Thekchen Chöling, Dharamsala, HP, India - Los principales destinatarios de la enseñanza por internet de Su Santidad el Dalái Lama se reunieron hoy en una gran sala de Taipei, Taiwán. Comenzaron la recitación del Corazón de la Sabiduría o Sutra del Corazón, en chino en el momento en que Su Santidad apareció en sus pantallas. Siguieron con una breve ofrenda de mandala, tras la cual Su Santidad les pidió que también recitaran los versos añadidos al final, que encierran la práctica del Dharma:
Que los tres venenos sean eliminados.
Que la claridad de la sabiduría brille.
Que no nos enfrentemos a obstáculos internos o externos,
y que podamos entrenarnos en el sendero del bodisatva.
«Hoy, mis amigos del dharma en Taiwán —comenzó Su Santidad—, hay discípulos que desean escuchar la enseñanza, por lo que tengo la responsabilidad de dársela, y estoy feliz de poder hablar sobre el Sutra del Corazón.
»El budismo es una de las muchas religiones del mundo. Lo que lo hace diferente es que el Buda aconsejó a sus seguidores que no aceptaran lo que decía al pie de la letra, sino que examinaran sus palabras como un orfebre analiza la calidad del oro. Todas las tradiciones religiosas enseñan la importancia del amor, pero sólo el Buda animó a sus seguidores a examinar lo que enseñaba. Dijo que cuando juzgaran que la enseñanza era razonable y beneficiosa, sólo entonces debían aceptarla.
»El Buda identificó las cuatro nobles verdades como: el sufrimiento, su origen, la cesación y el camino. Las explicó de nuevo en términos de función: qué hacer. Observó que nadie quiere el sufrimiento, así que tenemos que explorar por qué sufrimos. Es como cuando caemos enfermos y consultamos a un médico para descubrir qué nos pasa. Las causas del sufrimiento residen en las acciones que realizamos impulsadas por emociones nocivas o aflicciones mentales como la ira y el apego. El Buda enseñó que este origen —el karma y las aflicciones— debe ser superado.
»En cuanto al resultado, enseñó que el sufrimiento debe conocerse y, sin embargo, no hay nada que conocer. Aunque su origen debe ser derrotado, no hay nada que derrotar. Aunque la cesación debe ser alcanzada, no hay nada que alcanzar y a pesar de la necesidad de cultivar el camino, no hay nada que cultivar. Aclaró que el sufrimiento, el origen, la cesación y el camino no tienen una existencia independiente.
»Nagaryuna explicó la vacuidad a fondo y Chandrakirti demostró la verdad de esa explicación con la razón y la lógica. Lama Tsongkhapa se refiere a ello sucintamente en su Alabanza al Surgimiento Dependiente.
»Cuando vi el jardín de lirios nocturnos de los tratados de Nagaryuna —quien, según tu profecía, aclararía tu vehículo excelente tal como es, descartando los extremos de la existencia y la no existencia—, iluminado por la guirnalda de luces blancas de los exquisitos tratados del glorioso Chandra —cuyo orbe de sabiduría inmaculada, pleno, surca con libertad los cielos de las escrituras, disipa la oscuridad de las visiones extremas y eclipsa las constelaciones de falsos oradores—, gracias a la amabilidad de mis maestros; mi mente encontró por fin descanso.
»Sigo leyendo y estudiando Ingreso al Camino Medio de Chandrakirti y su autocomentario, así como la Sextalogía de Razonamiento de Nagaryuna. La Sabiduría Fundamental del Camino Medio afirma:
»Lo que no es originado en dependencia no existe. Por lo tanto, los fenómenos que no son vacíos no existen.
»En sus 400 versos Aryadeva observa:
»Así como el sentido del tacto en el cuerpo, la ignorancia reside en todos las aflicciones. Por ello, todas las aflicciones son también destruidas al destruir la ignorancia.
