Leh, Ladakh, J&K, India - La carretera de Shiwatsel a Shey discurre paralela al río Indo, en ciertos puntos serpenteando a través de grupos de estupas blanqueadas. Esta mañana, como de costumbre, grupos de personas locales se alineaban en el camino para ver pasar a Su Santidad el Dalái Lama. Cuando se desvió de la carretera principal, en dirección al convento de Dudjom en la parte alta de Shey, se encontró gente local alineada a ambos lados de la carretera, incluyendo cientos de sonrientes escolares impecables con sus uniformes. Cuando bajó del coche, Su Santidad fue recibido por Urgyen Rimpoché y casi inmediatamente varios miembros de la multitud se abalanzaron sobre él, sacudiendo sus cabezas de un lado a otro, aparentemente poseídos. El contacto o el gesto amable de Su Santidad pareció que los calmaba, mientras los oficiales de seguridad los contenían.
En el umbral del nuevo templo del convento, Su Santidad cortó la cinta, recitó oraciones de consagración y abrió las puertas señalando la inauguración del templo. Al pie de la estatua de unos quince metros de altura de Arya Lokeshvara de mil brazos y mil ojos, encendió una lámpara, antes de tomar asiento frente a los lamas, monjes, monjas y otros invitados allí reunidos. Se sirvió té y arroz dulce ceremonial mientras se recitaban oraciones, incluyendo una evocación del Buda de la Medicina, la Oración de las Siete Líneas al Gurú Padmasambhava y una Alabanza de las Doce Acciones del Buda.
En sus comentarios introductorios, Khenpo Tsewang Rinzin describió los esfuerzos de Urgyen Rimpoché a lo largo de muchos años para preservar las enseñanzas del Buda, entre ellos destacó la fundación de este convento y la construcción de este salón de asambleas que ahora se había finalizado. Expresando su profundo agradecimiento por la presencia de Su Santidad, dijo que, puesto que Su Santidad encarna los actos iluminados de sus predecesores, incluso escuchar su nombre deja una huella especial para la iluminación.
En su comparecencia, Urgyen Rimpoché se refirió a «esta excelente ocasión en la que Su Santidad ha accedido amablemente a nuestra petición y ha venido aquí con una bondad impagable». Mencionó que actualmente 52 monjas pertenecen al convento, de las cuales las más jóvenes asisten a la escuela y a la universidad, mientras que las mayores permanecen en el convento para hacer práctica espiritual. Rimpoché dijo que su principal intención era ocuparse de la educación y la salud de las monjas, con la esperanza de servir al Dharma y a los seres sensibles, a pesar de los limitados recursos. Concluyó con oraciones por la larga vida de Su Santidad.
El Dr. Sonam Dawa, comisario jefe de elecciones del Consejo de Desarrollo Autónomo de Ladakh, habló a continuación. Advirtió que hablaba no tanto desde su cargo oficial sino como residente de Shey. Observó que budistas, cristianos y musulmanes conviven en armonía en esta localidad. Además, desde que Drukchen Rimpoché estableció en los alrededores la escuela Druk Pema Karpo y ahora que Su Santidad ha venido a inaugurar este convento, la gente local se siente bendecida por sus lamas. Finalmente, señaló que después de las devastadoras lluvias que causaron enormes daños en 2010, la organización HelpAge India ha establecido un valioso hogar para personas mayores en la comunidad local.
Seguidamente las monjas, cuatro preguntando y cuatro respondiendo, hicieron una presentación de debate ante Su Santidad, con una discusión sobre sinónimos de «existencia». Poco después se reunieron en torno a Su Santidad y se fotografiaron con él. En ese momento se oyó un agudo ladrido que salía de la parte posterior del templo y entonces un apso gris entró trotando, puso sus patas delanteras en el escalón frente a Su Santidad, lo miró directamente y se marchó moviendo la cola en señal de saludo.
