Bodhgaya, Bihar, India - Esta mañana, Su Santidad el Dalái Lama partió de Gaden Phelgyeling hacia el terreno de enseñanzas de Kalachakra para asistir a una ceremonia de ofrendas y oraciones por su larga vida solicitada en su honor por el Instituto Central de Estudios Tibetanos de Sarnath y sus antiguos alumnos, así como por personas pertenecientes al asentamiento tibetano de Paonta Sahib. Los monjes que llevaban sombreros amarillos con cresta y tocaban los cuernos encabezaban la marcha. Un paraguas dorado ondeaba en lo alto. Su Santidad sonreía y saludaba a unos simpatizantes que se alineaban a lo largo del recorrido.
Desde la plataforma sonrió y saludó de nuevo a la multitud y muchos de ellos le devolvieron el saludo. Saludó a los distinguidos lamas, saludó a la imagen del Buda rodeado por los diecisiete maestros de Nalanda en un gran thangka detrás del trono y tomó asiento.
La ceremonia, dirigida por el maestro de cantos del monasterio de Namgyal y presidida por Ganden Tri Rinpoché, se abrió con una oración de homenaje al Buda. A continuación se recitaron las Nubes de bendiciones ambrosiales, la invocación de Trulshik Rinpoché a la serie de encarnaciones de Avalokiteshvara en el Tíbet. Las oraciones de larga vida se centraron en Tara Blanca.
Durante las últimas estrofas de esta oración, el titular del trono de Ganden, Tri Rinpoché, se adelantó para entregar a Su Santidad la vara de larga vida, que aceptó. Se recitó una oración de las siete ramas y se entregó un gran pastel ritual a Su Santidad, que tomó una porción simbólica. El maestro de canto realizó una ofrenda de mandala completa.
A continuación, Tri Rinpoché ofreció representaciones del cuerpo, la palabra y la mente de los Budas, el jarrón, los símbolos [de los Budas] de las cinco familias nobles, los siete emblemas reales, los ocho símbolos auspiciosos, las ocho sustancias auspiciosas, etc. Mientras esto ocurría, una procesión de personas pertenecientes a las organizaciones patrocinadoras pasó por delante de la plataforma portando una serie de regalos que en su mayoría comprendían volúmenes de escrituras. Algunos de ellos eran libros recién traducidos del pali y el sánscrito al tibetano.
Ganden Tri Rinpoché, Jangtse Chöye Rinpoché y Sakya Gongma Rinpoché, seguidos por representantes de las organizaciones patrocinadoras, se acercaron al trono para presentar sus respetos. Su Santidad entregó a cada uno un pañuelo de seda blanco y una cinta roja de protección.
Tras recitar una oración por la larga vida de Su Santidad por parte de sus dos Tutores y otra por Jamyang Khyentsé Chökyi Lodrö, Su Santidad se dirigió a la congregación.
«Hoy, lo que deseo decir a mis hermanos y hermanas del Dharma, monjes, monjas y laicos, personas interesadas en las enseñanzas de Buda, que se han reunido en este lugar sagrado de Vajra-asana, la sede de la iluminación, y han ofrecido esta ceremonia por mi larga vida, es que cuando miro hacia atrás, me regocijo por lo que he podido hacer en el mundo. Es más, seguiré beneficiando a los seres sensibles hasta que tenga más de 100 años.
»En los últimos tiempos hemos visto estallar conflictos en los alrededores de Rusia y en otras partes del mundo como consecuencia de que los vecinos se consideran unos a otros en términos de “nosotros” y “ellos”. Esto crea división y pasa por alto el hecho de que, como seres humanos, todos pertenecemos a una misma familia. Tengo la esperanza de que si aprendemos a apreciar la unicidad de la humanidad, el hecho de que todos somos iguales en tanto que seres humanos, aprenderemos a vivir en armonía y amistad, y seremos capaces de ayudarnos mutuamente. Considero que es mi responsabilidad llamar la atención de todos sobre esto.
»Cada uno de nosotros, cuando nacimos, nos nutrimos del amor de nuestra madre. Fuimos amamantados por su leche. Cuando crecemos, todos queremos ser felices y no sentir dolor. Debemos recordar lo importantes que han sido el amor y el afecto para cada uno de nosotros y ayudarnos unos a otros siempre que podamos.
»No necesitamos crear divisiones sobre haciendo grupos que llamamos “nosotros” y “ellos”, lo que necesitamos es vivir juntos en paz. Las diferencias en el color de nuestra piel o en la fe que seguimos son de importancia secundaria si las comparamos con el hecho de que somos iguales como seres humanos. Cuando nacemos, no discriminamos a nadie en función de etiquetas nacionales o religiosas.
»Hoy es Año Nuevo y quisiera desearles a todos un feliz año con un: Tashi Deleg. Debemos intentar que este año sea más pacífico, dejando atrás los problemas y conflictos del año pasado. Podemos empezar por desarrollar la conciencia de la unidad de los ocho mil millones de personas que viven hoy en día. Como budistas rezamos por el bienestar de todos los seres sensibles, pero al menos debemos hacer lo que podamos para ayudar a los seres de este mundo. Lo importante es reconocer a nuestros compañeros como seres humanos, entonces podremos crear un mundo más pacífico.
»Cada vez nos enfrentamos a más fenómenos meteorológicos extremos. En algunos lugares ha hecho demasiado calor y en otros se han producido inundaciones, mientras que otros han sido azotados por la sequía. Debemos rezar para que estas catástrofes remitan.
«A menudo señalo lo importante que es tener buen corazón, pero nuestro buen corazón debe estar guiado por la sabiduría y la buena conciencia. Los objetivos a corto plazo pueden no ser suficientes, también debemos juzgar qué será lo mejor a largo plazo. La clave para darle sentido a nuestras vidas es ayudar a los demás tanto como spodamos».
A una última ofrenda de mandala de agradecimiento se añadió una oración al Buda Amitayus.
Se leyó un estado financiero, primero en tibetano y luego en inglés, declarando lo que se había recibido y lo que se había gastado en el transcurso de los tres días de enseñanzas de Su Santidad y de la Ceremonia de Larga Vida de hoy. La familia de Norbu Tsering, la familia de Nyanang Tashi Dhondhup, la familia de Sonam Gyatso y el Lhaden Chotrul Monlam Trust prestaron un importante apoyo a las enseñanzas. El Instituto Central de Altos Estudios Tibetanos y sus antiguos alumnos, el monasterio de Shalu, el asentamiento tibetano de Paonta Sahib, la Universidad Gelugpa y el fideicomiso del Lhaden Chotrul Monlam contribuyeron a la ceremonia de hoy.
Se dieron las gracias a Su Santidad por haber impartido las enseñanzas, así como a la administración local de Bodhgaya, a la policía local por la seguridad, y a los miembros del monasterio de Namgyal por sus contribuciones de gran alcance. También se dieron las gracias a otras personas, demasiadas para nombrarlas, cuya ayuda garantizó que todo transcurriera sin contratiempos.
Los actos concluyeron con la recitación de la Oración de Dedicación del final del Gran tratado sobre las etapas del camino hacia la iluminación, la Oración por el florecimiento de la enseñanza y las Palabras de la verdad, las dos últimas compuestas por Su Santidad, y por último de la Oración de Samantabhadra.
Luego de saludar una vez más a la multitud y de rendir homenaje a la imagen de Buda, Su Santidad se subió al carro de golf que lo llevó de vuelta al monasterio.