Thekchen Chöling, Dharamsala, HP, India - Cuando Su Santidad el Dalai Lama entró en la sala esta mañana, escudriñó los rostros de las pantallas que tenía ante sí, reconoció a varios de ellos, los saludó con la mano, se rió y tomó asiento.
El moderador de esta mañana, Suresh Jindal, deseó a Su Santidad buenos días en nombre de la Sangha india. También le agradeció por aceptar su solicitud de enseñanzas.
«A pesar de mi edad, de mis 85 años —comenzó Su Santidad— no tengo grandes achaques. Esto es principalmente porque mi mente está en paz. No tengo ansiedad. Me inspiran los versos de Shantideva:
»Mientras el espacio perdure, y los seres sensibles permanezcan,
que pueda yo también permanecer para disipar las miserias del mundo.
»Como la tierra y los demás elementos grandes, como el espacio, pueda yo también siempre ser el fundamento para la vida de los diversos seres innumerables.
»Para poder servir a los demás, no sólo a nivel físico, sino también a nivel de la paz mental, estoy decidido a vivir otros 15 o 20 años.
«Hoy me habéis pedido que os explique el Ingreso al Camino Medio. Recibí una explicación de este texto de Ling Rinpoché, mi Abad, el que me dio el voto bhikshu. Empecé a memorizar esta obra junto con el Ornamento para la Realización Clara, desde que tenía unos siete años y tenía poco interés en estos temas. Poco a poco, sin embargo, me di cuenta de que este texto, como tantos otros de los Maestros de Nalanda, es muy útil. Cuando nos encontramos con dificultades, lo que leemos aquí nos da valor y confianza en nosotros mismos.
»Quiero hacerles saber por qué este texto es importante. Poco después de su iluminación, Buda Shakyamuni enseñó las Cuatro Nobles Verdades, la base del Budadharma. Ya que ningún ser con sentimientos quiere sufrir, el Buda habló primero sobre el sufrimiento. Luego explicó su origen. A continuación, reveló la tercera verdad, que existe el cese del sufrimiento, lo que implica la eliminación completa de sus causas. Finalmente, la cuarta verdad se refería al camino.
»Lo importante es analizar el cese, investigar el cese de las emociones destructivas, que son la causa del sufrimiento. Tenemos que preguntarnos si podemos eliminar estas perturbaciones mentales. Al mencionar brevemente la posibilidad de la cesación, el Buda explicó los 37 factores de la iluminación, el primero de los cuales son los cuatro objetos de la atención plena Estos comprenden la atención al cuerpo, a las sensaciones, a la mente y al dharma.
»Normalmente nos distraemos con nuestras experiencias sensoriales, pero éstas dependen en realidad de nuestra conciencia mental, algo de lo que a menudo no somos conscientes. Por lo tanto, necesitamos desarrollar una mente atenta. Esto implica ignorar las cinco conciencias sensoriales y prestar atención sólo a la conciencia mental. Necesitamos practicar la meditación y, decididos a centrarnos sólo en la mente, obtener experiencia acerca de ella. Al principio sentiremos como un vacío, pero más tarde surge la claridad. Para empezar podremos centrarnos en la mente durante unos segundos, luego unos minutos e ir alargando el tiempo poco a poco. Con el tiempo adquirimos una experiencia más profunda.
»Un aspecto de la naturaleza de la mente es su claridad. Esto es lo que nos permite desarrollar la concentración, una mente en calma, que a su vez puede ser aplicada al análisis y a la generación de la visión superior. Así como los científicos analizan la materia, empleando la investigación mental podemos analizar la mente. Este es un método real para cambiar nuestras mentes. Necesitamos tanto la concentración unificada como el análisis».
Su Santidad comentó que aquellos que siguen la tradición Pali no realizan mucho análisis o pensamiento filosófico. Tienen fe en las palabras del Buda y las siguen. Los que siguen la tradición de Nalanda, sin embargo, tienen un enfoque lógico. Siguen el consejo del Buda a sus discípulos de ser escépticos: «Monjes y eruditos, tal como examináis bien el oro quemándolo, cortándolo y raspándolo, es así como debéis aceptar mi palabra, no por respeto a mí».
