Guwahati, Assam, India – Esta mañana el cielo seguía nublado, pero la lluvia había cesado ya cuando Su Santidad el Dalái Lama se dirigió al auditorio de la Universidad de Guwahati. Sus anfitriones fueron la Krishna Kanta Handiqui State Open University (KKHSOU), una universidad estatal establecida en 2005 con el lema La educación más allá de las barreras, y el Lawyers Book Stall, que ha sido durante 75 años muy popular entre los estudiantes locales. El vicerrector de la Universidad, el Dr. Hitesh Deka, ofreció la tradicional bienvenida que incluía el regalo de una bufanda, un chal y un ramo de flores. Describiendo a Su Santidad como «símbolo de paz», también le regaló una cita enmarcada, un libro y un cuadro de una escena de la vida de Buda en la que sometió a un elefante enloquecido. El Dr. SK Nath, de la Universidad de Guwahati, que había proporcionado el lugar para el evento, también ofreció sus felicitaciones.
En una breve introducción al evento, Bhaskar Dutta-Baruah expresó su gratitud a Su Santidad por su participación. Señaló que la desgracia que había acaecido en el Tíbet había beneficiado a muchas otras personas de todo el mundo, que se habían enriquecido gracias a su encuentro con representantes de la Tradición de Nalanda. Dio la bienvenida a Su Santidad a la antigua Kamarupa, una región asociada con los adeptos tántricos Naropa y Luipa, así como con el erudito Atisha.
Dutta-Baruah pidió a Su Santidad que presentara la nueva traducción al asamés de uno de sus primeros libros, sus memorias, 'Mi Tierra y Mi Pueblo'. El libro no sólo cuenta la historia de los primeros años de la vida de Su Santidad, sino que relata lo que sucedió en el Tíbet hasta el punto en que se sintió obligado a escapar. También le presentaron al traductor, Indrani Laskar.
Cuando se le pidió que se dirigiera a las 1.500 personas asistentes al acto, Su Santidad comenzó a su manera habitual. Explicó que saluda a sus oyentes como hermanos y hermanas porque no puede recordar todos los nombres de los dignatarios, pero también porque está convencido de la necesidad de promover la unidad de la humanidad de acuerdo con la idea de que los 7.000 millones de seres humanos que viven hoy en día son como hermanos y hermanas.
«Todos tenemos el mismo deseo de vivir una vida feliz y sin sufrimiento. Sin embargo, también nos enfrentamos a una multitud de problemas, la mayoría de los cuales son obra nuestra. Muchos de ellos se derivan de que nos entregamos a nuestras emociones nocivas. Tengamos o no una actitud egocéntrica, es beneficioso estar motivado por la compasión porque conduce a la autoestima, a tener menos miedo y a una mayor confianza. Cuando estamos motivados por emociones negativas o perturbadoras, esto nos lleva a la desconfianza y a la sospecha.
»La ira puede parecer una fuente de energía, pero es ciega. Nos hace perder el control. Puede que despierte valor, pero de nuevo es un valor ciego. Las emociones negativas, que a menudo surgen de un impulso espontáneo, no pueden ser justificadas por la razón, mientras que las emociones positivas sí pueden. Los científicos sugieren que la ira y el odio constantes socavan nuestro sistema inmunológico. La compasión, que aporta fuerza interior, es buena para nuestra salud».
Su Santidad recordó las conversaciones que ha mantenido con el terapeuta cognitivo Aaron Beck, quien se ha centrado en tratar los problemas que la gente ha asociado con la ira. Beck le dijo que cuando estamos enojados el objeto de nuestra ira parece completamente negativo, pero el 90% de eso es sólo una proyección mental. Su Santidad quedó impresionado por la correlación que reconoció en lo que Nagaryuna enseñó hace más de dos mil años. Puesto que somos animales sociales, no criaturas solitarias como el rinoceronte, nuestra supervivencia depende de los demás. Por lo tanto, la compasión puede ser justificada y defendida a través de la lógica y la razón.