»Todos los puntos de vista distorsionados tienen sus raíces en la ignorancia. Mediante la comprensión del surgimiento dependiente superaremos los dos extremos del nihilismo y el existencialismo. Esto implica escuchar o leer las instrucciones y reflexionar sobre ellas una y otra vez hasta llegar a la convicción. Practicar el dharma consiste en transformar la mente; simplemente por escuchar las enseñanzas no lograremos tal transformación.
»Yo mismo memoricé el Ornamento para la realización clara y el Ingreso al Camino Medio cuando era niño, pero la mera memorización no es transformadora. Lo que es eficaz es reflexionar sobre la enseñanza una y otra vez.
»La mente del despertar o bodichita es una mente decidida a alcanzar la iluminación por el bien de todos los seres sensibles, pero como dice Shantideva
»Si no intercambio mi felicidad por el sufrimiento de los demás,
no sólo no alcanzaré la budeidad, tampoco en el samsara tendré felicidad. 8/131
»Es necesario estar decididos a generar la mente del despertar. Hacerlo nos ayudará a purificar las negatividades mientras acumulamos mérito. Tenemos que centrarnos, por un lado, en la mente del despertar y, por otro, en la comprensión de la vacuidad. En el siguiente verso, Chandrakirti defiende la posición de Nagaryuna y, de hecho, reprende a Vasubandhu y a Dignaga por no haberla comprendido y haberla abandonado.
»Mediante una habituación previa, algunos comprenden la temible profundidad de este ser en sí ya descrito. Otros no la comprenden aunque hayan estudiado mucho. Por eso, al estudiar los sistemas que nos atraigan, debemos abandonar la inclinación por los tratados que se aparten de este sistema, como los que proponen un "yo"». 11.55
Su Santidad citó tres versos del capítulo seis del Ingreso al Camino Medio que mencionan los cuatro absurdos lógicos que se producen si se afirma que los fenómenos y los seres existen inherentemente. Son que la mente de un ser noble, totalmente absorta en la vacuidad, sería una destructora de entidades; que la verdad convencional resistiría el análisis de una mente razonadora; que la producción absoluta de los fenómenos no podría negarse, y que la afirmación del Buda: «los fenómenos carecen de existencia propia» resultaría ser falsa.
Su Santidad sugirió que, tras haber reflexionado sobre estas ideas durante muchos años, siente que podría alcanzar cierta percepción de la vacuidad.
Volviendo al Sutra del Corazón comentó que no daría una transmisión oral completa del texto. Señaló que para probar su autenticidad comienza con el título en sánscrito y en tibetano. Recordando que existen ediciones de la perfección de la sabiduría en 100.000, 20.000 y 8.000 versos, mencionó que el Sutra del Corazón también es conocido como la Perfección de la Sabiduría en 25 Versos.
Su Santidad explicó que la referencia a que el Buda «entró en la absorción meditativa sobre las variedades de los fenómenos llamada la apariencia de lo profundo», indica que las cosas carecen de existencia inherente. Existen en dependencia de muchos otros factores. A continuación, Avalokiteshvara vio que los cinco agregados también están vacíos de existencia intrínseca. La palabra «también» implica que no sólo las personas están vacías de existencia intrínseca, sino que los agregados psicofísicos, que son la base de la designación de una persona, también están vacíos.
La «cuádruple vacuidad»: «La forma es vacuidad, la vacuidad es forma, la vacuidad no es otra cosa que la forma, la forma tampoco es otra cosa que la vacuidad» revela que la forma, un objeto físico, es la base de la vacuidad. No podemos hablar de vacuidad al margen de tal objeto. ¿Cómo se nos aparece un objeto físico? Parece existir sólida y objetivamente, pero en realidad está vacío de tal modo de existencia. La vacuidad no es la nada. La establecemos en relación con un objeto. Hay algo que podemos señalar, la forma designada, pero está vacía de cualquier existencia independiente o intrínseca.
