Florencia, Toscana, Italia - La lluvia caía desde un cielo gris cuando Su Santidad el Dalái Lama se dirigía esta mañana al Foro de Mandela para participar en una reunión interreligiosa sobre el tema La Libertad a través de las Reglas. Saludó a los otros participantes e insistió en atravesar todo el escenario para saludar a los más de 5.800 asistentes antes de tomar su asiento.
El director del Instituto Lama Tzong Khapa, Filippo Scianna, dio la bienvenida a Su Santidad y a los demás participantes. Agradeció a Su Santidad en particular su asistencia y le dijo que el Instituto Lama Tzong Khapa estaba a su servicio. Francesca Campana Camparini, la organizadora del evento, presentó a Darío Nardella, el joven alcalde local, quien dio la bienvenida a Su Santidad a Florencia, una ciudad que históricamente ha establecido conexiones entre las personas. Destacó la importancia de conocerse a sí mismo y a los demás, para poder trabajar juntos.
Describiendo Florencia como una ciudad de paz y humanidad, Nardella manifestó que le complacía mucho entregar a Su Santidad, en nombre de todos los florentinos, el Sello de la Paz, la máxima distinción y el más antiguo galardón que concede la ciudad de Florencia, en reconocimiento a su contribución a la paz en el mundo. Su Santidad sostuvo la medalla para que todos pudieran verla.
La moderadora de la reunión, la presidenta de la emisora nacional italiana Rai, Monica Maggioni, invitó a Su Santidad a abrir los debates.
«Buenos días, hermanos y hermanas. Es un gran honor para mí tener esta oportunidad de compartir con ustedes algunas de mis experiencias. Me considero uno más de los 7.000 millones de seres humanos que viven hoy en día, que tienen derecho a vivir una vida feliz. Es en beneficio de la humanidad que hablemos de armonía, paz y unidad.
»Cuando nacemos, somos como esta niña de aquí, no pensamos en 'nosotros' y 'ellos', estamos dispuestos a responder a cualquiera que sonría y muestre afecto, sin importar su nacionalidad, familia o antecedentes sociales. La creación de divisiones provoca un malestar que puede fácilmente desembocar en violencia. Y sin embargo, en el fondo somos uno. Como seres humanos somos iguales, no hay diferencias entre nosotros.
»Ahora mismo somos felices aquí, pero en otros lugares la gente es asesinada y niños inocentes mueren de hambre. Tenemos que buscar la manera de poner fin a estos sufrimientos causados por el hombre. Un comienzo fundamental es reconocer que, a pesar de las diferencias secundarias entre nosotros, en el fondo como seres humanos somos todos iguales.
»Puesto que hoy en día incluso la religión está dando lugar a conflictos, este tipo de reunión interreligiosa adquiere un mayor significado. ¿Pueden los miembros de diferentes tradiciones religiosas vivir juntos? La respuesta es mil veces sí. La India es un ejemplo vivo. Todas las principales religiones del mundo han florecido allí conjuntamente durante siglos.
»Es un error referirse a terroristas musulmanes o terroristas budistas porque una vez que alguien se involucra en actos de terrorismo sus acciones ya no son fieles a su religión. Las enseñanzas islámicas, por ejemplo, dicen que quien derrama sangre ya no es un verdadero musulmán».
Su Santidad añadió que la economía mundial actual hace que todos seamos interdependientes, de la misma manera que el problema del cambio climático es una amenaza que nos afecta a todos. Por lo tanto, dijo, es crucial que los 7.000 millones de seres humanos del planeta trabajen juntos.
Cuando cesaron los aplausos, Maggioni pidió al ex presidente del Instituto Universitario Europeo, Joseph Weiler, que aportara el punto de vista judío. Explicó que el judaísmo es una religión de reglas, algunas de las cuales son bien conocidas. Los judíos no pueden comer cerdo, descansan del trabajo un día a la semana, y se abstienen de tener relaciones sexuales durante 12 días al mes. Observan estas reglas como una forma de mantener su identidad. Weiler comentó que si no te respetas a ti mismo y a tu identidad, no respetarás a los demás.
El padre Enzo Bianchi señaló que afirmar que sólo hay una verdad es una fuente de problemas. Fomenta la intolerancia. Sin embargo, los seres humanos tienen cerebro y poseen la capacidad de razonar, la cual necesitan utilizar. Señaló que lo que Jesús enseñó parece ir a menudo en contra de la norma establecida o del status quo. «Bienaventurados los pobres de espíritu, porque de ellos es el reino de los cielos...