Su Santidad declaró que los maestros de Nalanda como Nagaryuna no sólo eran buenos monjes, sino también grandes eruditos. Usaban la lógica extensamente. Estaban decididos a rechazar cualquier enunciado que resultara contradictorio en las palabras del Buda. En consecuencia, dividieron las escrituras en aquellas de sentido definitivo y aquellas que necesitaban ser interpretadas.
«Nagaryuna fue como un segundo Buda —continuó Su Santidad—. Su principal trabajo fue la Sabiduría Fundamental del Camino Medio, un maravilloso libro que leo regularmente. Su principal discípulo fue Aryadeva, que escribió los 400 Versos. En la Sabiduría Fundamental Nagaryuna afirma:
»Acabar con el karma y las aflicciones es la liberación, el karma y las aflicciones provienen de los pensamientos discursivos y estos de las elaboraciones mentales. Estas se agotan a través de la vacuidad.
»Giramos en el ciclo de la existencia debido al karma negativo (las acciones negativas) y la liberación sólo pueden ser alcanzada mediante la eliminación del karma y de las emociones negativas. Las aflicciones mentales tienen sus raíces en la ignorancia que cree que las cosas existen tal como aparecen. Nagaryuna escribe que las aflicciones mentales surgen de los pensamientos conceptuales, que surgen, a su vez, de las exageraciones mentales o prejuicios. Estos puntos de vista erróneos sólo pueden ser eliminados mediante la comprensión de la realidad, no a través de la oración o la fe. Cuando la física cuántica dice aunque las cosas parecen existir objetivamente, el observador contribuye a su existencia, esta afirmación se corresponde con el pensamiento de Nagaryuna.
»Uno de los versos de Aryadeva describe este mismo concepto:
»Así como el sentido del tacto en el cuerpo, la ignorancia reside en todos las aflicciones. Por ello, todos las aflicciones son también destruidas al destruir la ignorancia.
»Al destruir la ignorancia y la confusión, todas las aflicciones mentales pueden ser eliminadas. La raíz del problema es tener nociones equivocadas sobre la verdadera existencia de los fenómenos y del yo. Aryadeva señala además:
»Al ver el surgimiento dependiente ya no surge ignorancia. Por ello, con todo mi esfuerzo, debo describir aquí tan sólo esa materia.
»Puesto que el sufrimiento está enraizado en la ignorancia, debemos cultivar la sabiduría que comprende la ausencia de entidad, que no es meramente una idea filosófica, sino también una fuente de alivio práctico. Cuando vemos que las cosas no existen como parecen, las emociones aflictivas también cesan. Por eso, Aryadeva declara que el surgimiento dependiente debe ser enseñado desde el principio.
»Este texto, Ingreso al Camino Medio y su autocomentario son importantes porque resumen la Sabiduría Fundamental los 400 Versos, Budapalita y demás textos sobre la materia. Nagaryuna tenía muchos seguidores, pero el que explicó su pensamiento con mayor precisión fue Chandrakirti».
Su Santidad señaló que los seguidores de la escuela autónoma del Camino Medio (Svatantrika Madhyamaka) proponen una forma de existencia objetiva. Dicen que el objeto de negación son las cosas que tienen un modo único de existencia por su propio lado independiente de la cognición válida.
Si las características intrínsecas de los fenómenos surgieran de forma dependiente, las cosas llegarían a ser destruidas por la negación; el vacío sería entonces una causa de la destrucción de las cosas. Pero esto es ilógico, por lo que no existen entidades reales.
Chandrakirti continúa (6.34- 6.38) explicando que si los fenómenos tuvieran una existencia objetiva, ello implicaría cuatro falacias lógicas: la absorción meditativa de un ser noble enfocada en la vacuidad sería la causa de la destrucción de los fenómenos; sería erróneo enseñar que las cosas carecen de existencia última; la existencia convencional de las cosas sería capaz de soportar el análisis último de la naturaleza de los fenómenos, y sería insostenible afirmar que las entidades están vacías en sí mismas.