Las cosas existen, pero cuando buscamos su identidad, no hay nada que podamos singularizar. Sin embargo, no podemos afirmar que no exista nada en absoluto. Puesto que las cosas nos afectan, y son útiles o perjudiciales, no podemos negar su existencia como tales. No existen en sí mismas, por sí mismas, objetivamente, existen por dependencia de otros factores y por designación. Si la forma no estuviera vacía, no podría sufrir cambios. Como sí cambia, sabemos que no tiene existencia intrínseca. Cuando decimos que «la vacuidad no es otra cosa que la forma, la forma tampoco es otra cosa que la vacuidad» indica que la forma y la vacuidad —la apariencia y la vacuidad— son de la misma naturaleza, pero difieren conceptualmente.
Su Santidad observó que el punto de vista de la física cuántica de que las cosas no existen tal y como aparecen, y que la apariencia de un objeto observado depende de una mente observadora, resuena con el punto de vista de Sólo Mente.
Aunque se afirma que los fenómenos no tienen una existencia intrínseca, aceptamos que tenemos manos, una cabeza y que hablamos. Sin embargo, nada puede ser señalado como: «ese soy yo». A la hora de reflexionar sobre la naturaleza del yo, otra estrofa que utiliza Su Santidad se encuentra en la Sabiduría Fundamental de Nagaryuna:
No es los agregados ni distinto de los agregados. Los agregados no están en él ni él está en ellos. El Tathågata no posee los agregados. ¿Qué es el Tathågata? 22.1
Añadió que a menudo la reelabora para referirse a sí mismo y reflexiona sobre su significado:
No soy los agregados ni distinto de los agregados. Los agregados no están en mí ni yo, en ellos. Yo no poseo los agregados. ¿Qué soy yo?
«Estamos afligidos por emociones nocivas que tienen su origen en un sentido innato de la existencia intrínseca. Al llegar a comprender la vacuidad y pensar en ella una y otra vez podemos reducir la intensidad de estas aflicciones. Así es como recorremos el camino».
Su Santidad mencionó brevemente el mantra que se refiere a progresar en el camino. «Gate gate paragate parasamgate bodhi svaha» significa: «Avanza, avanza; avanza más allá; avanza a fondo más allá y fúndate en la iluminación».
Su Santidad destacó una vez más la importancia de escuchar las enseñanzas y reflexionar sobre ellas. Informó de que había recibido explicaciones sobre las Etapas del Camino y el Entrenamiento de la Mente de Trijang Rinpoché. Ling Rinpoché, por su parte, le enseñó los grandes tratados clásicos.
«Una vez, cuando informé a Ling Rinpoché sobre mi práctica, me respondió: 'Bueno, dentro de poco serás un yogui del espacio'. ¿Por qué les cuento esto? Para dejar claro que si reflexionamos sobre las enseñanzas y nos familiarizamos con ellas, seremos capaces de generar una experiencia de vacuidad en nuestro interior. Y los mejores libros que podemos leer sobre la vacuidad son la Sabiduría Fundamental de Nagaryuna y el Ingreso al Camino Medio de Chandrakirti. El estudio, la reflexión y la meditación son muy importantes».
Al responder a las preguntas del público, Su Santidad dejó claro que el Buda mencionó la vacuidad ya desde sus primeras enseñanzas. A medida que fueron surgiendo diferentes escuelas de pensamiento se produjeron distintas interpretaciones. Finalmente, los consecuencialistas (prasangikas) declararon que los fenómenos están vacíos de existencia inherente o intrínseca.
Con respecto a la vacuidad y el surgimiento dependiente, dejó claro que el hecho de que la vacuidad implicara la nada supondría caer en un extremo de nihilismo. Las cosas parecen tener una existencia sólida, pero en realidad no existen así porque dependen de una multitud de otros factores. La vacuidad significa carencia de existencia intrínseca. Los fenómenos están vacíos de existencia desde su propio lado.
Su Santidad citó a Choné Lama Rinpoché: «La dependencia no niega la talidad; el surgimiento no niega la convención mundana». El Buda enseñó el surgimiento dependiente y las dos verdades o dos niveles de realidad. La apariencia de los fenómenos es la realidad convencional. La realidad última es cómo existen verdaderamente.
