Nueva Delhi, India - Cuando Su Santidad el Dalái Lama llegó esta mañana al Hotel Ashok, sede de la Cumbre Mundial Budista 2023, fue recibido por el Dr. Abhijit Halder, Director General de la Confederación Budista Internacional (CIB) y el Ven. Dr. Dhammapiya, Secretario General de la CIB. Los organizadores de la Cumbre habían proporcionado un carrito de golf para transportar a Su Santidad hasta el auditorio. La congregación se puso en pie cuando entró en la sala.
Su Santidad se dirigió al daïs y se inclinó ante una estatua de Buda allí colocada. A continuación, saludó a los diversos dignatarios budistas a los que se iba a sumar en el escenario mientras se dirigía a su asiento, pero antes de sentarse, saludó a los miembros de la congregación reunidos en la sala.
A la izquierda de Su Santidad, en el estrado, se sentaron Su Eminencia Rev Khamba Lama Gabju Choijamts Demberel (Mongolia), Chamgon Kenting Tai Situpa (Tíbet), Ven Bhikshu Dhamma Shobhan Mahathero (Nepal) y Most Ven Thich Thien Tan (Vietnam). A su derecha se sentaron Most Ven Waskaduwe Mahindawansa Mahanayake Thero (Sri Lanka), Most Venerable Abhidhajamaharahthaaguru Sayadaw Dr Ashin Nyanissara (Birmania), Su Santidad 43 Sakya Trizin, Khöndung Gyana Vajra Rinpoché (Tíbet), Su Eminencia Padma Acharya Karma Rangdol (Bután), Su Eminencia Kyabjé Yongzin Ling Rinpoché Tenzin Lungtok Thinley Chöphak (Tíbet) y Ven. Dr. Dhammapiya (India).
El Ven. Dr. Dhammapiya inauguró las actividades de la mañana dando la bienvenida a Su Santidad, a los venerables invitados y a los miembros del público. Señaló que ayer se había hablado en la cumbre de las diferentes tradiciones budistas que han evolucionado en distintas partes del mundo. Cada una de ellas es como una flor de distinto color que crece del mismo tallo, que es la enseñanza de Buda Shakyamuni. El Buda dio enseñanzas diferentes a personas de distinta capacidad en lugares diferentes por lo que, dijo, es bueno recordar lo que se dice en la estrofa 194 del Dhammapada:
Feliz es el surgimiento de un Buda; feliz es la exposición del Ariya Dhamma; feliz es la armonía entre la Sangha; feliz es la práctica de quienes están en armonía.
Sugirió que todas las comunidades de la Sangha budista deben dar un paso adelante para afrontar los retos que se nos presentan en el mundo actual. Todos somos seres humanos, observó. No somos tan diferentes unos de otros. Compartimos el mismo aire y la misma agua, por lo que tenemos que adoptar un punto de vista global para promover la paz mundial, proteger a la Madre Tierra y practicar la compasión. Tenemos que poner en práctica los valores universales implícitos en todas las tradiciones religiosas para que nos ayuden a todos.
«Unámonos —dijo—, para trabajar en armoniosa unidad con el fin de promover las enseñanzas de Buda para el bienestar y la felicidad de todos los seres sensibles».
El coronel Rajesh Jindal, moderador, presentó a un grupo de monjes theravadin que recitaron auspiciosos versos en pali. Les siguieron monjes de la tradición sánscrita que recitaron en tibetano.
Jindal explicó que el Muy Venerable Abhidhajamaharahthaaguru Sayadaw Dr. Ashin Nyanissara (Birmania) había sido invitado a hablar, pero no había podido asistir. Su mensaje fue leído en su nombre. En él destacó la importancia de cultivar un buen corazón y sus cualidades implícitas de amor, compasión y perdón.
Observó que si no hay paz en el corazón de los individuos, no habrá paz en el mundo. Y la única forma de lograr esa paz es practicar la meditación de la introspección. Dicha meditación puede ayudarnos a conseguir una mente equilibrada; del mismo modo que cultivar la compasión nos permite cambiar una mente negativa por otra positiva. El mensaje del Venerabilísimo concluyó con el deseo de que la paz y la armonía prevalezcan en todo el mundo.
