Yokohama, Japón - Su Santidad el Dalái Lama llegó al lugar de enseñanza esta mañana temprano y cuando subió al escenario la sala aún estaba llena. Saludó con cariño a viejos amigos entre los monjes reunidos alrededor del trono antes de sentarse en su propio asiento. Animó a los que recitaban el Sutra del Corazón en japonés a que comenzaran y, cuando terminaron, se dirigió a una multitud de 5.000 personas, entre japoneses, taiwaneses, coreanos, mongoles, rusos y chinos de todo el este de Asia.
«Aquí estoy de nuevo en Japón, feliz de estar entre viejos amigos y también entre tanta gente de otros países —los saludo a todos—. No han venido aquí sólo por diversión, sino para escuchar las enseñanzas budistas. Este siglo XXI es una época de gran desarrollo técnico en la que se habla de crear inteligencia artificial. Imagino que pueden crear dispositivos que emulan la conciencia sensorial, pero están muy lejos de reproducir la conciencia mental. Sin embargo, este es un momento en el que podríamos preguntarnos si la religión sigue siendo relevante.
»Los 7.000 millones de seres humanos que viven hoy en día quieren ser felices; no quieren sufrir. Nos asedian cada vez más desastres naturales frente a los que no podemos hacer mucho, pero la matanza masiva, la inanición de los inocentes y el abandono de los pobres y necesitados son problemas de los que la gente es responsable. Lo peor de todo es matar en nombre de la religión. Todos queremos cuidar de nosotros mismos, pero cuando nacimos nos nutrimos de nuestras madres. La evidencia de los experimentos con bebés antes de que puedan hablar ha llevado a los científicos a concluir que la naturaleza humana básica es compasiva.
»Los científicos también han descubierto que mientras que la ira y el miedo constantes socavan nuestro sistema inmunológico, tener una actitud compasiva lo refuerza. Las familias cuyos miembros tratan a otros con confianza y afecto son felices, mientras que aquellos que desconfían y son celosos son infelices. El amor y la compasión unen a las personas; el enojo las separa.
»El desarrollo material y la comodidad física por sí solos no alivian la infelicidad, pero si estás relajado y tienes paz mental, nada de lo que ocurra a tu alrededor te molestará. No es la sofisticación de los dispositivos que poseemos lo que nos da tranquilidad, sino las cualidades humanas como el amor y la compasión. Estas cualidades, junto con la tolerancia, el contento y la autodisciplina, son lo que todas las religiones enseñan; por lo tanto, todavía necesitamos la religión hoy en día. Nuestras diferentes tradiciones pueden adoptar diferentes posiciones filosóficas, pero todas ellas están dirigidas a cultivar el amor y la compasión. De mis muchos amigos hindúes, jainistas, musulmanes, judíos, cristianos, sijs, así como budistas, que son sinceros seguidores de sus propias tradiciones, lo que todos ellos tienen en común es la calidez de corazón. Por lo tanto, me comprometo a promover la armonía interreligiosa.
»Estamos atrapados en el ciclo de la existencia por el karma y las emociones nocivas. Si pensamos en las desventajas de la autoestima y el egocentrismo y cultivamos el amor y la compasión por los demás, podemos superar los obstáculos y progresar en el camino».
Su Santidad también dejó claro su compromiso de preservar la religión y la cultura tibetanas, específicamente la Tradición de Nalanda establecida por Shantarakshita en el siglo VIII. Lo que la distingue de otras tradiciones es la forma en que adopta un enfoque razonado y lógico para el estudio de la filosofía y la psicología. Su Santidad considera que es este enfoque el que ha permitido el desarrollo de un diálogo fructífero entre eruditos budistas tibetanos, contemplativos y científicos.
Señaló que en el curso de la traducción de la literatura sánscrita budista al tibetano, el lenguaje se refinó hasta tal punto que sigue siendo el medio más preciso para expresar el sutil conocimiento budista actual. Con cierta satisfacción mencionó que las monjas que han completado el curso tradicional de estudios rigurosos han recibido recientemente el título de Gueshe-ma. Ellas también están haciendo su parte para mantener viva la Tradición de Nalanda.
«La esencia del budismo es cultivar la mente despierta de la bodichita y la comprensión de la vacuidad —comentó Su Santidad mientras dirigía su atención al Sutra del Corazón y a un conciso comentario al respecto del acharya Jnanamitra—. Estos han sido el foco de mi práctica hasta ahora. Cuando hago el esfuerzo siento que tengo alguna experiencia y creo que si desarrollara la concentración podría llegar al camino de la preparación en esta vida».
La referencia al Sutra del Corazón como perteneciente a las enseñanzas de la Perfección de la Sabiduría que son parte de la tradición sánscrita llevó a Su Santidad a explicar su renuencia a usar los términos Hinayana y Mahayana. Prefiere evitar las connotaciones de que un vehículo es inferior y el otro superior y prefiere referirse al lenguaje en el que fueron escritos: el palí y el sánscrito. No sólo las Cuatro Nobles Verdades, sino también las instrucciones para la disciplina monástica, ambas fundamentales para todas las tradiciones budistas, fueron recogidas primero en Pali.
