Leh, Ladakh, India. — Hoy, Su Santidad el Dalái Lama fue invitado a un almuerzo en su honor en Abi-Spang Spituk, organizado por la Asociación Budista de Ladakh (LBA) y la Asociación de Gompas de Ladakh (LGA). A pesar de la persistente e inoportuna lluvia, Su Santidad llegó al recinto, donde fue recibido por el Venerable Dorjay Stanzin, presidente de la LGA. Este rindió homenaje a Su Santidad y le agradeció la bondad mostrada hacia el pueblo de Ladakh a lo largo de los años. Asimismo, dio la bienvenida a Thiksé Rinpoché y a todos los demás invitados.
Mujeres del pueblo de Spituk, vestidas con sus mejores galas, ofrecieron la primera de tres presentaciones culturales, cantando y danzando con gracia y alegría al compás de un acompañamiento musical tradicional. A continuación, un numeroso grupo del asentamiento tibetano de Sonamling interpretó cantos y danzas, cuya exuberancia no se vio mermada por la lluvia. El público, por su parte, disfrutó del espectáculo guareciéndose bajo paraguas.
Su Santidad pronunció las siguientes palabras:
«Monásticos y laicos, ladakhíes y tibetanos, habéis organizado esta celebración de hoy con gran entrega. Nosotros, los tibetanos, hablamos de la existencia de las Tres Provincias, que abarcan desde Dartsedo, en el este, hasta la región occidental de Ngari, limítrofe con Ladakh. Los tibetanos tuvimos la oportunidad de cruzar la frontera y sentimos que éramos muy semejantes al pueblo de Ladakh, con quienes compartimos religión, cultura y lengua.
»Quiero daros las gracias por organizar este encuentro hoy aquí.
»Mencioné las Tres Provincias del Tíbet. En la parte central de la Tierra de las Nieves, el gobierno tibetano solía ocuparse principalmente de esa zona del país. Sin embargo, yo suelo hablar de las Tres Provincias del Tíbet, que son el hogar de seis millones de tibetanos. Todos somos hijos de la Tierra de las Nieves y compartimos la misma religión, cultura y lengua. Yo nací en Dho-me, Amdo, que es una de esas tres provincias.
«Cuando tuve la oportunidad de visitar distintas partes del Tíbet, sentí con gran fuerza que somos un solo pueblo. Nací en las cercanías de Siling, en Amdo. Aunque aquel lugar estaba lejos de la región central, compartíamos un mismo patrimonio religioso y cultural. Cuando hablo de las Tres Provincias del Tíbet, no me mueve tanto la política como el reconocimiento de que nosotros, los habitantes de esas Tres Provincias, somos un mismo pueblo.
»La ocupación del Tíbet por parte del régimen comunista chino responde a una agenda política; sin embargo, todos los tibetanos sentimos que pertenecemos a la Tierra de las Nieves, conformada por las Tres Provincias. Bajo el nombre de Tíbet, la Tierra de las Nieves, tenemos un fuerte sentimiento de identidad tibetana. Quienes procedemos de Dho-tö, Dho-me y U-tsang conformamos los seis millones de tibetanos. Todos nosotros, tanto en la alegría como en la tristeza, compartimos esa misma identidad de ser tibetanos.
»He recorrido muchas regiones del Tíbet y escuchado los distintos dialectos que allí se hablan, pero las gentes de todos esos lugares poseen la misma conciencia de ser tibetanos. En este momento estamos en una tierra fronteriza con el Tíbet y, como tibetanos, tenemos un fuerte sentimiento de unidad. Este espíritu late en nosotros con fuerza y claridad, y me alegra profundamente constatarlo.
»Contamos con monasterios y conventos donde hemos preservado nuestra tradición espiritual. En el Tíbet central se hallan los tres grandes asientos monásticos de estudio, y también en Kham y en Amdo existen importantes instituciones monásticas. Ellas preservan la esencia de nuestra tradición cultural.
»Todos los habitantes de las Tres Provincias comparten un profundo sentimiento de pertenencia a un mismo pueblo, un pueblo con una sola religión, una misma cultura y una lengua común. Reconocer esto es de suma importancia.
