Disket, Valle de Nubra, J&K, India - Su Santidad el Dalái Lama se hospeda en el Monasterio Disket Phodrang. Esta mañana, de camino al lugar de las enseñanzas, se detuvo para hacer una breve consagración en el nuevo salón de actos. Al llegar al lugar de las enseñanzas, recibió y devolvió los saludos de la gente mientras se dirigía al trono. Antes tomar asiento saludó al público reunido a la izquierda, a la derecha y frente a él. Se recitó el Sutra Recordando las Tres Joyas seguido del Sutra del Corazón y la Alabanza a los Diecisiete Maestros de Nalanda.
«Hoy, vais a escuchar una disertación del Dharma —comenzó diciendo Su Santidad—. En el Tíbet y en todas las regiones del Himalaya, la gente tiende a pensar en el Dharma en términos de recitar mantras o realizar rituales. Los Gelukpas pueden pensar en las ‘Etapas del Camino’. Tengo 82 años, he visto muchas cosas y pienso que hemos estado demasiado acostumbrados a centrarnos en enseñanzas que estaban destinadas a grupos o individuos específicos en lugar de en la estructura general de las enseñanzas. Aquí y ahora, en el siglo XXI, cuando todo el mundo está tan ocupado, prefiero introducir a la gente al budismo resumiendo el contenido de nuestros 300 volúmenes de literatura budista clásica.
«Las Cuatro Nobles Verdades fueron dadas en un contexto público abierto, pero no fue así con las enseñanzas de la Perfección de la Sabiduría. En consecuencia, hay quienes afirman que el Mahayana no son las enseñanzas de Buda, igual que hay otros que afirman que el Tantra tampoco son enseñanzas de Buda. Es debido a estos reparos que necesitamos prestar más atención a la estructura general de las enseñanzas. Tanto si seguimos a los Ñingma y sus enseñanzas Kama y Terma o a los Geluk y los linajes Sergyu, Ensa y Shungpa, nuestra atención sobre las enseñanzas especializadas se convierte en una base de diferenciación.
«La tradición Pali enseña que Buda sólo dio un giro de la rueda del Dharma. La tradición sánscrita, por otro lado, habla de tres giros de la rueda. El primer giro se refería a puntos de vista filosóficos de escuelas de pensamiento como la escuela Vaibhashika y a la disciplina monástica, el segundo a la perfección de la sabiduría, incluyendo la visión de Madhyamaka, y el tercero fue la fuente de la escuela de Sólo Mente. Otra forma de contemplar esto es ver las Dos Verdades como la base, el método y la sabiduría como el camino, y los dos cuerpos de Buda como el resultado. Esto concuerda con el enfoque lógico de los Madhyamakas. Cuando comprendáis esto seréis capaces de combatir las objeciones sobre las enseñanzas de Buda.
«Comenzando con las Dos Verdades y siguiendo con las Cuatro Nobles Verdades, el discípulo puede llegar a comprender la verdadera cesación y el verdadero camino y que estos se pueden lograr porque tenemos la naturaleza de Buda».
Su Santidad señaló que debido a que las enseñanzas de Buda pueden ser presentadas en términos de lógica y razonamiento, los aspectos de las mismas relacionados con la mente y demás aspectos son de interés para los científicos. La lógica y la razón también tienen un papel en relación con los tres tipos de objetos de conocimiento —fenómenos que son manifiestos y obvios; otros que están ligeramente ocultos y otros que están muy ocultos—. Para entender los fenómenos extremadamente ocultos es necesario confiar en la autoridad textual o en una persona experimentada.
Su Santidad aclaró que las enseñanzas sobre temas como la vacuidad pueden ser verificadas por la experiencia y declaró que ha optado por rechazar la existencia del Monte Meru explícitamente porque ni él ni ninguna otra persona ha tenido ninguna experiencia sobre él. Sugirió que si existiera deberíamos ser capaces de verlo mientras viajamos por el mundo, y sin embargo no lo hemos visto. Añadió que la razón por la que Buda apareció en el mundo fue para enseñar las Cuatro Nobles Verdades, no las dimensiones del mundo u otros aspectos de la cosmología.
«En términos generales, el Dharma es algo que necesitamos. Hay una tendencia a pensar que la riqueza, la propiedad, el nombre y la fama son suficientes. Si nos proporcionaran tranquilidad y desarrollo mental, eso sería bueno, pero frente a desastres naturales como inundaciones, sequías y terremotos, no son de gran ayuda. Muchos de los otros problemas a los que nos enfrentamos son obra nuestra. Podemos cambiarlos y modificar cómo nos afectan transformando nuestras mentes.
«Puede haber seres sensibles en otras partes del universo, pero no podemos hacer mucho para ayudarlos. Tampoco hay mucho que podamos hacer para ayudar a las aves, animales e insectos que vemos en este mundo. Aquellos a los que podemos ayudar pertenecen a los 7.000 millones de seres humanos que viven hoy en día. Todos ellos quieren ser felices en lugar de sufrir y nosotros podemos ayudarles a entender el valor de la paz mental. Es muy valioso comprender las ventajas del amor y la compasión y las limitaciones de la ira y el miedo».
Reiteró que todas las religiones principales tienen el potencial de promover y mejorar la práctica del amor y la compasión, la armonía y el respeto entre ellas no sólo es importante sino que es factible.
«Estamos aquí reunidos para escuchar las enseñanzas que comenzaron con Buda. Después de su iluminación se dice que él pensó:
He encontrado un dharma semejante al néctar, profundo y calmo,
sin elaboraciones mentales, luminoso y no compuesto.