El coronel Jindal presentó al profesor Robert Thurman, antiguo alumno de Su Santidad el Dalái Lama, para que representara el estudio académico del budismo en la cumbre. Thurman comenzó diciendo que se sentía un poco intimidado por hablar delante de Su Santidad, pero lo compensó recitando una oración a Avalokiteshvara. Señaló que Su Santidad también declara que la paz mundial procede de la paz interior y que es necesario educar a la gente en las vías para alcanzar esa tranquilidad.
Thurman recordó que en su discurso de ayer ante la cumbre, el primer ministro Modi anunció que la India se ha dedicado históricamente a la «ahimsa», la no violencia o no hacer daño. Esto es importante cuando se trata de que la gente esté dispuesta a morir antes de quitar la vida a otros. Thurman señaló que el Buda nació en una familia de guerreros, pero abandonó ese tipo de vida para derrotar los oscurecimientos de su mente.
Las grandes universidades indias como Nalanda desarrollaron un enfoque de la educación que permitía a los participantes llegar a comprender la naturaleza de la realidad y, en términos de psicología, los métodos para transformar la mente. El plan de estudios básico de Nalanda se ha conservado en los grandes monasterios de Ganden, Drepung y Sera, actualmente restablecidos en el sur de la India.
Thurman mencionó la importancia de que los budistas conversen con los científicos. Sugirió que una visión científica y materialista común de la vida, según la cual nos convertimos en nada cuando morimos, es un error con implicaciones éticas. Si al morir desaparecemos, es fácil creer que no tendremos que afrontar las consecuencias de nuestros actos. Por el contrario, concluyó, tenemos que encontrar la manera de ocuparnos de todos.
A continuación, el coronel Jindal invitó a Su Santidad a dirigirse a la Cumbre Budista Mundial 2023. Su Santidad habló en tibetano, que fue traducido al inglés por el Dr. Thupten Jinpa, y comenzó recitando una estrofa de salutación a Buda Shakyamuni.
«Algo que define la enseñanza de Buda —declaró Su Santidad—, es su explicación del surgimiento dependiente. Las dos sílabas del término en tibetano son “ten” y “jung”, la primera significa dependiente; y la segunda, surgimiento. Esto nos da una visión de la realidad. Todo es dependiente. Nada es independiente. Las cosas surgen en dependencia de otros factores. Como nada es independiente, todo surge a través de relaciones dependientes.
»¿Por qué es importante la comprensión del surgimiento dependiente? Porque cuando no tenemos esta comprensión, nos aferramos al yo como algo sustancial y real. Esto, a su vez, puede llevarnos a establecer distinciones entre “nosotros” y “ellos” que alimentan el conflicto. Desarrollamos apego hacia los que son como nosotros y aversión hacia los que vemos como diferentes.
»La compasión también está en el corazón de la enseñanza de Buda. Chandrakirti lo indica cuando rinde homenaje a la compasión en la apertura de su Ingreso al camino Medio. Compara la compasión con una semilla, con la humedad que permite que la semilla crezca y con el fruto final.
»El corazón de la enseñanza de Buda es una combinación de compasión y sabiduría y, como budistas, nuestra tarea es cultivar estas dos cualidades.
»Muchos de los problemas a los que nos enfrentamos tienen que ver con nuestra forma de ver la realidad. Tendemos a aceptar que las cosas existen tal y como aparecen. Proyectamos ua idea de realidad sobre lo que aparece ante nosotros. La enseñanza de Buda sobre la vacuidad nos ayuda a ver que lo que percibimos no existe como parece existir. Entonces podemos derrotar nuestros sentimientos de apego y odio. Y cuando lo hacemos, la mente se vuelve pura.
»Como budistas, debemos prestar atención al proceso por el que captamos la realidad de las cosas. Si no se nos presentara ninguna solución, centrarnos únicamente en el sufrimiento sería desmoralizador. Cuando logramos comprender la realidad, también podemos ver que es posible alcanzar la iluminación. Así, como resultado de una reflexión profunda, adquirimos la sensación de libertad.
»A mí también me cuesta, pero siento que estoy progresando. Chandrakirti dice que cuando seamos capaces de obtener una profunda percepción de la realidad, la compasión por los seres que sufren surgirá de forma natural. Afirma que apoyándonos en las dos alas de la sabiduría y la compasión nos elevaremos hasta la otra orilla, la lejana orilla de la liberación. Ahora tengo más de 80 años, pero sigo practicando y aspiro a alcanzar el camino de la preparación».