»Aquí me encuentro en Ladakh, que limita con el Tíbet. Como he dicho, los tibetanos tenemos una fuerte conciencia de ser un solo pueblo. Y no se trata de una afirmación política. Desde la época de Songtsen Gampo hubo grandes traductores tibetanos que vertieron al tibetano la religión y la cultura de la India. Ellos nos legaron las traducciones de las Palabras del Buda, el Kangyur, y las traducciones de los comentarios, el Tengyur. En ellos se hallan las enseñanzas del Buda.
»Desde la parte oriental del Tíbet, en la frontera con China, hasta Ladakh, compartimos la misma lengua, cultura y religión. No es que estemos apegados a estos aspectos de nuestra tradición, pero la cultura que mantenemos proviene de las enseñanzas contenidas en el Kangyur y el Tengyur. Eso es lo que hemos preservado y lo que seguimos estudiando y practicando.
»Nuestras grandes instituciones monásticas son centros de estudio fundamentales para la preservación de las enseñanzas del Buda. Países vecinos también se han esforzado en conservar las tradiciones del Buda, pero nosotros hemos adoptado un enfoque diferente: nos hemos entregado a un riguroso estudio basado en la lógica y la razón.
»Aunque China sea hoy el poderoso país que gobierna el Tíbet, las tradiciones culturales tibetanas incluso se han difundido allí. El pueblo chino muestra un gran interés y admiración por la tradición budista tibetana, la cual les resulta de gran beneficio. Nuestra religión y cultura tibetanas son preciosas. Esta tradición también se ha preservado en las regiones fronterizas del Tíbet durante mil años.
»Aunque nací en Dho-me, me trasladé a Lhasa, sede del trono de los Dalái Lamas. Gracias a la bondad de mis tutores, he estudiado los principales temas del plan de estudios budista, desde la lógica hasta la Perfección de la Sabiduría, la visión del Camino Medio (Madhyamaka), Doctrina superior (Abhidharma) y Disciplina Monástica (Vinaya). Personalmente, no tengo gran interés en la manera en que el Abhidharma describe el universo, pero mis estudios de las demás materias me fueron de enorme ayuda.
»Si poseemos cierta comprensión de la Perfección de la Sabiduría, del Camino Medio, así como de la Lógica y la Epistemología, podemos tener la sensación de haber alcanzado un conocimiento profundo de las enseñanzas del Buda. Si no estamos familiarizados con estas materias, aunque podamos recitar de memoria el Abhidharma, la comprensión no será muy amplia.
»Luego está el Tantra. Nuestra tradición incluye las cuatro clases de Tantra, lo que significa que hemos recibido la transmisión de las enseñanzas completas del Buda. La esencia de todas estas enseñanzas consiste en conocer el funcionamiento de nuestra mente y de nuestras emociones, en aprender a afrontar las emociones nocivas para disciplinar nuestras mentes indóciles. A través de este tipo de estudio y práctica, lo que hacemos es trabajar para llegar a ser Budas en beneficio de todos.
»Otras tradiciones no incluyen un estudio y una práctica tan amplios. El tipo de conocimiento profundo del budismo que nosotros poseemos no se encuentra en otros lugares. Nos centramos principalmente en el Camino Medio y en la Lógica. Estudiamos las cinco materias canónicas gracias a los eruditos-practicantes del pasado. Esta es una tradición excelente. Yo he estudiado los textos de la literatura clásica budista: eso es lo que constituye nuestra tradición cultural.
»Aquí en Ladakh, que limita con el Tíbet, también sentís un gran entusiasmo por nuestras tradiciones budistas compartidas. Y eso me alegra profundamente. En mis esfuerzos por contribuir a vuestra labor de preservar esta tradición budista, he podido impartir enseñanzas aquí, y me siento muy contento por ello. Gracias».
El presidente de la LBA pronunció unas palabras de agradecimiento. Expresó su gratitud a Su Santidad y a todos los habitantes de Spituk que habían cedido el terreno y colaborado en otros aspectos de la organización del acto. Los aldeanos de Spituk interpretaron la danza Shödöl para dar cierre a las celebraciones. Finalmente, tras compartir el almuerzo, Su Santidad regresó al Shewatsel Phodrang.