«Aquí en Shey, Urgyen Rimpoché ha trabajado duro —comentó Su Santidad al dirigirse a los allí reunidos—. No sólo ha construido este templo, sino que está haciendo lo necesario para facilitar la educación de estas monjas. Se ha esforzado y la gente local, apoyándolo con devoción, ha contribuido con su ayuda. Realmente aprecio todo lo que se ha hecho aquí, que también incluye salvar la vida de los animales. Esto contrasta con la gran tragedia y obstrucción de las enseñanzas de Buda que ha tenido lugar en el Tíbet. Todos seguimos la misma tradición, pero simplemente rezando para que las enseñanzas florezcan no se alcanza esa meta.
»Para asegurarnos, tenemos que saber de qué tratan las enseñanzas. El gran maestro indio Vasubandhu dijo que las enseñanzas de Buda pueden ser clasificadas como escriturales y experienciales. Para mantenerlas vivas necesitamos tanto estudiarlas como experimentarlas. Esto significa leer las escrituras y aplicar lo que aprendemos ejercitando los Tres Entrenamientos en ética, concentración y sabiduría. En otras palabras, estudio y práctica. Aquí en este convento tenemos monjas que mantienen sus votos, además de estudiar lógica y debate. El propósito general de combatir las emociones negativas no puede lograrse sólo con la oración sino que requiere comprensión y sabiduría.
»Por eso es importante que las monjas incluyan la lógica en sus estudios. Los comunistas chinos solían decir que el budismo es sólo un sistema de fe ciega. Lo rechazaron como un medio de explotar a la gente. Sin embargo, si estudiáis y desarrolláis una sólida comprensión de lo que realmente es el budismo, seréis capaces de explicarlo y responder cuando se cuestione».
Su Santidad señaló que el tiempo no se detiene y sin embargo el futuro puede ser lo que elijamos que sea. Podemos desarrollar una visión del futuro que queremos ver y trabajar para que se haga realidad. Dijo que en ese contexto las monjas de aquí y los niños de la escuela reunidos en el exterior realmente ofrecen esperanza para el futuro, pero que necesitan tanto una educación moderna como una comprensión del mundo interior que les permita alcanzar la paz mental.
Aconsejó a Urgyen Rimpoche sobre la necesidad de dar a las monjas una buena base en las enseñanzas fundamentales de Buda. Para ello se puede recurrir a la Trilogía de Longchenpa sobre cómo encontrar consuelo y tranquilidad, seguida de su Tesoro de principios filosóficos, que las introducirá hacia diferentes puntos de vista. A eso pueden añadir el Tesoro del Mahayana de Longchenpa y el Tesoro de Dharmdhatu. Tomó el pequeño folleto que se había distribuido y que contenía el Sutra del Corazón o La Perfección de la Sabiduría en 25 Versos y dio una explicación sucinta de su contenido.
Dirigiéndose a las monjas, dijo:
«Estudiad bien y podréis convertiros en maestras cualificadas. El pasado mes de diciembre, en el sur de la India, veinte monjas obtuvieron el título de Gueshe-ma en reconocimiento a sus rigurosos estudios durante más de veinte años».
Su Santidad añadió que el estudio ya no debería ser un privilegio de los monjes y monjas. Los laicos también deberían estudiar. Luego dio la transmisión de los mantras de Avalokiteshvara, Manjushri, Guru Padmasambhava, Hayagriva y Vajrakilaya.
Al salir del templo, Su Santidad descubrió la primera piedra del proyecto de HelpAge India para un hogar de ancianos. Luego, partiendo de Shey, se dirigió a Leh, donde fue huésped de las comunidades musulmanas sunitas y chiítas en el Id-gah, un recinto al aire libre reservado para ofrecer oraciones Ramzan.