«Hoy —añadió Su Santidad—, diferentes partes del mundo dependen unas de otras. La economía mundial es muy dependiente. Mientras tanto, el cambio climático trae consigo peligros que nos amenazan a todos. La brecha cada vez mayor entre ricos y pobres, y desigualdades como el sistema de castas, una costumbre anticuada, son cuestiones que sólo podemos abordar juntos. Es por eso que necesitamos recordar que como seres humanos somos iguales, en lugar de centrarnos en diferencias secundarias de fe, raza o nacionalidad. Por eso también me considero uno de los 7.000 millones de seres humanos, porque concentrarme en ser el Dalái Lama sería aislarme de los demás.
»Encontramos esta forma de pensar en la tradición de Nalanda. En estos días trato de animar a los jóvenes indios a prestar más atención a lo que el conocimiento de la antigua India puede aportarnos, que es útil en la actualidad. Podemos aprender a enfrentarnos a nuestras emociones. Podemos adoptar el ahimsa o la no-violencia como un modo de conducta, no por miedo, sino por un sentimiento de karuna o compasión. Ahimsa ocurre cuando tenemos la oportunidad de hacer daño pero nos abstenemos de hacerlo.
»Ahimsa y karuna son tesoros indios, como lo es la tradición de la armonía religiosa. Como dije ayer, soy el invitado más antiguo del gobierno de la India y trato de devolver esa hospitalidad siendo un mensajero de estas grandes tradiciones».
Respondiendo a las preguntas del público asistente, Su Santidad explicó que es optimista sobre el futuro porque los científicos han establecido que la naturaleza humana básica es compasiva. Aunque todas las religiones principales enseñan las virtudes del amor y la compasión, estamos en un momento en el que necesitamos una ética basada en el sentido común, la experiencia común y los hallazgos científicos.
Se pidió a Su Santidad que explicara por qué dice que la oración y los rituales religiosos no aportarán cambios en el mismo grado en que lo hará la educación. Señaló que la oración está bien y es buena en lo que respecta a la práctica personal, pero cuando se trata de cambiar el mundo, la gente ha estado rezando durante siglos con muy poco efecto. Lo que traerá el cambio es la educación. En este sentido, estuvo de acuerdo en que la meditación vipashyana, que implica análisis, también puede hacer una contribución positiva.
Reiteró que se considera hijo de la India porque cada fragmento de conocimiento en su cerebro se deriva de la tradición de Nalanda, una tradición india de principio a fin. Al mismo tiempo, dijo, su cuerpo ha sido alimentado durante décadas con arroz, dal y chapatis de la India. Concluyó repitiendo lo que había dicho un erudito tibetano del siglo XV: aunque el Tíbet podría haber brillado como la País de las Nieves permaneció oscuro hasta que fue iluminado por la luz del conocimiento que vino de la India.
Hablando a casi 400 tibetanos de Shillong, Itanagar y otras partes del noreste, Su Santidad les dijo:
«Los tibetanos tenemos una conexión kármica debido a nuestras anteriores oraciones, pero como resultado de la desgracia que sucedió a nuestro país tuvimos que salir. Las personas que permanecen allí todavía se enfrentan con dificultades, pero su espíritu sigue siendo fuerte. Cuando llegamos aquí en 1959, lo único que sabíamos con seguridad era que el cielo estaba arriba y la tierra abajo. En el caluroso clima de la India nos sentimos perdidos. Pedimos ayuda a la ONU, pero Nehru advirtió que los Estados Unidos no irían a la guerra con China por el Tíbet.
»En un esfuerzo anterior por acercarse al mundo, el 13º Dalái Lama envió a algunos niños tibetanos a una escuela de rugby en Gran Bretaña para que recibieran una educación moderna. El año pasado, representantes de la escuela vinieron a verme para conmemorar el centenario de su llegada. Si ese proyecto hubiera seguido adelante, las cosas podrían haber sido diferentes. Podríamos haber establecido relaciones con el resto del mundo».
Su Santidad señaló que en China se está produciendo un cambio. Animó a sus oyentes a tener confianza en sí mismos y a ser felices y a asegurarse de que los niños pequeños que tenía delante aprendieran tibetano. Les aseguró que el sol saldría de nuevo.
Por la tarde, Su Santidad fue el invitado principal del Festival Namami Brahmaputra. Primero se dirigió a las orillas del río, donde fue recibido de nuevo por el gobernador y el ministro principal. Juntos en una cúpula especialmente diseñada, vieron un video que mostraba las formas físicas en las que se aprecia que el Brahmaputra es una verdadera fuente de vida para la región y cómo sus asociaciones místicas son una fuente de fortaleza. Al aire libre, contemplando el río, Su Santidad subrayó que, puesto que desempeña un papel tan importante, la gente necesita aprender a apreciarlo y a cuidarlo. Reconoció el papel del festival y su contribución en este aspecto.