Cuando analizamos un objeto, dividiéndolo en partes cada vez más pequeñas, resulta que el objeto no puede ser encontrado. Cuando analizamos la conciencia, lo hacemos pensando que es un continuo. El pasado se ha ido, el futuro está por venir y el presente no puede ser identificado. Chandrakirti ilustra la forma en que las cosas no pueden ser encontradas utilizando el análisis séptuple de un carro.
No se puede decir que un carro sea diferente de sus partes; no es idéntico a las partes, ni posee las partes; no está en las partes, ni las partes existen en él; no es la mera colección, ni es la forma.
Porque si la mera colección constituyese el carro, éste existiría aunque las partes no estuvieran ensambladas; puesto que no puede haber partes sin el portador de las partes, decir que la forma por sí sola es el carro también es ilógico.
Las cosas no pueden ser encontradas en términos del análisis séptuple, pero existen por convención. Los consecuencialistas (Prasangikas) dicen que las cosas no tienen una existencia última, pero existen por designación.
«Cuando decimos que las cosas no existen como parecen —continuó Su Santidad—, implicamos que sí existen por medio de la dependencia de otros factores. Dan lugar a efectos. Choné Lama Rinpoché dijo: "‘Dependiente' es no perder el ser en sí. ‘Surgimiento’ muestra también el modo mundano". El Buda enseñó el surgimiento dependiente y las dos verdades. Las cosas parecen existir: esto es la realidad convencional. La realidad última es cómo existen.
»Cuando el Buda enseñó las cuatro nobles verdades, primero explicó su naturaleza, luego su función. Pero en última instancia, explicó que aunque el sufrimiento debe ser entendido, no hay nada que entender. Aunque el origen del sufrimiento debe ser eliminado, no hay nada que eliminar, y así sucesivamente, lo que revela las dos verdades. Del mismo modo, aunque la cesación debe ser alcanzada, no hay nada que alcanzar y aunque el camino debe ser cultivado, no hay nada que cultivar.
»La verdadera cesación se enseña más a fondo como parte de la perfección de la sabiduría. El 'Sutra del Corazón' habla de la cuádruple expresión de la vacuidad:
»La forma es vacía; la vacuidad es forma. La vacuidad no es otra cosa que la forma; la forma tampoco es otra cosa que la vacuidad.
»Los Budas de los tres tiempos se iluminaron mediante la comprensión de la vacuidad».
Su Santidad señaló que el Buda enseñó las cuatro nobles verdades en su primera ronda de enseñanzas y reveló que la verdadera cesación existe. En la segunda ronda reveló que todos los fenómenos carecen de existencia intrínseca. En la última, tercera ronda, que incluyó el Sutra que Revela el Pensamiento, se hace la distinción entre los fenómenos auto-caracterizados y los fenómenos imputados, que no tienen características auto-definidas.
Su Santidad se refirió entonces a los versos del Ingreso al Camino Medio, que comienzan señalando que la causa principal de la Budeidad es la compasión, que hace que los demás nos resulten más queridos que nosotros mismos. La mente del despertar o bodichita tiene su raíz en la compasión. Por lo tanto, la compasión es alabada desde el principio.
Observó que los siete mil millones de personas que viven en esta tierra están sostenidos por el amor y el afecto. Todos necesitan compasión, que es la raíz de la felicidad. Se habla mucho de la paz mundial, pero esta debe provenir del desarrollo individual de la paz interior. Y la fuente es la compasión.
Las emociones nocivas surgen sobre la base de conceptos erróneos sobre la existencia verdadera. Chandrakirti, en su autocomentario, señala que sin la comprensión de la ausencia de entidad de los fenómenos no es posible comprender plenamente la ausencia de entidad de las personas.