A quienquiera que lo muestre, nadie será capaz de comprenderlo,
mejor, pues, callar y quedarme en este bosque.
«Al final, dio un giro a la rueda del Dharma enseñando las Cuatro Nobles Verdades. En ese primer giro de la rueda se refirió a la ausencia de entidad. En el segundo giro, profundizó sobre ello y explicó que no sólo la persona está vacía de existencia inherente, sino que también lo están los agregados psico-físicos. En el tercer giro, enseñó la vacuidad de la naturaleza de Buda. Me parece útil personalizar el razonamiento cuádruple que encontramos en el Sutra del Corazón haciendo esta reflexión: ‘Yo soy vacío, la vacuidad soy yo; la vacuidad no es otra que yo y yo no soy otro que la vacuidad’. Ahora veamos las Etapas de la Meditación».
Su Santidad señaló que las Etapas de la Meditación tienen un significado especial para los tibetanos. Fueron solicitadas y escritas en el Tíbet en un momento en que el Tíbet era un imperio poderoso. Shantarakshita había ordenado a los primeros monjes y establecido Samye como el primer monasterio. Dentro de él había departamentos de traducción, celibato, meditación, etc. Los monjes chinos en el departamento de meditación comenzaron a enseñar que el estudio era innecesario y que la meditación por sí sola era suficiente para alcanzar la Budeidad. El distinguido discípulo de Shantarakshita, Kamalashila, fue invitado a cuestionar este punto. Se enfrentó a los monjes chinos en el debate y ganó. Como resultado, escribió la trilogía de las Etapas de Meditación.
Su Santidad, después de referir que había recibido del abad Sangye Tenzin una explicación de toda la obra, quien a su vez la había escuchado de un Khampa Lama en Samye, comenzó a leer el texto, cubriendo las secciones iniciales: ¿Qué es la mente? Adiestramiento de la mente, Compasión, Desarrollo de la ecuanimidad y la Raíz de la bondad. Comenzó a leer ‘Identificación de la Naturaleza del Sufrimiento’.
Después del almuerzo, Su Santidad se reunió con unos 300 estudiantes de las escuelas de Nubra y 200 monjes y monjas que habían participado en el Gran Debate de Verano. Los saludó a todos y expresó su esperanza de que el siglo XXI fuera diferente del siglo anterior, que estuvo marcado por una tremenda violencia. Alentó a los jóvenes a que comprendieran que con determinación y una visión clara sería posible crear una era más pacífica y feliz, pero que sería necesario que la gente pensara no sólo en su propio bienestar, sino en el bienestar de la humanidad en su conjunto.
Varias estudiantes hicieron preguntas. La primera se refería a cuanto mérito se consigue al lograr el camino de la preparación. Aclaró que lo que la impulsó a hacer esta pregunta fue un verso de la ‘Guía del Modo de Vida del Bodisatva’ que menciona que el mérito acumulado en más de 1000 eones podría ser destruido por un momento de ira. Su Santidad dejó claro que el versículo en cuestión se refiere a la ira de un Bodisatva inferior con un Bodisatva superior. La ira de una persona ordinaria es negativa, pero no tan destructiva.
La pregunta de otro estudiante sobre la observancia de los cinco preceptos de un laico como lo sería un estudiante, indujo a Su Santidad a señalar que, salvo el último, que se refiere a una visión errónea y debe ser interpretado por cada creencia de acuerdo con su propia tradición, todas las religiones observan evitar los diez actos impuros.
Una pregunta sobre la impermanencia burda y sutil provocó la respuesta de que nacer, vivir y finalmente morir es un ejemplo de la primera. La impermanencia sutil implica el cambio momentáneo. Está implícito en la causa de la entidad en sí más que en el resultado de cualquier intervención adicional. Su Santidad comentó que se puede ver el cambio momentáneo que se está produciendo a través de un microscopio. Otro estudiante quería conocer la interpretación budista del «big bang». La respuesta de Su Santidad mencionó períodos de surgimiento, permanencia y destrucción y observó que los científicos sólo se preocupan por el más reciente «big bang», pero no es irrazonable creer que otros hayan tenido lugar antes que él.
Un monje planteó la cuestión de la existencia o no del Monte Meru. Su Santidad le preguntó si estaba de acuerdo en que no había ningún elefante delante de él. El monje estuvo de acuerdo en que no podía ver ningún elefante, pero sugirió que a veces decimos que el no poder ver algo no significa que no exista. El Ganden Trisur, Rizong Rimpoché señaló que la inexistencia del Monte Meru tiene implicaciones para otros lugares como el reino celestial de Tushita.
Observando que es habitual decir que la discriminación de castas no tiene cabida en el budismo, una monja buscó la reacción de Su Santidad a una pregunta que se formula en los procedimientos de ordenación. La pregunta es la siguiente: «¿Eres hijo o hija de un herrero?» Su Santidad respondió que nunca lo había visto, así que no tenía nada que decir, pero recordó que Buda había aconsejado a un rey que ignorara los orígenes Upali en la familia de un barbero y que le mostrara respeto en base a sus conocimientos y práctica.
Al finalizar la reunión, Su Santidad agradeció a los estudiantes por sus significativas preguntas y les animó a prestar más atención a los textos clásicos de los maestros indios, como los panditas de Nalanda. Añadió que los musulmanes también podrían beneficiarse de aprender más sobre la lógica y la epistemología. Ambas áreas de estudio se pueden hacer mejor en el idioma tibetano, idioma que los ladakhíes son capaces de leer a pesar de tener su propio dialecto hablado.
Mañana Su Santidad continuará enseñando las Etapas de Meditación y las Treinta y Siete Prácticas de los Bodisatvas.