Thekchen Chöling, Dharamsala, HP, India - Hoy se ha cumplido una antigua ambición de un grupo de budistas de Sri Lanka encabezados por el Muy Venerable Dr. Waskaduwe Mahindawansa Maha Nayaka Thero, jefe de Amarapura Sambuddha Sasanodaya Maha Nikaya, y coordinados por el Dr. Damenda Porage, Presidente Fundador de la Hermandad Budista Sri Lanka-Tibetana de Sri Lanka. Acompañado por monjes y simpatizantes laicos, el Venerabilísimo acudió a Dharamsala para entregar reliquias de Buda a Su Santidad el Dalái Lama.
Tras el fallecimiento de Buda y la cremación de sus restos mortales, las reliquias que quedaron (fragmentos de huesos y dientes) se repartieron entre ocho reinos y se erigieron estupas sobre ellas en Allakappa, Kapilavastu, Kushinagar, Pava, Rajagriha, Ramagrama, Vaishali y Vethapida. Durante las excavaciones en Piprahwa, que se identifica con Kapilavastu, se descubrieron reliquias de Buda que habían sido consagradas por familiares de Shakyan en Kapilavastu. En 1898, un funcionario británico, William Peppé, regaló estas reliquias al erudito monje esrilanqués Waskaduwe Sri Subhuthi Mahanayake Thera, quien las trajo a Sri Lanka.
El Venerable y su séquito llegaron esta mañana al aeropuerto de Kangra y desde allí se dirigieron a la residencia de Su Santidad. Grupos de tibetanos, muchos de ellos con pañuelos de seda, flores e incienso en las manos, se congregaron junto a la carretera desde la parte baja de la ciudad de Dharamsala hasta Mcleod Ganj para presentar sus respetos. Numerosas personas se congregaron junto a la puerta de Gangchen Kyishong y la Administración Central Tibetana y bajo el Tsuglagkhang, el templo tibetano principal. Ambos lados del camino de entrada a la residencia de Su Santidad estaban decorados con ristras de banderas budistas y tibetanas.
Mientras los artistas del Instituto Tibetano de Artes Escénicas cantaban y bailaban para celebrarlo, Su Santidad se sentó en una silla en el exterior de la puerta de su residencia para saludar a las reliquias, al Venerabilísimo y a su séquito a medida que iban llegando. Los monjes del monasterio de Namgyal escenificaron una bienvenida formal tocando los cuernos, sembrando el camino de pétalos de flores y sosteniendo una sombrilla de seda amarilla sobre el relicario portátil. Su Santidad se puso en pie para dar la bienvenida a sus invitados y presentó sus primeros respetos a las reliquias. A continuación, se dirigió con el Maha Nayaka Thero a su sala de reuniones, donde se sentaron juntos con la delegación.
Los Venerables Samdhong Rinpoché, Ling Rinpoché, Kirti Rinpoché y Sikyong Pemba Tsering se sumaron a la reunión.
«Nosotros, miembros del Mahasangha de Sri Lanka, apreciamos su servicio al mundo —dijo a Su Santidad el Muy Venerable Dr. Waskaduwe Mahindawansa Maha Nayaka Thero—. Enseñar al mundo el amor bondadoso es uno de los logros de Buda. Usted también está haciendo lo que hizo Buda. Tenemos metta para todos. El Dharma consiste en cultivar la bondad. Todos somos seres humanos, por eso amamos a todos los seres humanos.
»Rezamos por su buena salud y larga vida y le ofrecemos estas reliquias».
Su Santidad tocó respetuosamente con la cabeza inclinada el relicario portátil mientras el grupo de Sri Lanka recitaba estrofas auspiciosas.
«Parece que desde la época de Buda el interés por sus enseñanzas ha crecido en todo el mundo —les dijo Su Santidad—. La tradición de Nalanda se basa en el uso la inteligencia humana. He conocido a científicos que se interesan por las enseñanzas del Buda, no por fe, sino centrándose en la razón. También se interesan genuinamente por las enseñanzas de Buda acerca de la psicología humana.
»Hace muchos años, cuando conocí al Presidente Mao Zedong, elogió mi talante científico, pero me advirtió de que, en su opinión, la religión es veneno. Creo que si pudiera ver el interés que los científicos muestran hoy por el budismo, él mismo se plantearía hacerse budista. Esto se debe a que las enseñanzas de Buda tienen un enfoque científico.
»Respeto todas las tradiciones religiosas, pero es el budismo en particular el que emplea la razón. Por eso podemos conversar con científicos. He conocido a científicos que al principio se mostraban escépticos ante la religión en general y que finalmente se hicieron budistas.
»En la práctica, el mundo necesita paz y ése es el núcleo del mensaje de Buda. Sin embargo, estoy dispuesto a no mencionar el budismo como tal, sino a hacer hincapié en la ética secular y los valores universales, entre los que es crucial la compasión. Lo importante es tener un corazón cálido. En consecuencia, me comprometo a animar a la gente a cultivar la bondad amorosa. Lo que quiero transmitir es que estoy plenamente comprometido con la promoción del mensaje de Buda desde un punto de vista laico. ¿Qué le parece?».
«Es una buena forma de enfocar el futuro», respondió Maha Nayaka Thero.
«El mundo necesita paz —continuó Su Santidad—. Nuestra experiencia de la paz comienza cuando nacemos, y nos regodeamos en la bondad y el afecto de nuestra madre. Esta es nuestra introducción a la paz mental. Es esto lo que siembra en nosotros una semilla natural de compasión. Recibimos una clara lección de amor y compasión desde el principio de nuestras vidas. La experiencia del amor y la compasión de nuestra madre tiene una profunda influencia en todos nosotros. Al habernos nutrido de esta manera, es importante mantener vivos estos sentimientos y actuar en consecuencia a lo largo de nuestra vida».
Cuando la reunión llegó a su fin, los visitantes se acercaron uno a uno a Su Santidad para presentarle personalmente sus respetos. En respuesta, Su Santidad ofreció en primer lugar una estatua de Buda y un Dharmachakra al Muy Venerable Dr. Waskaduwe Mahindawansa Maha Nayaka Thero para que los instalara en su monasterio y, a continuación, le entregó otra estatua más pequeña para su uso personal. A continuación, ofreció una estatua de Buda a cada uno de los demás monjes y laicos del grupo. Se tomaron fotografías que dejaron constancia de esta ocasión histórica.
(Aquí puede verse la declaración a los medios de comunicación del Most Ven. Dr. Waskaduwe Mahindawansa Mahanayake Thero).