Shewatsel, Leh, Ladakh (India). — Bajo un sol abrasador, unas 50.000 personas se congregaron hoy por segundo día consecutivo en el recinto de Kalachakra, adyacente a Shewatsel Phodrang. Su propósito era ofrecer oraciones por la larga vida de Su Santidad el Dalái Lama. Mientras un conjunto tradicional de tamborileros y trompeteros ladakhíes marcaba el ritmo de bienvenida, Su Santidad se trasladó desde su residencia hasta el pabellón de enseñanzas, situado en el extremo opuesto del recinto. La ceremonia fue organizada y ofrecida por la Asociación Budista de Ladakh (LBA) y la Asociación de Monasterios de Ladakh (LGA).
Una vez descendió del coche eléctrico y entró en el pabellón, Su Santidad rindió homenaje en primer lugar a la imagen del Buda situada detrás del trono. Thiksey Rinpoché se adelantó para recibirlo. Antes de tomar asiento, Su Santidad caminó hasta la parte frontal de la plataforma para contemplar a la multitud y saludarla con la mano.
Las oraciones por la larga vida de Su Santidad comenzaron con la Oración de los tres continos. Se sirvieron té y arroz dulce ceremonial. A continuación se invocó a los Budas y bodisatvas y se les ofrecieron abluciones. Se presentó una ofrenda de mandala con un solo verso.
El ritual de súplica por la larga vida de Su Santidad se basó hoy en la Oración a los dieciséis Arhats o Dieciséis Ancianos, los seguidores liberados del Buda que se comprometieron a proteger su enseñanza. El rito prosiguió con la Ofrenda de las siete ramas. Se ofreció tsog y Su Santidad tomó y comió una porción.
Representantes de la LBA y la LGA rindieron homenaje a Su Santidad. Thiksey Rinpoché ofreció un mandala y le presentó representaciones del cuerpo, la palabra y la mente del Buda, vestiduras monásticas, un cuenco de limosnas lleno de fruta y un báculo de monje. Su Santidad elevó cada uno a su frente como señal de respeto. Se ofrecieron bandejas con representaciones de los ocho símbolos auspiciosos, los siete emblemas reales y las ocho sustancias auspiciosas con el deseo de que la vida de Su Santidad se vea prolongada.
Se recitó el Canto de la inmortalidad: La extensa oración por la larga vida de Su Santidad el Dalái Lama, compuesto por sus dos tutores, mientras una nutrida procesión de lugareños portando ofrendas desfilaba frente a la plataforma. La oración incluye el siguiente estribillo:
Ofrecemos oraciones con profunda devoción
para que Tenzin Gyatso, protector de la gran tierra de las nieves,
viva durante cien eones.
Derramad sobre él vuestras bendiciones
para que se cumplan todas sus aspiraciones.
Su Santidad se dirigió a la asamblea:
«Hermanos y hermanas en el dharma, deseo pronunciar unas palabras. Los habitantes de Ladakh y personas llegadas de otros lugares, monásticos y laicos, se han reunido aquí con ferviente devoción para ofrecer estas oraciones por mi larga vida. Los tibetanos y los pueblos de la región del Himalaya que siguen la tradición budista tibetana se han congregado expresamente para elevar estas súplicas a fin de que yo pueda vivir mucho tiempo.
En lo que a mí respecta, nací en Dho-me, Amdo, y más tarde me trasladé al Tíbet Central. Todo el pueblo y las deidades del Tíbet han depositado en mí su confianza con una fe firme. Así, he asumido la responsabilidad de servir tanto al pueblo como a los dioses del Tíbet. He vivido mi vida en medio de circunstancias difíciles y he afrontado numerosos desafíos».
En ese momento, un anciano que cerraba la procesión de ofrendas se acercó para recibir una bendición, y Su Santidad prorrumpió en risa al ver que llevaba dos sombreros, uno sobre otro. Tras él, se presentó un tibetano portando la bandera del Tíbet, que ofreció a Su Santidad.
«Las deidades protectoras del Tíbet, como Nechung Chögyal, el Gran Rey del Dharma, que están ligadas por juramento, han permanecido a mi lado mientras servía a la causa tibetana. Las deidades protectoras del Tíbet han trabajado junto a los seres humanos bajo la guía de Nechung. En el Tíbet residí principalmente en el Palacio de Potala y en Norbulingka, el Palacio de Verano, desde donde serví al pueblo tibetano y a la tradición tibetana. He asumido con sinceridad la responsabilidad del Tíbet y de la religión tibetana. A lo largo de todos estos años he invocado tanto a deidades supramundanas como mundanas para que apoyasen la causa tibetana, y estas deidades han hecho todo lo posible por ayudarnos.
