Mundgod, Karnataka, India - Más de 25.000 personas, 10.000 de las cuales eran monjes, se congregaron en el patio de debate de Drepung Loseling esta mañana cuando Su Santidad el Dalái Lama llegó en coche. Fue recibido por el Abad, quien lo acompañó hasta el escenario. En la esquina superior del patio se reunieron dos grupos de ancianos tibetanos. Había alrededor de 70 de residentes en el asentamiento tibetano de Mundgod, que tenían más de 85 años y otros 70 más o menos que ahora residen en Canadá. Su Santidad sonrió, saludó con la mano, habló a algunos y tocó a todos los que pudo alcanzar, ellos ofrecieron sus cabezas inclinadas y sus manos extendidas.
Ante la vitrina con imágenes sagradas detrás del escenario, Su Santidad se detuvo para rezar una oración y ofrecer un pañuelo de seda ante una gran thangka de Arya Tara. Encendió una vela ante las estatuas de Buda y Yé Tsongkhapa y de nuevo ofreció una oración y un pañuelo ante otra gran thangka de Tara Blanca. Saludó a viejos amigos entre los invitados, y luego a la personas situadas a la izquierda, a la derecha y adelante, que respondieron con un aplauso. A continuación, saludó a los Jerarcas Gelukpa antes de subir los escalones para sentarse en el trono.
Su Santidad anunció que necesitaba realizar los procedimientos preparatorios para el Permiso de Larga Vida que iba a dar y pidió a la congregación que recitara la Alabanza de Gendun Drup a Arya Tara.
«Ya en otra ocasión tuve la oportunidad de enseñar y dirigirme al público en este patio de debate —dijo a la multitud—. Hoy, voy a dar una iniciación de permiso de larga vida. Sin embargo, la práctica que realmente les traerá longevidad es el logro de la paz mental. Las dos prácticas que asegurarán esto son la bodichita, la mente altruista del despertar, y una correcta visión de la vacuidad, estas dos prácticas son la esencia del dharma. No basta con repetir ciegamente las oraciones a las Tres Joyas, hay que saber en quién o en qué tomamos refugio».
Voluntarios sirviendo té a miembros de la multitud de más de 25.000 personas en el patio de debate de Drepung Loseling en Mundgod, Karnataka, India, el 16 de diciembre de 2019. Foto de Lobsang Tsering
Su Santidad citó estrofas del libro de Nagaryuna Sabiduría Fundamental del Camino Medio. La obra termina con este verso:
Me postro ante Gautama,
quién a través de su compasión,
enseñó la doctrina correcta
para que abandonemos toda teoría.
Comienza con estos versículos que indican que el surgimiento dependiente está libre de ocho extremos:
Me postro ante el Buda perfecto,
el mejor de los maestros,
quien enseñó que aquello
que es originado en dependencia
no tiene cese ni nacimiento,
no es inexistente ni permanente,
no viene ni va, no es diferente ni es igual
y carece por completo de construcción conceptual.
«Esta gran reunión incluye a muchos invitados del Monasterio de Loseling —continuó Su Santidad—. Lo que todos compartimos es que en nuestra infancia dependíamos de nuestras madres. Sin su cuidado y atención, no habríamos sobrevivido. Crecimos y nuestros cerebros se desarrollaron en la seguridad de su bondad.
»Cuando éramos niños, jugábamos con los demás sin prejuicios. Es sólo cuando nos embarcamos en nuestra educación que comenzamos a aprender a ver a los demás en términos de ‘nosotros’ y ‘ellos’, lo que sólo conduce a la división. Por consiguiente, tenemos que entrenar nuestras mentes para apreciar que las cosas no existen de la manera en que aparecen.
»La práctica de la no violencia -ahimsa- ha florecido en la India durante más de 3000 años. El maestro jainista Mahavira lo defendió con firmeza. Más tarde, el Buda también elogió la no violencia y enseñó sobre el funcionamiento de la mente y sobre una visión correcta de la realidad basándose en la razón y la lógica. Las Cuatro Nobles Verdades y el Vinaya que son el núcleo de las tradiciones Pali, que él explicó en su primera ronda de enseñanzas. Estas enseñanzas son defendidas por todas las escuelas de budismo.
»Entre la perfección de las enseñanzas de la sabiduría que componen su segunda ronda de instrucciones se encuentra el Sutra del Corazón, que dice: 'La forma está vacía; la vacuidad es la forma. La vacuidad no es otra cosa que la forma; la forma tampoco es otra cosa que vacuidad’. Podemos superar la ilusión, nuestra concepción errónea de la realidad, llegando a comprender la vacuidad. Pero debemos identificar lo que esa comprensión niega.