Su Santidad mencionó que la tradición tibetana también incluye el tantra y la meditación en las deidades, pero considera que lo que realmente tiene un impacto en la mente es el cultivo de la sabiduría, la percepción de la realidad y la compasión por todos los seres. Éstas son las prácticas que más le han permitido transformar su mente.
Reveló que, al tratarse de una reunión de seguidores de Buda, había compartido su propia experiencia para demostrar que si nos tomamos en serio nuestra práctica budista, persiguiendo la indagación profunda de la realidad y alimentando la compasión, al tiempo que refinamos las prácticas del reposo y la meditación analítica, esto marcará una gran diferencia en nuestra vida cotidiana. Aconsejó que todos podemos aspirar a niveles superiores de comprensión. Por ello, instó a sus oyentes a realizar el esfuerzo adecuado.
«Los rituales no son importantes —continuó—. Lo que necesitamos es el cultivo de la meditación reposada y analítica, la comprensión de la realidad y la práctica de la compasión. Éstas son el tipo de enseñanzas que cobran vida en nuestro interior, por lo que merece la pena el esfuerzo.
»También puedo asegurarles que prestar atención al valor de la compasión nos permite transformar la adversidad en oportunidad.
»Nací en el noreste del Tíbet y llegué a Lhasa, donde estudié las obras de maestros budistas que me presentaban formas de desarrollar la sabiduría y la compasión. Sus consejos tuvieron un profundo impacto en mí. Otro factor que distingue al budismo es el amplio repertorio de medios para efectuar la transformación interior. Es muy rico en prácticas de meditación que influyen en nuestra conducta cotidiana. Incorporar el Budadharma a nuestras vidas es una forma de expresar gratitud a nuestros maestros.
Shartse Khensur Jangchub Chöden pronunció un voto de agradecimiento. Dio las gracias a Su Santidad por su elocuente y edificante discurso diciendo: «Usted es una inspiración para muchas personas de este planeta, algo que continuará en las generaciones futuras. Necesitamos su consejo y su guía; por favor, viva mucho tiempo». A continuación, dio las gracias al profesor Robert Thurman y a Sitagu Sayadaw por sus contribuciones. Dio las gracias a los demás invitados en el daïs, así como a los demás participantes en la sala, por su asistencia.
En una reunión con los jefes de las delegaciones budistas internacionales que continuó durante el almuerzo, Su Santidad mencionó el creciente interés por el budismo en todo el mundo. Parte de su atractivo en este momento, dijo, es su uso de la razón.
El Dr. Dhammapiya pidió a Su Santidad que volviera una y otra vez en el futuro en beneficio de los seres sensibles. Su Santidad respondió que esto concuerda con las oraciones que hace todos los días, especialmente con una de las estrofas de El Modo de Vida de los Bodisatvas de Shantideva:
Que, mientras el espacio perdure,
y los seres sensibles permanezcan,
pueda yo también permanecer
para disipar las miserias del mundo. 10/55
Su Santidad hizo hincapié en la importancia del estudio y la investigación. Reveló que el Buda animaba a sus seguidores a no aceptar las enseñanzas del Buda basándose en una fe ciega, sino a examinarlas e investigarlas bien.
Recordó que en el Tíbet del siglo VIII el rey Trisong Detsen convocó un debate entre los meditadores chinos seguidores de Huashang y el maestro indio Kamalashila. Cuando el rey declaró vencedor a Kamalashila y pidió a los monjes chinos que abandonaran el Tíbet, se aseguró de que la tradición india se convirtiera en la principal presentación del budismo en la Tierra de las Nieves. Su Santidad declaró que los budistas tibetanos están agradecidos a Shantarakshita, el gran filósofo y lógico de Nalanda, y a su discípulo Kamalashila por el peso que dieron a la lógica y al debate.
Volviendo una vez más a su propia experiencia, Su Santidad explicó que, cuando estudiaba en el Tíbet, recibió una valiosa ayuda no sólo de sus tutores sino también de un equipo de diligentes ayudantes. Cuando ahora piensa en ello, se siente realmente en deuda con todos ellos.
Antes de que la reunión se dispersara y Su Santidad abandonara la Cumbre, obsequió a cada uno de los jefes de las delegaciones budistas con una estatua de Buda.