Bodhgaya, Bihar, India, 5 Enero 2017 – Su Santidad el Dalái Lama esta mañana de nuevo participó en los ritos preparatorios para la Iniciación de Kalachakra. La construcción del mandala de arena avanza a buen ritmo. Después de varios días nublados, hoy ha salido el sol.
Se estima que hasta el momento han llegado aquí para la Iniciación de Kalachakra unas 100.000 personas procedentes de 85 países y siguen llegando más. De pie en el trono y antes de tomar asiento, Su Santidad dio la bienvenida a la multitud saludando con la mano a los asistentes reunidos a su izquierda, a su derecha y frente a él. Anunció que primero los monjes Theravada recitarían el Mangala Sutta en pali. Luego, un grupo de niños de la escuela local cautivó a los asistentes recitando el Sutra del Corazón en sánscrito. Le dijeron a Su Santidad que habían tardado un mes en memorizarlo.
Su Santidad mencionó que la tradición pali es la base de las enseñanzas de Buda y recordó el respeto que tiene por el Sangharacha (jefe de la orden de monjes budistas) que conoció en Tailandia. Con relación a la tradición sánscrita indicó que inicialmente se extendió por China y desde allí pasó a Vietnam, Corea y Japón. Otra rama de la transmisión llegó al Tíbet y desde allí pasó a Mongolia Interior y Exterior y a las Repúblicas Soviéticas de Buriatia, Kalmukia y Tuva.
La tradición pali es la base de todas las enseñanzas de Buda pero sólo la tradición sánscrita utiliza el razonamiento y la lógica. A pesar de que los tibetanos hasta un cierto punto estudian sánscrito, tal como hizo Su Santidad con su tutor principal Ling Rimpoché, pueden estudiar más fácilmente en su propio idioma, el tibetano. Esto es gracias a la generosidad de Shantarakshita, quien, aparte de ordenar a los primeros siete monjes tibetanos, recomendó y fomentó la traducción de la literatura budista al tibetano. Como muestra se recitó el Sutra del Corazón en tibetano. Su Santidad comentó que existen traducciones extensas, medianas y cortas de los sutras de la Perfección de la Sabiduría. Su contenido explícito es la sabiduría que comprende la vacuidad, que Nagaryuna desarrolló en sus escritos. Su contenido implícito, cómo progresar en el camino, lo desarrolló Maitreya en su Ornamento de la Realización Clara y el comentario de Haribadra Significados Claros sobre este texto.
Khenpo Sonam Temphel y el veterano doctor tibetano Dr. Yeshi Dhonden llevaron a cabo la ofrenda del mandala y de las tres representaciones del cuerpo, habla y mente de la iluminación.
«Es importante implementar la práctica del Dharma —aconsejó Su Santidad—. Todos queremos ser felices y no sufrir y la felicidad llega cuando disciplinamos la mente. Como dije el otro día, recibir la Iniciación de Kalachakra trae consigo bendiciones pero deberíamos ser capaces de basar nuestra práctica en la estructura general del camino. Podemos hacer nuestra práctica de tantra sobre esta base. En el Tíbet teníamos tendencia a dar por hecho el budismo pero no pensábamos mucho sobre ello. Ahora tenemos que ser budistas del siglo XXI y descubrir lo que realmente es».
Su Santidad explicó que daría enseñanzas sobre la Guía de la Forma de Vida del Bodisatva de Shantideva, que explica cómo igualarse e intercambiarse con otros, incluyendo asimismo un capítulo sobre sabiduría. Dará también enseñanzas sobre el volumen medio de las Etapas de Meditación de Kamalashila.
«Yo recibí la transmisión leída de la Guía de Khunu Lama Rimpoché Tenzin Gyaltsen y las Etapas de Meditación del Abad Sakya Sangye Tenzin, aquí en Bodhgaya. Sangye Tenzin me dijo que cuando estaba yendo de peregrinaje a Samye lo escuchó de un Lama que se sentaba en el trono que había utilizado Shantarakshita. Transformar la mente sobre la base de estas enseñanzas depende de leer y pensar sobre ellas una y otra vez. Es por ello que he pedido a los organizadores que distribuyan copias de estos libros».
Su Santidad recordó a los asistentes que todos los siete mil millones de seres humanos vivos actualmente nacieron de la misma manera y morirán igualmente. Todos estamos sujetos a emociones negativas y necesitamos desarrollar amor y compasión porque todos queremos ser felices. Insistió en que la felicidad y el sufrimiento dependen del control de la mente. Esto es lo que diferencia el budismo de otras tradiciones religiosas.