»Muchos maestros de Nalanda trataron esto en sus tratados, que fueron traducidos al tibetano y que hasta el día de hoy sirven como nuestros libros de texto. El razonamiento y la lógica que tipifica el enfoque de Nalanda sólo se conserva entre los que siguen la tradición tibetana. El Buda dio tres rondas de enseñanza en la India, pero incluso antes de eso, las principales tradiciones espirituales indias defendían `ahimsa' y `karuna', la no violencia y la compasión.
»Personas de todo el mundo se han interesado por estos temas desde que les fueron revelados por miembros de la comunidad tibetana del exilio. La esencia de estas prácticas es tener un corazón cálido. Y la calidez de corazón no sólo beneficia a los demás, sino que también nos brinda tranquilidad.
»Los principales obstáculos para la paz mental son el egocentrismo y la idea errónea de que algo existe de manera verdadera, independiente y autónoma. Si este fuera el caso, deberíamos ser capaces de encontrarlo cuando lo buscamos mediante el análisis, pero no lo encontramos. La física cuántica también dice que los fenómenos no existen objetivamente. Debido a que malinterpretamos cómo existen las cosas, tenemos una visión exagerada y fabricada que provoca el surgimiento de nuestras emociones perturbadoras. En consecuencia, nos creamos problemas.
»Shantideva describe la actitud del bodisatva:
»Hoy, frente a todos los Protectores,
invito a los transmigrantes al estado de Sugata
y hasta entonces a la felicidad.
Que dioses, semidioses y demás se alegren.
»Cuando me preguntaron esta mañana si había dormido bien, dije: 'Sí, porque pensar en los demás como algo más importante tranquiliza la mente y te da un sueño más sano. Cuando tienes un punto de vista altruista, todo aparece bajo una luz más positiva.’»
Su Santidad mencionó que originalmente recibió la iniciación de permiso que estaba a punto de conceder de Tagdrag Rinpoché. Luego se dirigió a los muchos ancianos del público para quienes la muerte es una perspectiva inminente. Comentó que muchas tradiciones espirituales indias creen que vivimos vida tras vida. El cuerpo es dejado atrás, pero algo pasa. Muchas tradiciones indias se refieren a lo que continúa como ‘atman’, pero la enseñanza budista considera que esto refuerza la idea errónea del yo. Las vidas pasadas y futuras se explican en términos de la continuidad de la conciencia.
«No piensen que su vida ha sido infructuosa, piensen en cómo se han comprometido con lo que enseñó el Buda —aconsejó Su Santidad—. El tiempo que les queda de vida, enfoquen su mente en la bodichita y en la percepción de la vacuidad. Reflexionen sobre ellos y estén tranquilos.
»Los tibetanos están bajo la dirección de Avalokiteshvara. Los cuidará en su próxima vida. Aquellos de ustedes que no son tibetanos, pero que se sienten cercanos a esta tradición, también estarán bajo su cuidado. Me considero un mensajero de Chenrezig y cuando mueran, tomaré tu mano y te lo presentaré».
La iniciación de permiso de longevidad se centró en Yé Tsongkhapa, que nació cerca de donde nació Su Santidad. Su Santidad describió sus obras escritas como extraordinarias. Mientras queencuentra a Khedrup-yé algo engreído, Yé Rinpoché es siempre modesto. Y si bien Butön Rinchen Drup es muy apreciado por su erudición, Su Santidad encuentra que tendió a pasar por alto los puntos difíciles de los textos clásicos, mientras que Tsongkhapa hizo todo lo posible por explicarlos.
Como parte de la iniciación de permiso de Larga Vida, Su Santidad dirigió a la congregación en una generación de la mente del despertar o bodichita y en la toma del voto del bodisatva. Aconsejó que apreciar a los demás más que a ti mismo es la fuente de toda felicidad, añadiendo que también es necesario desarrollar la bodichita para superar las obstrucciones cognitivas.
Mientras realizaba los ritos para concluir el ritual, Su Santidad pidió a la audiencia que recitara la Oración por el florecimiento de las Enseñanzas de Yé Rinpoché. Luego almorzó con el titular del Trono de Ganden, el Sharpa y Jangtsé Chöjés, el ex titular del Trono de Ganden y varios otros Lamas preeminentes de Drepung Loseling en una sala situada detrás del escenario, antes de regresar a sus dependencias situadas sobre el Salón de Asambleas.