Thekchen Chöling, Dharamsala, HP, India. Mientras Su Santidad el Dalái Lama se sentaba al comienzo del tercer día de la Conferencia de Mente y Vida de esta mañana, Richard Davidson, el moderador de hoy, le preguntó cuánto tiempo había dormido. «Nueve horas», respondió, y continuó contando la historia de un líder político que conoció en Arunachal Pradesh y que hizo la misma pregunta. Su Santidad le dijo que había dormido nueve horas y que se había levantado a las tres de la madrugada para meditar y agudizar su mente para poder engañar mejor a la gente. El político se rió y replicó que como él sólo había dormido seis horas, obviamente no estaba preparado para engañar a la gente.
Davidson dijo que después de escuchar acerca de la ciencia básica detrás de SEEL el primer día y ver ejemplos de ello en acción ayer, hoy y mañana se dedicará a examinar los componentes clave de estos programas. Presentó a Amishi Jha y Sona Dimidjian, que hablarían sobre la metaconciencia y el entrenamiento de la atención en su trabajo, añadiendo que Thupten Jinpa terminaría la sesión, valorando estos temas desde una perspectiva budista.
Amishi Jha investiga la atención y la metaconciencia. Un ejemplo frecuente es el de alguien que tiene la intención de leer un libro. Comienza la lectura, pero llega un momento en que se da cuenta de que su mente ha estado vagado y de hecho no ha estado prestando atención. Esa toma de conciencia es un ejemplo de metaconciencia, una conciencia explícita del contenido actual de su conciencia. La atención permite la selección de un objeto elegido y el procesamiento preferencial de ese objeto. Es como encender una antorcha en un cuarto oscuro. Se puede mover el foco de una cosa a otra y se puede enfocar tanto en el interior como en el exterior.
Jha presentó experimentos para medir la atención y la metaconciencia que incluyen imágenes superpuestas de un rostro y una casa. Se pide al participante que preste atención al rostro o a la casa y que responda a preguntas al respecto. Otro experimento involucra una aburrida serie de rostros que se iluminan con la aparición ocasional de un rostro al revés. Si el participante está prestando atención, puede oprimir un botón para indicar que está viendo la cara al revés, de lo contrario esto muestra que su mente se ha distraído.
Su Santidad señaló que hay una diferencia categórica entre el pensamiento mental y la percepción. Los animales pueden tener una percepción sensorial más aguda, pero los seres humanos son mejores para pensar.
«Cuando hablamos de conciencia tenemos que distinguir entre los niveles de percepción conceptual y sensorial. —dijo— Cuando estás pensando seriamente no prestas atención a tu experiencia perceptiva. Esto es algo sobre lo que tenemos que educar a la gente. Existe la necesidad de una comprensión más profunda de los diferentes niveles de conciencia. Si no se distingue entre los niveles sensorial y mental de la conciencia, esto sólo conduce a la confusión. Es por eso que a veces sugiero que comparada con la antigua comprensión india del funcionamiento de la mente, la psicología occidental moderna está en un nivel muy preliminar».
Amishi Jha comentó que la capacidad de prestar atención es un elemento importante en el entrenamiento mental. Sin embargo, en un nivel ordinario nuestra habilidad para reconocer cuando nuestra mente ha vagado es muy pobre.
Sona Dimidjian habló sobre su trabajo con el entrenamiento mental en un contexto clínico. Ella trabaja particularmente en tratar de prevenir y aliviar la depresión entre las mujeres embarazadas y las madres poco después del parto. Aceptamos que se preste atención a la salud física de las madres, pero su salud mental también es importante. Ella ha observado que las personas involucradas en la Terapia Cognitiva Basada en la Atención Integral (MCBT, por sus siglas en inglés) permanecen en mejor forma que las que reciben el cuidado habitual.
Su Santidad observó que cuando una persona está deprimida, ni siquiera la exposición a bellos paisajes despierta su interés. Por otro lado, alguien que tiene paz mental y calma interior como resultado de su práctica de compasión y su comprensión del vacío tiende a no desanimarse tan fácilmente.