Bienaventurados los mansos, porque ellos heredarán la tierra». Bianchi citó a San Francisco de Asís quien decía que el evangelio no es cuestión de reglas. Terminó alabando el perdón: «Los errores que he cometido son el pasado; hoy puedo empezar de nuevo y llevar una buena vida».
El presidente de la Unión de Comunidades Islámicas Italianas y el Imán de Florencia, Izzedin Elzir, se presentó diciendo que había nacido en Palestina pero que creció en Florencia. Habló de la importancia de la lectura y el estudio. Aclaró que, contrariamente a lo que se rumorea, la palabra «jihad» significa poner en práctica lo que se cree. Su Santidad intervino para decir que sus amigos le habían dicho que la «jihad» trata de nuestra lucha interior para combatir nuestras emociones perturbadoras.
Elzir estuvo de acuerdo en que tenemos que intentar cambiarnos a nosotros mismos y que, como dijo el profesor Weiler, si no nos respetamos a nosotros mismos, ¿cómo podemos respetar a los demás? Citó un verso, que es la base de su fe, que dice: «Dios muestra su amor por toda la humanidad».
En su resumen, Su Santidad dijo:
«Si aceptamos el valor de la religión, debemos ser sinceros al observarla en la práctica. Todas nuestras tradiciones religiosas, a pesar de la gran variedad de puntos de vista filosóficos, los cuales valoro igual que admiro un jardín de flores de diferentes colores, tienen el potencial de crear una persona más compasiva».
Después de una pausa para el almuerzo, Su Santidad se reunió con 150 tibetanos y les habló de sus compromisos para promover la paz y la felicidad entre los seres humanos, así como la armonía entre las religiones. En tercer lugar, como tibetano, nacido y criado en el Tíbet, y alguien en quien la mayoría de los tibetanos han puesto sus esperanzas, se preocupa por mantener viva la religión, la cultura y el idioma tibetanos. Explicó detalladamente cómo el budismo tibetano refleja puramente la tradición india de Nalanda. Su Santidad concluyó:
«Pretendemos una verdadera autonomía para las tres provincias del Tíbet, las regiones descritas como zonas tibetanas en la constitución china. Pero también reivindicamos el derecho a preservar nuestra propia religión, cultura y forma de vida, incluyendo el derecho a proteger el frágil medio ambiente del Tíbet. Cuando comprendan esto y reflexionen, muchos chinos apoyarán nuestro Planteamiento del Camino del Medio».
En la presentación del tema de la tarde «Paz a través de la Educación», el gobernador de Toscana, Enrico Rossi, mencionó que, según el artículo 8 de la Constitución Italiana, todas las religiones son libres ante la ley y, según el artículo 11, Italia ha renunciado al uso de la guerra, porque necesitamos la paz. Dijo que está instando a Italia a ratificar un tratado propuesto en la ONU para eliminar las armas nucleares.
«La guerra significa violencia organizada —observó Su Santidad, retomando el tema de la paz—. La guerra sólo existe entre los seres humanos. Otros animales pueden luchar, pero no van a la guerra. No han desarrollado armas de destrucción masiva, éstas sólo se encuentran entre los seres humanos. Una de las razones es que el mal uso de la inteligencia humana hace que la ira humana sea inmensamente destructiva. Por eso está claro que en el mundo no habrá paz mientras no exista paz mental.
»La naturaleza humana es compasiva y, combinada con la bondad, puede garantizar que los individuos, familias, comunidades y naciones vivan en paz».
Su Santidad respondió a preguntas del público sobre la educación, el papel potencial de la meditación analítica y la memorización. Elogió en particular el valor de comparar diferentes puntos de vista a fin de llegar a una conclusión sólida.
Terminó con este consejo:
«En lo que respecta al futuro de la humanidad, tenemos que empezar a trabajar ahora para crear un mundo mejor. Puede que nos lleve entre veinte y treinta años conseguir los cambios que buscamos, pero no podemos retrasarnos, tenemos que empezar de inmediato».
El foro se llenó de cálidos y amistosos aplausos cuando Su Santidad dejó el escenario. Desde Florencia se dirigió a Pisa donde asistirá al «Simposio de la Ciencia de la Mente». Cuando se daba por concluida la jornada, se desató una fuerte tormenta eléctrica.