Su Santidad reveló que hace 50 años estaba leyendo el comentario de Lama Tsongkhapa sobre el Ingreso al Camino Medio, llamado Iluminación del Pensamiento y cuando leyó que una persona no es ni una con los agregados psico-físicos, ni está separada de ellos, sino que existe sólo por mero nombre, se sintió como si le hubiera alcanzado un rayo. Posteriormente fue capaz de ver que yo y los demás son como ilusiones, pero más tarde se dio cuenta de que su comprensión había sido solamente de una forma tosca de ausencia de yo. Nagaryuna se refiere a este tipo de ausencia de yo en su Guirnalda Preciosa:
La persona no es tierra ni agua, tampoco es fuego, aire, espacio, consciencia ni todos estos, ¿qué persona hay al margen de ellos?
Después de esto, Su Santidad respondió a varias preguntas de la audiencia virtual. Para distinguir entre las necesidades de la compasión por uno mismo y la compasión por los demás, recomendó cultivar una comprensión basada en la escucha: analizar y reflexionar sobre lo que ha entendido y meditar sobre la convicción resultante. Ganar experiencia requiere mérito y sabiduría y es lo que provocará la transformación. Si tienes una mente compasiva, serás de ayuda tanto para ti como para los demás. Su Santidad remarcó que aprendió esto a través de su propia experiencia.
Le dijo a una joven de Ladakh que una mente compasiva se dedica a beneficiar a los demás. La mente de la compasión se centra en los seres sensibles. La mente de la sabiduría aspira a la iluminación. Necesitamos compasión y sabiduría.
Un joven en Srinagar quería saber si los aspectos de la sabiduría y los medios hábiles pueden ser enseñados en el contexto de las dos verdades sin tocar el sentimiento religioso. Su Santidad respondió que cuando hablamos de las dos verdades, lo que se nos aparece es la verdad convencional, pero al escrutar más profundamente la realidad se revela la verdad última. Si tenemos un corazón cálido con la intención de ayudar a los demás, también necesitamos inteligencia. Necesitamos ver que es posible liberar a los demás del sufrimiento.
«Hoy en día, debido a la pandemia —observó Su Santidad—, muchas personas están sufriendo. Necesitamos tener compasión combinada con el entendimiento de que la amenaza de la pandemia puede ser superada tomando medidas de precaución».
Un estudiante del Instituto de Dialéctica Budista observó que la mente que analiza la naturaleza última de la persona niega una persona objetivamente existente. Pero, preguntó, ¿por qué no niega también a la persona? Su Santidad hizo referencia a una estrofa del texto:
Las partes, las cualidades, el apego, las características definitorias, el combustible y demás, el conjunto, lo cualificado, el objeto de apego, lo caracterizado, el fuego y demás, ninguno de ellos existe cuando se lo somete al análisis séptuple al que se sometió la carroza. Sin embargo, existen de otra manera, a través de las convenciones cotidianas del mundo.
Por un lado, aclaró, no se puede encontrar nada mediante el análisis, y sin embargo las cosas siguen existiendo por medio de las convenciones del mundo. Mencionó la observación de Dromtönpa de que bajo análisis no se puede encontrar ni el fuego ni tu mano, pero si pones tu mano en el fuego se quemará.
Un profesor en Delhi preguntó cómo saber que el objeto de negación de la ausencia de entidad de la persona es correcto. Su Santidad se refirió a su propia experiencia de que pensar que yo no estaba separado de los agregados lo capacitó para negar un yo sustancialmente existente. Recordó que Nagaryuna afirma que mientras tengas una concepción errónea sobre los agregados, seguirás teniendo una concepción errónea sobre el yo. Para comprender que el yo no tiene existencia intrínseca es necesario ver que tampoco la tienen los agregados. El yo es sólo una designación.
Al final de la sesión, Suresh Jindal dio las gracias a Su Santidad en nombre de todos los que habían asistido.
«He estado pensando en estos temas durante mucho tiempo —les dijo Su Santidad—, en la vacuidad durante 60 años y en la bodichita durante unos 50 años. Entenderlas lleva tiempo, pero hay que seguir analizándolas. Es posible reducir las emociones negativas. No es fácil, pero si haces el esfuerzo puedes lograr gradualmente un cambio, que dará lugar a la paz mental.
»Todos tenemos la semilla de la Budeidad dentro de nosotros. La vacuidad de la mente de Buda y la de la mente de los seres sensibles es la misma.
»Nos vemos de nuevo».