Thekchen Chöling, Dharamsala, HP, India – Hoy el trono de Su Santidad el Dalái Lama y los pilares del Tsuglagkhang estaban decorados con guirnaldas de caléndulas para celebrar la ceremonia para generar la mente del despertar o Bodichita. Una vez que Su Santidad llegó y tomó asiento, un pequeño grupo de laicos sentados frente a él recitaron el Sutra del Corazón de la Sabiduría, por primera vez en este templo, en indonesio. El Sutra fue recitado de nuevo en un elegante inglés por una monja de Singapur.
Como es su costumbre, Su Santidad recitó en tibetano la Alabanza por la Perfección de la Sabiduría el verso de homenaje del Ornamento para la Realización Clara, y el verso de saludo de la Sabiduría Fundamental de Nagarjuna:
Me postro ante el Buda perfecto, el mejor de los maestros, quien enseñó que aquello que es originado en dependencia no tiene cese ni nacimiento, no es inexistente ni permanente, no viene ni va, no es diferente ni es igual y carece por completo de construcción conceptual.
«Hoy es el último día de estas enseñanzas —comentó Su Santidad— y nos concentraremos principalmente en la ceremonia de la Bodichita.
«El propósito del Dharma —y de toda la enseñanza religiosa— es encontrar la felicidad. La felicidad así como la infelicidad tienen sus raíces en nuestras mentes. Y de la misma manera que necesitamos mantener la higiene física para estar bien, si queremos ser felices, necesitamos comprender el funcionamiento de la mente y mantener la higiene emocional.
«Maitreya dijo que la práctica que cierra los reinos inferiores de la existencia es la Bodichitta. Dañar a otros es la causa del nacimiento en esos reinos y cuando tenemos Bodhichita nos refrenamos. Mientras que los oyentes evitan perturbar las emociones y sus resultados para alcanzar la paz del nirvana, los Bodisatvas aspiran a la iluminación por el bien de todos los seres sensibles. Cultivan la sabiduría que comprende la realidad y la naturaleza de las cosas y asumen la responsabilidad de lograr el bienestar de los demás».
Su Santidad citó un verso de la Guía de la Forma de Vida del Bodisatva de Shantideva:
Si no intercambio mi felicidad
por el sufrimiento de los demás,
no sólo no alcanzaré la budeidad,
tampoco en el samsara tendré felicidad.
«Impulsados por actitudes egoístas extremas, nos persigue la desgracia, incluyendo el nacimiento en los reinos inferiores de la existencia. Por otro lado, cultivar la mente del despertar de la Bodichita produce felicidad temporal y definitiva. La bondad de corazón conlleva beneficios, seamos o no religiosos. En su Canción de la Experiencia Ye Tsongkhapa describió la Bodichita de esta manera:
Generar la mente (de la bodichita) es el eje central del camino del vehículo supremo.
Es la base y el apoyo de todas las acciones expansivas.
En todos los casos de las dos acumulaciones es como un elixir dorado.
Es un tesoro de mérito que contiene una miríada de acumulación de virtudes.
Reconociendo estas verdades, los heroicos bodisatvas
sostienen esta preciosa mente suprema como el corazón de su práctica.
Yo, un yogui, lo he practicado de esta manera;
tú, que aspiras a la liberación, deberías hacer lo mismo.
Su Santidad comentó que mientras que los que explotan, engañan y acosan a los demás están intranquilos, los que tienen buen corazón gozan de buena salud y viven en paz. Señaló que la Bodichita debe ser complementada por la comprensión de la vacuidad y que es importante desarrollarla realmente en nuestro interior.
En su Guirnalda Preciosa, Nagaryuna describe las prácticas que dan lugar a un alto estatus (un buen renacimiento) y a la bondad definitiva (la iluminación). La Budeidad no se alcanza fácilmente en una vida; requiere práctica, paso a paso, durante un largo período de tiempo. Nagaryuna explica lo qué hay que hacer:
No matar, no robar,
renunciar a las parejas de los demás,
abstenerse por completo de la falsedad,
del discurso divisivo, duro y sin sentido.
Abandonar completamente la codicia, la intención dañina
y las visiones de los nihilistas.
Estos son los diez caminos luminosos de la acción;
sus opuestos son oscuros.
No tomar intoxicantes, llevar una buena vida,
no dañar, dar con respeto,
honrar a los honorables, y amar:
en pocas palabras la práctica es esta.
Su Santidad repitió que la manera de hacer que la vida tenga sentido es desarrollar un corazón bondadoso. Observó que cuando un médico recomienda que nos relajemos y tomemos las cosas con calma, no significa sólo que debamos estar físicamente relajados, sino que nuestras mentes también deben estar tranquilas.
«Todas las tradiciones religiosas valoran y elogian la bondad de corazón —comentó Su Santidad—. Incluso los animales responden a las muestras de afecto verdadero. Cualquiera que sea el trabajo que desempeñéis, podéis usarlo para ayudar a otros, y ambos os beneficiaréis. La cuestión es cultivar un buen corazón todos los días».
Su Santidad realizó entonces un rito formal para generar la mente del despertar o Bodichita. Fue interrumpido brevemente cuando un miembro de la audiencia tuvo un ataque epiléptico. Dos médicos lo atendieron y pronto se recuperó completamente.
Cuando la sesión llegó a su fin, los 1.500 budistas asiáticos tuvieron la oportunidad de tomarse fotografías con Su Santidad, reunidos en grupos pequeños. Su Santidad permaneció sentado en el trono, y ellos se fueron acercando. Comentó que se había preguntado si podría leer el séptimo capítulo del tratado de Buddhapalita, pero que el tiempo se había agotado. «Seguiremos leyéndolo en los próximos años», dijo.