Su Santidad se declaró escéptico ante la idea de una gran diferencia entre los practicantes budistas de hoy y los de la época del Buda. Convencionalmente los monjes y las monjas llevan túnicas, pero no hay ninguna razón por la que no se pueda practicar con un traje. La práctica consiste en transformar la mente, no en las apariencias externas. Independientemente de que puedan realizar una práctica intensa del dharma, Su Santidad pidió a sus oyentes que fueran amables con los demás y los ayudaran en lo que pudieran.
«Si meditan en la vacuidad simplemente para lograr la liberación —aclaró—, su camino será el de un oyente o shravaka. Pero si su meditación en la vacuidad se acompaña de la mente del despertar, no sólo podrá eliminar las aflicciones mentales sino también sus huellas, y será una práctica orientada a la budeidad.
»Tenemos una maravillosa inteligencia humana. Ante los problemas, no debemos dejarnos perturbar fácilmente. Por supuesto, rezamos por el bienestar de todas nuestras madres, los seres sensibles. La clave está en animarnos a trabajar para traerles realmente la felicidad. Realizar oraciones y rituales tiene una importancia secundaria con respecto a la práctica principal de cultivar la mente del despertar y la comprensión de la vacuidad. Cuando nuestra motivación es el altruismo, nuestra mente se abre de forma natural.
»Si podemos estudiar los grandes tratados, nuestra meditación será más profunda y extensa. Pero si sólo podemos estudiar textos más resumidos, deberíamos al menos averiguar qué significan el Buda, el Dharma y la Sangha. Cuando comprendemos que el Buda es un maestro, un ser plenamente despierto, que el Dharma es la enseñanza principal que conduce a la iluminación y que la Sangha son las personas que integran la enseñanza en su interior, podemos refugiarnos en estas Tres Joyas. Cuando Atisha enseñó la Lámpara para el camino, reconoció que las personas tienen diferentes capacidades para acercarse al camino.
«Como he mencionado antes, las enseñanzas de la perfección de la sabiduría existen en volúmenes de mayor o menor extensión, pero pueden resumirse en un solo verso atribuido a Rahula, el hijo de Siddhartha Gautama:
»Perfección de la sabiduría, impensable, inexpresable, que no surge ni cesa, de la naturaleza del espacio, objeto de la sabiduría prístina. Me postro ante la madre de los budas de todos los tiempos».
Su Santidad señaló que el hecho de estudiar con uno o varios maestros es una cuestión de inclinación personal. Comentó que él tuvo más de veinte maestros y que cada uno de ellos tenía su propia cualidad especial, que él valoraba. En cambio, alguien como Milarepa se apoyó principal y eficazmente en un solo maestro, Marpa Lotsawa.
Por último, una persona preguntó cómo ser menos irascible y Su Santidad respondió que la ira tiene su origen en las actitudes egoístas. Recomendó tener cerca un ejemplar de El Modo de Vida de los Bodisatvas de Shantideva y consultarlo regularmente. En el capítulo seis se exponen los defectos de la ira, mientras que en el octavo se explican las ventajas de apreciar a los demás.
Los representantes del público de Taipei dieron las gracias a Su Santidad por sus enseñanzas y expresaron su esperanza de poder recibirlo en Taiwán el próximo año. A continuación, Su Santidad anunció que antes de cerrar la sesión dirigiría una breve ceremonia para cultivar la mente del despertar o bodichita. La basó en la repetición de los versos:
Voy por refugio a las tres joyas.
Confieso todas mis faltas.
Me regocijo en la virtud de los seres.
Sostendré la iluminación de Buda en mi mente...
Concluyó con unos versos de Shantideva que celebran la bodichita:
Ella es además el néctar supremo que destruye al Señor de la Muerte de los transmigrantes. También es el tesoro inagotable que elimina la pobreza de los seres.
Hoy, frente a todos los Protectores, invito a los transmigrantes al estado de Sugata y hasta entonces a la felicidad. Que dioses, semidioses y demás se alegren.