polos norte y sur, también es importante que los tibetanos puedan protegerla.
Finalmente, Chowdhury invitó a Su Santidad a comentar sobre las perspectivas del mundo en los próximos 10 a 20 años a lo que Su Santidad respondió:
«La educación moderna en la actualidad es demasiado unilateral, demasiado materialista. Tenemos que ser capaces de enseñar a la gente a cultivar la paz mental. La India es el país que tiene el potencial para combinar con éxito esta educación moderna con la comprensión derivada de los antiguos conocimientos sobre el funcionamiento de la mente y las emociones. Es cuestión de sensibilización.»
«Entonces, ¿está diciendo que los antiguos valores indios pueden ayudar a hacer del mundo un lugar mejor y más pacífico en el futuro?», preguntó Chowdhury.
«Sí —contestó Su Santidad— uno de mis compromisos ahora es la recuperación de la antigua sabiduría india en este país».