Observó que muchos de los problemas a los que nos enfrentamos en el mundo actual son creados por nosotros mismos porque insistimos en resaltar divisiones de nacionalidad, raza, credo, procedencia social, etc. Admitió que estas diferencias existen, pero que tienen una importancia secundaria. Dijo que necesitamos cultivar un sentimiento de compasión imparcial, que no esté afectado por el apego, que sea capaz de ver que incluso nuestro enemigo merece la felicidad.
«En estos días la educación tiende a concentrarse en objetivos materiales. Buscamos gratificación sensorial en la música o en cosas bonitas a las que mirar, saborear o tocar. Podemos disfrutar viendo un partido pero una vez termina, acaba también el placer. Lo que realmente necesitamos es una felicidad que esté enraizada en el poder de la mente. Para conseguirlo necesitamos comprender el funcionamiento de la mente y las emociones y lo podemos descrubrir en el antiguo conocimiento indio. El sufrimiento surge como resultado de una mente indisciplinada y una manera de dominar nuestra mente es desarrollando amor y compasión».
Su Santidad repitió lo que a menudo dice, que él es simplemente uno de los siete mil millones de seres humanos. Dijo que pensar que somos especiales es separarnos, es crear una barrera que sólo nos aislará. Por otra parte si sonreimos, los otros tenderán a sonreirnos también.
«Como monje budista —comentó Su Santidad— recuerdo que soy un monje incluso en mis sueños. La práctica de las enseñanzas me ha ayudado mucho y estoy convencido de que si la gente es sincera, puede realmente beneficiarse de su práctica espiritual. A pesar de las diferencias filosóficas todas las religiones transmiten el mismo mensaje acerca de la importancia de cultivar amor y compasión. En India encontramos una antigua tradición de convivencia armoniosa entre las diferentes tradiciones religiosas.
«Como tibetano, aunque me retiré de los asuntos políticos en 2011, me preocupa la supervivencia del idioma, la religión y la cultura tibetana, así como la protección del medio ambiente natural del país. Hoy en día, la lengua tibetana es el medio más apropiado para traducir con exactitud los matices de la filosofía budista».
Cuando Su Santidad empezó a leer las Etapas de Meditación, recordó que en tiempos de Songtsen Gampo hubo unos primeros contactos con el budismo, pero fue Trisong Detsen quien invitó a Shantarakshita al Tíbet, quien inmediatamente respondió. Se incorporó a Guru Padmasambhava para que venciera los obstáculos para el establecimiento del budismo, un proyecto que involucró a los tres –Abad, erudito y emperador.
El Monasterio de Samye incorporó departamentos de concentración, traducción, etc. En el departamento de meditación estaban los monjes chinos. Estos afirmaban que podías llegar a la iluminación a través de la meditación no-conceptual sin necesidad de estudiar o analizar las enseñanzas. Se invitó a Kamalashila para que cuestionara esta posición y como resultado compuso en el Tíbet las Etapas de Meditación. Su Santidad anunció que aparte de dar algunas explicaciones quería dar una transmisión completa leída de estos dos textos que estaba leyendo.
Presentó las enseñanzas de una manera que implica explicar primero las Dos Verdades y, basándose en ellas, las Cuatro Nobles Verdades cuya valoración refuerza la toma de refugio en las Tres Joyas.
Su Santidad leyó los primeros versos de la Guía de la Forma de Vida del Bodisatva antes de pasar a los versos introductorios del capítulo nueve, el capítulo de la sabiduría, que aclara que las enseñanzas que realmente llevan a alcanzar la iluminación son aquellas sobre las Dos Verdades. Esto es debido a que el principal obstáculo para la iluminación es la idea equivocada acerca de la verdadera existencia y esta idea queda socavada cuando se comprende que las cosas no existen de la manera en que aparecen.
Mencionó la ilustración de la Rueda de la Vida, que a menudo se encuentra en las entradas de los templos, y cómo, en el dibujo que hay en el centro de la rueda vemos la ignorancia, el deseo y el odio representados como un cerdo, un gallo y una serpiente. Alrededor, formando el círculo exterior, están los doce vínculos de surgimiento dependiente. El primero es la ignorancia, representada por un invidente. Se rio y sugirió que sería muy útil si los cuidadores de los templos fueran capaces de explicar estas cosas.
«Las entidades no existen de la manera que aparecen, familiarizad vuestra mente con esto».
Su Santidad pasó a leer el primer capítulo y observó que si se cultiva la mente del despertar y la comprensión de la vacuidad se puede garantizar un buen renacimiento en la próxima vida. Citó un verso del capítulo ocho:
Si no intercambio mi felicidad
por el sufrimiento de los demás,
no sólo no alcanzaré la budeidad,
tampoco en el samsara obtendré felicidad.
Sus observaciones finales fueron:
«Leed el libro. Pensad en lo que dice y aplicadlo a vuestra vida. ¿Estáis de acuerdo conmigo?».
Las enseñanzas continuarán mañana.