Thekchen Chöling, Dharamsala, HP, India - Esta mañana, estudiantes, personal y antiguos alumnos de la Fundación Hogares Tibetanos y de la Escuela Central para Tibetanos (CST) de Mussoorie, así como antiguos alumnos y aprendices de formación profesional de la CST de Panchmari, Madhya Pradesh, ofrecieron una elaborada oración por la larga vida de Su Santidad el Dalái Lama en el Tsuglagkhang, el Templo Tibetano Principal.

El templo, y el camino a través del patio, estaban adornados con flores y, tras varios días de lluvia y frío, el sol brillaba en un cielo azul despejado. Cuando Su Santidad atravesó la verja para salir al patio fue recibido por bailarines ricamente ataviados, personal y alumnos de las escuelas que hacían la ofrenda, que cantaron y bailaron para él. Su Santidad irradiaba alegría mientras saludaba a los simpatizantes en su camino hacia el templo.
Tras tomar asiento en el trono, en señal de auspicio, recitó una estrofa del final del Gran tratado sobre las etapas del camino hacia la iluminación de Tsongkhapa:
«Dondequiera que la enseñanza de Buda no se haya difundido Y dondequiera que se haya difundido pero haya declinado Que yo, movido por una gran compasión, dilucide claramente Este tesoro de excelente beneficio y felicidad para todos».
Frente a Su Santidad y presidiendo la ceremonia se encontraban Tatsak Kundeling Rinpoché, Osel Dorjé Rinpoché, Namgyal Tratsang Löbpön Rinpoché y Gyutö Khensur Lawa Rinpoché.
Al comenzar la ceremonia, la congregación recitó la Oración de siete líneas a Guru Rinpoché, una Oración de invocación a Guru Rinpoché de Su Santidad y Nubes de bendiciones ambrosiales, compuesta por Trulshik Rinpoché, que invoca las vidas anteriores de Su Santidad en la India y el Tíbet.
Mientras se servía té y arroz dulce, Su Santidad se dirigió a la asamblea:

«Hoy, los que estáis aquí reunidos me ofrecéis esta oración de larga vida —observó—, pero los que estamos en el exilio somos pocos. Por otra parte, El pueblo del Tíbet, China y Mongolia también desean que viva mucho tiempo. En los lugares donde la enseñanza se ha extendido pero ha disminuido hay gente que me admira, mientras que en toda la región del Himalaya son muchos los que me muestran respeto.
»Soy alguien que cultiva la bodichita y creo que es eso lo que la gente admira. En China, deduzco que hay incluso miembros del partido que tienen en alta estima lo que yo represento. Mientras tanto, la gente de las tres provincias del Tíbet deposita sus esperanzas en mí. Por lo tanto, si soy capaz de vivir mucho tiempo será de algún beneficio.
»Aquellos de ustedes que se encuentran en el exilio y en el Tíbet, así como las personas preocupadas de otros lugares, les ruego que recen desde lo más profundo de sus corazones para que pueda tener una larga vida. Yo también rezaré. Aparte de los problemas en las rodillas, mi salud es buena. Estoy decidido a vivir más de 100 años para seguir haciendo lo que pueda para ayudar a los seres».
Cinco monjes vestidos como «caminantes celestes« o dakinis se reunieron ante el trono y se realizaron complejas oraciones y ofrendas para disuadirlas de invitar al Maestro a sus respectivas tierras puras. Una a una, cada dakini fue despachada a su respectiva morada.

Se dirigieron oraciones en las que se invocaban los diversos aspectos de Guru Rinpoché, seguidas de una oración por la larga vida de Su Santidad el Dalái Lama, el Vencedor Supremo y Omnisciente, a cargo de Jamyang Khyentsé Chökyi Lodrö.
A continuación, junto con una ofrenda de mandala, Tatsak Rinpoché entonó un agradecimiento por la bondad de Su Santidad junto con una petición para que viva mucho tiempo.
«Usted es el amigo de todos los seres sensibles en los tres reinos de la existencia, el Timonel de la Paz Mundial, el protector y refugio sin igual de los seres del Tíbet, la Tierra de las Montañas de Nieve Fría, y el señor y maestro de la enseñanza completa del Victorioso (Buda Shakyamuni) en esta tierra.
»Nosotros, los antiguos alumnos, los estudiantes actuales y el personal de la Fundación de Hogares Tibetanos (Mussoorie), de la Escuela Central para Tibetanos (CST, Mussoorie) así como los antiguos miembros del CST Panchmahri y del Centro de Formación Profesional, Pachmahri (Madhya Pradesh) presentamos nuestros respetos a Su Santidad.
»Le estamos agradecidos por la luz de bondad y compasión que ha derramado sobre nosotros, Como menciona el Libro de Kadam, apareció en la India en una serie de manifestaciones asombrosas como la del Niño Radiante y condujo a sus discípulos hacia las metas de la felicidad y la iluminación. Para someter a los seres salvajes y difíciles de domesticar del Tíbet, los volvió gradualmente receptivos al sagrado Dharma y apareció entonces como Reyes del Dharma, traductores y maestros eruditos. De este modo, usted introdujo el Dharma en el País de las Nieves. Manifestándose como monjes que observaban sus preceptos, usted preservó y promovió la preciosa enseñanza del Buda, haciendo que las tradiciones de los Diecisiete Eruditos y adeptos de la gloriosa Universidad de Nalanda se difundieran y florecieran ampliamente.
»Nació Taktser y comenzó su educación, que prosiguió mediante una combinación de escucha, reflexión y meditación. Se ordenó usted como novicio y luego como monje plenamente ordenado y, habiendo perfeccionado la disciplina ética, se presentó al examen final de geshe en el Gran Festival de Oración de Lhasa y adquirió renombre por su erudición.

«Para lograr el bienestar del pueblo tibetano, usted trató hábilmente con el gobierno chino e intentó introducir reformas. Sin embargo, cuando nuestro karma colectivo se hizo irreversible y la situación en el Tíbet se volvió crítica, usted pudo escapar a la India. Allí construyó nuestra comunidad en el exilio, estableciendo la Administración Central Tibetana e introduciendo un sistema democrático de gobierno plenamente operativo.
»Usted estableció asentamientos, escuelas, instituciones de investigación y educación para los tibetanos, así como residencias para ancianos, hospitales y clínicas. Al restablecer las instituciones monásticas en el exilio, han florecido el estudio y la práctica de todas las tradiciones religiosas del Tíbet: Sakya, Ñingma, Kagyu, Gelug y Bön. Todos estos éxitos se los debemos a Su Santidad. Usted nos ha hecho disfrutar de una felicidad inmediata y duradera
»Usted ha viajado a muchos países y ha explicado sus cuatro compromisos principales.
Los tibetanos estamos en deuda con usted por su amabilidad, pero seríamos incapaces de devolvérsela aunque hiciéramos ofrendas materiales durante eones y eones. Y sin embargo, hoy aquí, hemos organizado esta oración de larga vida basada en la Bendición de la esencia pura de la vida de Amitayus.










