Bodhgaya, Bihar, India - Esta mañana en el Campo de Kalachakra, en cuanto Su Santidad el Dalái Lama hubo tomado asiento, un grupo de monjes y laicos comenzó a recitar el Sutra del corazón en chino. Se sirvió té y pan y los mecenas del día ofrecieron un mandala y la triple representación del cuerpo, la palabra y la mente de la iluminación a Su Santidad.
"Aquí, en nombre de esta gran reunión de las personas", declaró Su Santidad, "se me ha pedido que dé un permiso relacionado con Arya Tara. Como ya he dejado claro, éste es un lugar especial y el fenómeno más importante que podemos hacer aquí es generar bodichita, aspirando a alcanzar la iluminación plena en interés propio y de los demás. Así es como podemos hacer que nuestras vidas tengan sentido.
"Los tibetanos llevan cultivando la bodichita desde la época de los reyes religiosos, cuando Shantarakshita fue invitado al Tíbet. Si su mente está relajada y en paz, como resultado del desarrollo de la mente del despertar o bodichita, descubrirá que goza de buena salud física y de un sueño profundo. Será feliz día y noche.
"Hoy voy a dar el permiso de las 21 Taras, que se encuentra en las colecciones Rinjung Gyatsa y Sukha Gyatsa. Recibí el Rinjung Gyatsa de Tagdag Rinpoché en el Tíbet entre muchas otras iniciaciones y transmisiones. No recuerdo haber recibido el Sukha Gyatsa de él, pero Kyabjé Trijang Rinpoché me lo dio más tarde, después de que hubiéramos llegado al exilio.
"Mientras realizo los ritos preparatorios, por favor, rece a Arya Tara para que el Dharma florezca, para que las personas estén bien y para que los maestros y los aquí reunidos vivan mucho tiempo. Tenga en cuenta que cuanto más viva, mayor será su oportunidad de acumular méritos. Es más, como Avalokiteshvara se sienta en la coronilla de mi cabeza, todos ustedes comparten un vínculo especial con él, lo que significa que cuidarán de él vida tras vida".
Cuando empezó a dar formalmente el permiso, Su Santidad indicó a los discípulos que hicieran una petición para la enseñanza. Señaló que había dado una introducción general al Dharma durante los dos últimos días. También reconoció que tibetanos, mongoles, chinos y las personas de las regiones del Himalaya han practicado el Dharma durante generaciones y, por consiguiente, comparten una conexión kármica.
Para empezar, los discípulos debían tomar el voto de bodisatva. Su Santidad les aconsejó que visualizaran al Buda en el espacio ante ellos acompañado de los arhats, los ocho bodisatvas: Mañjushri, Avalokiteshvara, Vajrapani, Maitreya, Kshitigarbha, Akashagarbha, Sarvanivaranavishkambhini y Samantabhadra, así como los grandes maestros indios representados por los Seis Ornamentos: Nagaryuna, Aryadeva, Asanga, Vasubandhu, Dignaga y Dharmakirti y los Dos Supremos: Gunaprabha y Shakyaprabha.
A continuación, Su Santidad dirigió a la congregación en la recitación de los versos para tomar el voto de bodisatva tres veces:
Voy por refugio a las tres joyas.
Confieso todas mis faltas.
Me regocijo en la virtud de los seres.
Sostendré la iluminación de Buda en mi mente.
Hacia el Buda, Dharma y Sangha,
voy por refugio hasta la iluminación.
Para lograr el bien propio y ajeno,
generaré bodichita.
Tras generar la suprema bodichita,
tomo a todos los seres como mis invitados.
Que, entregándome a las mejores prácticas de los bodisatvas,
pueda iluminarme para beneficiar a los seres.
A continuación, los discípulos debían solicitar las bendiciones del cuerpo de Arya Tara. Su Santidad confirmó que se había visualizado a sí mismo y a la deidad generada enfrente (la generación frontal) con ese aspecto y recitó una descripción de las 21 Taras con sus colores y atributos como sigue:
Todas ellas tienen una cara y dos brazos. Con su mano izquierda, que muestra el mudra de la protección suprema, sostienen una flor de utpala. Su rostro es sereno con una sonrisa pícara. Están adornadas con sedas y con todos los ornamentos preciosos; y se sientan con la postura del loto de la heroína (con la pierna derecha ligeramente extendida y la izquierda encogida) sobre sus asientos de loto y luna.
A continuación, los discípulos solicitaron las bendiciones del habla de Tara y de la mente de Tara y la bendición del mantra. El ritual concluyó con la ofrenda de un mandala de agradecimiento.
Su Santidad reanudó la lectura del Comentario a la mente de la iluminación de Nagaryuna a partir de la estrofa 67 comentando que necesitamos eliminar la noción de existencia verdadera. Añadió que a menos que podamos derrotar las obstrucciones cognitivas, seremos incapaces de alcanzar la iluminación completa.
Cuando los practicantes que han compredido la vacuidad ven a seres sensibles abrumados por el karma y las emociones nocivas, sabiendo que estas obstrucciones pueden eliminarse de la mente, engendran el deseo de ayudar a los seres sensibles a hacerlo y resuelven hacerlo para devolver la bondad que han recibido. Como aclara la estrofa 105:
«Esta bodichita, se ha enunciado,
es el gran vehículo supremo.
Debemos, pues, mediante el esfuerzo
de la absorción, generar bodichita».
Su Santidad leyó hasta el final del texto, incluido el colofón.
«Nos hemos reunido aquí, en este lugar sagrado donde Buda se iluminó y que posteriormente fue bendecido por la presencia de Nagaryuna y otros —observó—. Estamos haciendo todo lo posible para acercarnos a todos ellos cumpliendo sus instrucciones. Ahora, por favor, dediquen cualquier mérito que se haya creado en beneficio de todos los seres».
El discurso finalizó con la recitación de la oración con la que concluye el Gran tratado sobre las etapas del camino de Tsongkhapa, que incluye la estrofa siguiente:
Dondequiera que la enseñanza de Buda no se haya difundido
y dondequiera que se haya difundido pero haya declinado
que yo, movido por una gran compasión, dilucide claramente
este tesoro de excelente beneficio y felicidad para todos.
Antes de que Su Santidad abandonara el escenario y la congregación se dispersara, Jamphel Lhundrup, Secretario de la Fundación del Dalái Lama que organizó estas enseñanzas dio cuenta en tibetano de los ingresos y gastos que supuso el evento. Dio las gracias a Su Santidad por sus enseñanzas y expresó su agradecimiento a los funcionarios locales por todo su apoyo. A continuación, Zumchung Tashi repitió el resumen en inglés.
Como viene siendo habitual, Su Santidad se acercó a la parte delantera del escenario para saludar a la multitud y luego presentó sus respetos a los lamas más antiguos antes de subir al carro de golf para regresar al monasterio de Gaden Phelgyeling, sonriendo y saludando a unos simpatizantes por el camino.