Dimidjian señaló que las personas que han estado deprimidas están ansiosas por evitar el regreso de su pena y entusiastas por participar en el entrenamiento de atención plena, lo que puede implicar prestar atención a la actividad corporal, luego a la actividad mental y luego a los pensamientos difíciles. En este sentido, la metaconciencia implica cultivar la conciencia de los pensamientos y sentimientos sin identificarse con ellos, sin distracciones, sino con bondad. La metaconciencia permite el auto-respeto, el trato amable, la comprensión de que no eres tus pensamientos y la visión de las cosas desde una perspectiva más amplia.
Su Santidad volvió a comparar el bienestar físico y el mental. Si nuestra salud física es básicamente buena, podemos combatir las infecciones virales. Del mismo modo, si nuestra salud mental es buena, los pensamientos o experiencias negativas no afectarán nuestra moral. Dado que muchas personas confían en los científicos, éstos tienen la responsabilidad de ayudar al público a comprender la necesidad de la salud mental así como la de la salud física.
Después de una pausa para tomar el té, Thupten Jinpa dejó de lado su papel como traductor para hablar sobre los puntos de vista budistas sobre la atención y la metaconciencia. Eligió citar el quinto capítulo del Modo de Vida del Bodhisattva de Shantideva: «Alerta» como su fuente. Señaló que Shantideva estaba interesado en proporcionar un marco para que sus colegas monásticos siguieran una vida basada en el altruismo. Estaba a punto de mencionar otra fuente, el Satipatthana Sutta cuando intervino Su Santidad:
«El mismo Buda emergió de las tradiciones indias para entrenar la mente. Pasó seis años practicando austeridades, pero no sólo ayunaba, sino que también se dedicaba a la meditación profunda. Siguió prácticas que le precedieron quizás mil años. Hoy en día me considero un mensajero del antiguo pensamiento indio, que en muchos sentidos era una tradición mayor que la de Buda».
El Dr. Jinpa aclaró que en la tradición budista la atención plena es una facultad que permite retener la atención hacia un objeto elegido, mientras que la metaconciencia implica observar procesos en curso dentro del cuerpo y la mente. Citó la declaración de Shantideva:
23.
A los que desean proteger su mente
con mis manos unidas les ruego
que mantengan la atención y la introspección
aun a costa de sus vidas.
El objetivo que se pretende es proteger los preceptos éticos protegiendo la mente mediante la aplicación de la atención plena y la metaconciencia.
Shantideva define meta-conciencia de la siguiente manera:
108.
Examinar constantemente
el estado y las acciones del cuerpo y la mente:
eso tan solo define brevemente lo que es
mantener la introspección vigilante.
La atención plena debe hacer guardia:
33.
Cuando la atención plena está de centinela,
para proteger la puerta de la mente,
la introspección estará también presente
e incluso regresará si desapareciera.
Si guardamos la puerta de la mente, podemos regular nuestro comportamiento. Para tener éxito, se requieren dos elementos que monitoreen: la conciencia y la autoconciencia. Una es la condición de la atención plena y la otra es su resultado. Jinpa sugirió que hay una oportunidad clara para la cooperación fructífera entre las tradiciones contemplativas y la ciencia en el cultivo de la atención plena y la metaconciencia.
En una discusión subsiguiente, durante la cual Su Santidad notó que la atención es necesaria no sólo cuando se cultiva la concentración unificada, sino también cuando se practica la meditación analítica, Amishi Jha preguntó: «¿Por qué la mente vaga, para empezar?». Él pensó por un momento y contestó: «Una explicación es que así son las cosas», lo que provocó una risa apreciativa. Después de reflexionar, añadió que también podría ser, por ejemplo, el resultado de la inteligencia y de una curiosidad itinerante.
La sesión concluyó. Su Santidad se fue a casa y volverá mañana.