El presidente de la comunidad sunita saludó a Su Santidad como símbolo vivo de amor y paz. Prometió que la comunidad musulmana del Paso de Zoji a Turtuk seguiría haciendo todo lo posible para mantener la armonía comunitaria en Ladakh. Añadió que a pesar de las acciones de algunas ovejas negras y de los informes distorsionados en los medios de comunicación, el Islam es una religión de paz.
Invitó a Su Santidad a entregar un regalo a una mujer perteneciente a una familia budista que ha cuidado del Id-gah en nombre de la comunidad. Añadió que cuando recientemente quisieron ampliar la propiedad, sus vecinos budistas les dieron el terreno diciendo: «gompa o masjid, son la misma cosa». Después de pedir a Su Santidad que presentara un libro de historia de Abdul Ghanisheikh, terminó diciendo: «Por favor, señor, siga viniendo a Ladakh. Rezamos por su larga vida».
Su Santidad respondió: «Queridos hermanos y hermanas, me siento muy honrado. Estoy feliz de venir aquí una vez más para visitar la comunidad musulmana de Leh. Tengo el compromiso de tratar de hacer de este un mundo más feliz y compasivo, porque como seres humanos todos somos iguales. Nacemos de la misma manera. Como seres humanos compartimos la misma naturaleza compasiva básica. También estoy comprometido a promover la armonía religiosa. Soy un monje budista e incluso podría decir que soy un erudito budista. Necesitamos nuestras diferentes tradiciones religiosas con sus diferentes puntos de vista filosóficos debido a nuestras diferentes necesidades y disposiciones. Millones de personas siguen estas diferentes tradiciones y debemos respetarlas.
«Mi primer contacto con los musulmanes fue donde nací. Luego, en Lhasa, había una comunidad musulmana de unos 2000 miembros. Algunos, de China, eran carniceros y nos proporcionaban carne. Otros eran de Ladakh. Cuando llegaron por primera vez, el Quinto Dalái Lama les dio terrenos para una mezquita y solía invitarlos a funciones estatales. Vivíamos todos juntos en paz.
«En este país, la India, tenemos un ejemplo vivo de que las religiones del mundo pueden vivir en armonía entre sí. He sugerido antes que los representantes de los musulmanes indios consideren la posibilidad de interceder en disputas en otras partes del mundo entre chiítas y sunitas, por ejemplo. Como budista no hay mucho que yo pueda hacer, pero como musulmanes vosotros podríais ser de ayuda.
«Lo que digo a menudo en estos días es que usar la etiqueta 'terrorista musulmán' es un error. Si alguien se embarca en actos de terrorismo, deja de comportarse como verdadero musulmán. Me han dicho que un seguidor del Corán debe respetar a todas las criaturas de Alá y que quien derrama sangre ya no es un verdadero musulmán. Es más, repito lo que Farooq Abdullah me explicó sobre que la yihad es en realidad una lucha interna contra nuestras emociones negativas. Por este tipo de razones dejé claro en una conmemoración del evento del 11 de septiembre en Washington DC que era un error criticar a toda la comunidad musulmana por la maldad de unos pocos».
Su Santidad informó de que, en su reciente visita a Zanskar, donde aparentemente ha habido fricciones entre las comunidades budista y musulmana, aconsejó a ambas que, dado que tienen que vivir juntas, deben ayudarse mutuamente y tratar de no boicotear las tiendas de unos y otros.
También quedó impresionado cuando en Srinagar conoció a musulmanes que solían vivir en el Tíbet, cuyos jóvenes habían aprendido a hablar el exquisito dialecto de Lhasa de sus padres. Ha aconsejado también al Sikyong que estudie la posibilidad de emplear a algunos de ellos en la Administración Central Tibetana.
Al terminar, ofreciendo palabras de agradecimiento en Ladakhí, el presidente de la comunidad chiíta deseó que Su Santidad tuviera una larga vida, deseo que fue recibido con un aplauso unánime. Su Santidad disfrutó entonces de un delicioso almuerzo con sus anfitriones, antes de regresar al Phodrang de Shiwatsel.