Dentro del auditorio ITA, la función fue inaugurada por el canto estentóreo de los monjes tibetanos. El gobernador, el ministro principal y el director general de los Assam Rifles ofrecieron a Su Santidad la tradicional bienvenida. Le presentaron a un viejo soldado que había formado parte de la tropa que lo escoltó desde la frontera hace 58 años y Su Santidad le firmó fotografías.
El ministro de finanzas, Himanta Biswa Sarma, comenzó su extenso discurso de bienvenida en asamés. Pasando al inglés, describió las relaciones comerciales y culturales que han persistido a lo largo de la historia entre Assam y el Tíbet. Aludió a las cortinas de seda con ilustraciones conocidas como Vrindavani Vastra, que representaban la vida de Krishna que había sido transportada al Tíbet y desde allí fueron llevadas a Gran Bretaña, donde ahora están en posesión del Museo Victoria & Albert y del Museo Británico.
En su discurso, el ministro principal, Sr. Sarbananda Sonowal, se refirió al alcance del Festival Namami Brahmaputra, para poner en relieve la importancia que tiene el río para el país. Declaró que el Brahmaputra es la cultura, la economía y la fuente misma de vida de Assam. Repitió lo que Keats dijo acerca de que una cosa bella es motivo de alegría constante. Expresó su gratitud a Su Santidad, cuya presencia es una fuente de inspiración con relación a los valores humanos y a la cualidad de vivir en paz y armonía. Pidió su bendición para que la gente de Assam conviviera con amor, compasión y respeto mutuo.
El gobernador, Sr. Banwarilal Purohit, dio a conocer un folleto para el próximo Festival de Religiones e hizo un ameno discurso en hindi.
En su discurso, Su Santidad dijo que había disfrutado mucho de su visita de dos días. Apreció la cálida bienvenida que había recibido. Mencionó de nuevo el placer que había sido encontrar después de tanto tiempo a uno de sus escoltas de los Assam Rifles. También se declaró satisfecho por haber tenido la oportunidad de compartir algunas de sus ideas con la gente de aquí, destacando lo atentos que habían estado. Dijo que su única queja era por las inclemencias del tiempo, pero admitió que esto ni el gobernador ni el ministro principal pueden controlarlo.
Esto le recordó una ocasión en Patna en la que el ministro principal había construido un Parque Conmemorativo de Buda que quería que Su Santidad inaugurara.
«En su discurso, el ministro principal expresó la esperanza de que Bihar se desarrollaría y prosperaría como resultado de las bendiciones de Buda. Cuando me tocó el turno de hablar, señalé que si esa era la fuente de la prosperidad de Bihar, eso debería haber ocurrido hace mucho tiempo porque las bendiciones de Buda habían estado presentes desde hacía más de 2.500 años. Le dije que lo que realmente marcaría la diferencia sería que esas bendiciones pasaran por las manos de un ministro principal competente. Y lo repito hoy aquí, en presencia de este ministro principal, que parece ser una persona muy práctica.
«La clave para un desarrollo exitoso es la educación. Nos mantendremos en contacto y cuando el borrador del plan de estudios que estamos preparando para enseñar ética secular desde el jardín de infancia hasta la universidad esté listo, les enviaré una copia. Pueden probarlo y ver cómo funciona».
Entre sus respuestas a las preguntas de los asistentes, Su Santidad se esforzó en explicar que no aprueba que se ofrezcan incentivos a las personas para que se conviertan de una religión a otra. Dijo que es importante que la gente tenga una mayor comprensión de lo que se enseña en las diferentes religiones, y que es igualmente importante que la gente sea libre de elegir en qué creer. Pero, en general, aconseja que lo mejor es seguir la tradición en la que se nació.
El ministro de transporte, Chandra Mohan Patowary, concluyó el evento con unas palabras de agradecimiento antes de finalizarlo con el himno nacional. Su Santidad regresó a su hotel. Mañana visitará la Universidad de Dibrugarh para hablar sobre la Ética en la Educación Moderna.