»Por mi parte, he estudiado el budismo con mis tutores desde niño. Comencé con los Temas recopilados, continuando después con Teoría de mentes, la lógica, la Perfección de la sabiduría, la visión del Camino Medio (Madhyamaka) y los Conocimientos superiores (Abhidharma), aunque me muestro escéptico respecto a ciertos aspectos. En cualquier caso, he estudiado la filosofía del Camino Medio, así como la lógica y la epistemología, la naturaleza del conocimiento, que son partes excelentes de nuestra tradición.
»En lo que respecta a la ciencia interior de la mente, la comprensión de su funcionamiento y de las emociones, hoy incluso los científicos modernos muestran interés por aprender de nuestra tradición.
»Viví en el Tíbet durante más de dos décadas y afronté numerosos desafíos. Conocí al presidente Mao Zedong en Pekín, donde entendí que teníamos ideologías y puntos de vista filosóficos diferentes. Debido a la convulsión que se produjo en el Tíbet, tuve que huir de mi patria y desde entonces he vivido cómodamente en el exilio en la India.
»He podido contribuir a la preservación de las enseñanzas del Buda y he tenido la oportunidad de servir a gentes de distintas partes del mundo que se acercan a mí en busca de consejo. He ganado una reputación como maestro espiritual. Sigan o no una religión, muchas personas han valorado lo que he hecho.
»A lo largo de mi vida muchas personas han depositado su confianza en mí, de manera directa o indirecta, y he orado para ser de beneficio para ellas. Por eso quiero saludaros a todos con un Tashi Delek.
»Sea lo que sea que haya podido hacer, ya en el ámbito de las actividades mundanas o en el de las enseñanzas espirituales, vosotros os habéis reunido aquí para ofrecer estas oraciones por mi larga vida. Así como habéis orado para que yo viva mucho tiempo, yo también oraré para que vuestros deseos se cumplan. Quiero daros las gracias por haber realizado estas oraciones y ofrendas, y ruego que vuestras súplicas se vean cumplidas sin dificultad. Gracias, y Tashi Delek.
»Algo digno de mención es el creciente interés por el budismo que hoy existe en la China continental, uno de los países más poblados del mundo. En el pasado solían referirse a mí como reaccionario y otras cosas semejantes, pero yo nunca guardo rencor ni albergo pensamientos malintencionados hacia nadie.
»Históricamente, desde la época de Songtsen Gampo, hemos mantenido estrechos lazos con China. A medida que el pueblo chino siga mostrando interés por el budismo, éste se difundirá de manera natural, y me alegrará contribuir en lo que pueda a ese desarrollo.
»Por supuesto, hago de la bodichita —la mente del despertar— parte de mi práctica cotidiana. Y para fortalecer esta práctica también medito en la vacuidad. A medida que las profundas y vastas enseñanzas del Buda se expandan en el mundo, en particular en China, confío en que ello conduzca a la paz y a la armonía a escala mundial. Espero también que las gentes de la región del Himalaya puedan vivir con tranquilidad y que reine la paz y la calma en la frontera indo-tibetana. Creo que esto puede lograrse.
»Vosotros os habéis reunido aquí con fe y devoción firmes para ofrecer estas oraciones por mi larga vida, y yo también oraré con firme determinación para vivir mucho tiempo».
En ese momento, una oleada de aplausos recorrió la asamblea.
Siguió un interludio musical en el que, primero, un grupo de cantores y músicos ladakhíes y, después, un grupo del Tibetan Children’s Village (TCV o Aldea de la infancia tibetana) local interpretaron canciones en celebración del 90.º cumpleaños de Su Santidad y en súplica por su larga vida. El grupo del TCV inició su actuación con un compromiso de cultivar un corazón cálido como muestra de gratitud hacia Su Santidad.
Al concluir las oraciones, se invocó nuevamente a los Dieciséis Ancianos y a los Reyes de las Cuatro Direcciones, solicitando que el Lama viva mucho tiempo y que las enseñanzas florezcan. El Gaden Tripa, Jetsun Lobsang Dorjé Rinpoché, ofreció un mandala final de agradecimiento a Su Santidad por aceptar la súplica de vivir largo tiempo. Se recitaron varias oraciones auspiciosas, concluyendo con la oración por la larga vida de Su Santidad en un solo verso:
En la Tierra rodeada de montañas nevadas,
usted es la fuente de todo beneficio y felicidad,
poderoso Chenresig Tenzin Gyatso,
permanezca hasta que finalice el samsara.