El segundo giro de la rueda del dharma, recogido en sánscrito, consistió en las enseñanzas de la Perfección de la Sabiduría cuya instrucción explícita es la ausencia de la existencia intrínseca. Para las personas inclinadas a caer en el nihilismo cuando se les presenta esa idea, durante el tercer giro de la rueda el Buda enseñó las tres naturalezas: la naturaleza imputada que no implica ninguna existencia intrínseca; la naturaleza subordinada que no es una naturaleza auto-creada, y la naturaleza perfecta que carece de una existencia última e independiente. En ese momento también enseñó sobre la naturaleza y la sabiduría de Buda en el momento de la muerte. Estos aspectos contribuyeron a la composición del Sublime Continuum (Uttaratantra) de Maitreya.
Recordando a su audiencia que las cosas no existen tal como aparecen, Su Santidad presentó un desafío: «Mírenme, lo que ven es mi cuerpo, escúchenme y lo que escuchan es mi voz, pero ¿dónde está el Dalái Lama? En el Sutra del Corazón leemos 'la forma está vacía'. Nagaryuna dice: 'No existe nada que no haya surgido de manera dependiente. Por lo tanto, no existe nada que no esté vacío'. La aparición de los fenómenos elimina el extremo del eternalismo; ver los fenómenos como vacíos elimina el nihilismo. La forma está vacía y la vacuidad es la forma porque la forma surge de manera dependiente. La forma y su vacuidad son de la misma naturaleza.
»Cuando miramos las entidades y tratamos de encontrar su naturaleza, nos damos cuenta de que no tienen existencia última, pero existen en un nivel convencional. En los años 60 leí uno de los comentarios de Je Tsongkhapa. Cuando llegué a una línea que decía, 'Este yo está meramente designado en base a los agregados', sentí como si me hubiera caído un rayo. Más tarde, comprendí que había asimilado la ausencia burda de yo de la persona. Como dice la Guirnalda Preciosa de Nagaryuna:
»Mientras exista la noción de 'los agregados', seguirá existiendo la noción de un 'yo';. al existir la noción de un 'yo', hay acciones y de estas, a su vez, provienen los renacimientos.
»En el Sutra del Corazón, cuando Avalokiteshvara recita el mantra, 'Tadyata gaté gaté gaté paragaté parasamgaté bodhi svaha' (Es así: Procede, procede, procede, procede más allá, procede profundamente más allá, básate en la iluminación), él está diciendo a los seguidores que procedan a través de los cinco caminos». Su Santidad aclaró lo que esto significa:
»Gaté gaté 'proceder, proceder' indica los caminos de acumulación y preparación y la primera experiencia de vacío. Paragaté 'procede más allá' indica el camino de la visión, la primera percepción de la vacuidad y el logro de la primera tierra de bodisatva. Parasamgaté 'procede profundmente más allá' indica el camino de la meditación y el logro de las subsiguientes tierras del bodhisattva; mientras que bodhi svaha 'básate en la iluminación' indica poner los cimientos de la iluminación completa.
«El consejo de Aryadeva de superar los actos insalubres, eliminar la noción de un yo y finalmente erradicar todos los puntos de vista erróneos —observó Su Santidad—, también se refiere a hacer progresos en el camino. En cuanto a la superación de los actos insalubres, clave para lograr un buen renacimiento y poder así tener la oportunidad de seguir practicando, el libro de Nagaryuna la Guirnalda Preciosa enumera dieciséis causas.
»Hay trece actividades que hay que detener. De los diez actos malsanos que se deben evitar, tres son físicos —matar, robar y adulterar—, cuatro son verbales —discurso falso, divisivo, duro y sin sentido—; y tres son mentales —codicia, intención dañina y puntos de vista erróneos—. Tres actividades adicionales que deben ser restringidas incluyen la embriaguez, los medios de vida incorrectos y hacer daño. Hay tres actividades más que deben adoptarse: dar con respeto, honrar a los honorables y amar.
»El capítulo nueve de la Guía de la forma de vida del Bodhisattva de Shantideva comienza con la observación: 'Todas estas prácticas fueron enseñadas por el Sabio en aras de la sabiduría'. Por lo tanto, progresar en el camino depende del desarrollo de una comprensión de la vacuidad apoyada por la mente despierta de la bodichita. Esto te permitirá cumplir tus propias metas y las de los demás».
Su Santidad retomó a continuación el volumen central de las Etapas de Meditación, explicando que fue compuesto después de que Kamalashila derrotara a los monjes chinos quietistas en el debate. Ellos afirmaban que se podía progresar en el camino a través de la meditación de concentración sin tener que recurrir al estudio. Kamalashila, discípulo de Shantarakshita, afirmó las ventajas de combinar el estudio con la meditación.
Al leer el texto, Su Santidad se refirió al entrenamiento de la mente en la compasión. Este entrenamiento implica el desarrollo de la ecuanimidad, la raíz de la bondad amorosa, y la identificación de la naturaleza del sufrimiento. Discutió más extensamente los requisitos previos para el desarrollo de una vida tranquila y sus trampas del aturdimiento y la excitación. Sin embargo, la calma mental, el permanecer en calma, por sí sola no es suficiente para progresar en el camino; mucho más importante es enfocarse con una mente que permanece en calma en lo que se ha entendido a través del análisis, esa es la manera de desarrollar la visión superior.
Su Santidad terminó la sesión de la mañana con la seguridad de que mañana leerá la Alabanza al Buda por Enseñar el Surgimiento Dependiente de Je Tsongkhapa, cuando también concederá una iniciación de permiso de Avalokiteshvara.