Thekchen Chöling, Dharamsala, India - Un grupo de 25 estudiantes, sus profesores y su director, que participan en un nuevo curso de seis meses de duración sobre Sabiduría de la Antigua India en el Colegio Gubernamental de Dharamsala, se ha reunido esta mañana con Su Santidad el Dalái Lama. A ellos se unieron más de 100 estudiantes de varias universidades del norte de la India, entre ellos 18 tibetanos, 78 bhutaneses, 10 ladakhis, dos arunachalis y cuatro africanos.
Cuando Su Santidad entró en la sala, fue recibido con un sonoro «Tashi Delek».
«En primer lugar, quiero saludarlos a todos ustedes —dijo a los estudiantes que estaban sentados ante él en el suelo—. Siempre siento que los 7.000 millones de seres humanos de este planeta somos iguales, mental, física y emocionalmente. La realidad de hoy es que en cualquier parte del mundo en que vivimos, todos somos parte de una comunidad. Los científicos tienen evidencia de que debido a que somos animales sociales, la naturaleza humana es básicamente compasiva. Esto es un reflejo de cómo dependemos de nuestra comunidad para sobrevivir.
»Esencialmente, necesitamos un sentido de la unidad de toda la humanidad, pero ahora mismo hay demasiada división, incluso vemos conflicto y división en nombre de la religión.
»Muchos de los problemas a los que nos enfrentamos son obra nuestra, pero ya que ese es el caso, también podemos tomar medidas para resolverlos y reducirlos. En esta última parte de mi vida, estoy tratando de revivir el interés en el pensamiento indio antiguo, especialmente en valores clave como 'ahimsa' (no violencia) y 'karuna' (compasión), porque el mundo actual necesita tales pautas. El siglo pasado, Mahatma Gandhi mostró cómo estos principios podían ser implementados en la vida diaria.
»Hoy en día, la educación debe ampliarse para incluir estos principios. Es más, ya que si estamos en buena forma física, pero llenos de rabia y ansiedad, nos falta algo, necesitamos aprender sobre la higiene emocional, abordando las emociones destructivas para encontrar paz mental. La educación moderna tiene poco conocimiento de cómo entrenar la mente. Sin embargo, en este país, las prácticas de 'shamatha' (concentración) y 'vipashyana' (conocimiento de la realidad) han sido practicadas durante varios miles de años. La comprensión del funcionamiento de la mente y las emociones que se han derivado de ellas son una fuente de paz mental y fuerza interior.
»La educación moderna nos permite realizar un desarrollo externo, que es necesario, pero que debe combinarse con una mejor comprensión de la mente. Me complace saber que el Colegio Gubernamental aquí en Dharamsala ha iniciado recientemente su curso de investigación sobre la antigua sabiduría india».
En respuesta a las preguntas de la audiencia, Su Santidad repitió que los científicos han observado que la naturaleza humana es compasiva y que, como seres humanos, primero experimentamos cuidado y afecto de la mano de nuestra madre. Señaló que la opinión de la física cuántica de que nada existe tal como parece es similar a la de la Tradición de Nalanda. Tanto la escuela de Sólo Mente como la del Camino Medio afirman que hay una diferencia entre la apariencia convencional y la realidad más profunda.
Su Santidad miró su mano, y dijo: «La palma, los dedos y las partes de los dedos son partes de la mano, pero ¿dónde está la mano al margen de ellos?» También citó la declaración del filósofo indio Chandrakirti de que cuando se analiza un carro a través del razonamiento séptuple y se desmonta mentalmente, no se encuentra ningún carro. Y sin embargo, todavía podemos decir que en un nivel convencional hay un carro delante de nosotros.
Una joven Ladakhi admitió saber que emociones como los celos y el odio son destructivos y, sin embargo, surgen de forma espontánea. Quería saber cómo lidiar con esto. Su Santidad le dijo que nuestras diversas emociones son parte de nuestra mente y parte de nuestra vida. Los celos que equivalen a competitividad pueden estimularnos a lograr más tienen un aspecto positivo. Cuando el resultado es que tratamos de dañar a otros para vencerlos, es necesario evitarlos.
Su Santidad le dijo a un monje de Bután que quería saber por qué los budistas parecen luchar menos que otros, que los Tres Entrenamientos en ética, concentración y sabiduría fueron parte de la primera enseñanza del Buda. Son fundamentales para todas las tradiciones budistas. Añadió que la segunda ronda de enseñanzas del Buda trataba sobre la vacuidad, mientras que la tercera ronda explicaba la naturaleza de la mente que la comprende. También mencionó los diferentes niveles de sutileza de la conciencia, aludiendo a la conciencia más sutil que se manifiesta en el momento de la muerte.
Una joven tibetana preguntó sobre la diferencia entre la libertad y la falta de disciplina. Su Santidad respondió que tenemos que usar nuestra inteligencia para juzgar qué es lo más beneficioso para nosotros a largo plazo. Añadió que en el siglo XXI, los budistas deben aprovechar la oportunidad para desarrollar una comprensión de lo que enseñó el Buda, en lugar de confiar sólo en la fe ciega.
En respuesta a una pregunta sobre el vegetarianismo, Su Santidad aclaró que, puesto que los monjes budistas tradicionalmente no tenían una cocina personal y dependían de las limosnas que recibían, no podían negarse a aceptar o solicitar determinados alimentos. En el Tíbet había pocas opciones, pero en la India las cocinas comunes de los grandes monasterios y algunas escuelas han sido vegetarianas durante muchos años.
Al tratar de equilibrar la preservación de la tradición y el desarrollo moderno, Su Santidad sugirió que la costumbre de reconocer a los lamas reencarnados podría haber llegado a su fin. Señaló que en la India no existía tal costumbre. No hay reencarnación del Buda ni de Nagaryuna. Se preguntó qué lugar ocupa esta institución en una sociedad democrática.
Un profesor del Colegio Gubernamental de Dharamsala, preguntó qué es más efectivo para abordar nuestras emociones, si la meditación o los rituales. Su Santidad respondió citando un verso del libro de la Sabiduría Fundamental del Camino Medio de Nagarjuna:
Acabar con el karma y las aflicciones es la liberación, el karma y las aflicciones provienen de los pensamientos discursivos y estos de las elaboraciones mentales. Estas se agotan a través de la vacuidad.
En otras palabras, puesto que las emociones aflictivas derivan de la ignorancia, pueden ser erradicadas por medio de la meditación sobre la realidad más profunda de la vacuidad de existencia intrínseca.
La reunión terminó con los estudiantes que se congregaron con entusiasmo en torno a Su Santidad en diferentes grupos para fotografiarse con él.