Thekchen Chöling, Dharamsala, HP, India - Tan pronto como Su Santidad el Dalái Lama se sentó en su asiento esta mañana, miembros del personal de la escuela de TCV en Gopalpur comenzaron una enérgica presentación de debate. Discutieron sobre el refugio y las definiciones de las Tres Joyas. Fueron seguidos por un grupo de estudiantes de la misma escuela que se centraron en la ciencia: específicamente en los organismos vivos.
«El principal erudito de la Tradición Nalanda fue Nagaryuna —fueron las palabras iniciales de Su Santidad— Sus escritos revelan el gran maestro que fue, preciso y profundo. Sus estudiantes, Aryadeva, Bhavaviveka, y finalmente Shantideva profundizaron en lo que escribió. Un verso temprano en su Sabiduría Fundamental del Camino Medio demuestra cómo usó el razonamiento para establecer la enseñanza:
Nada surge de sí ni de otro,
ni de ambos ni sin causa.
Sea cual fuere el objeto,
no se origina en modo alguno.
»Nagarjuna elogió al Buda, no sólo por alcanzar la iluminación, sino también por enseñar la originación dependiente. Como dice el homenaje que encontramos al final de la Sabiduría Fundamental, el Buda enseñó el sagrado Dharma para librarnos de todos los puntos de vista incorrectos.
»Nuestra inteligencia es engañada por puntos de vista desvirtuados, para arrancar estos de raíz, el Buda enseñó primero las Cuatro Nobles Verdades comenzando con la verdad del sufrimiento y la verdad del orígen. Las explicaciones detalladas de las Cuatro Nobles Verdades incluyen la descripción de los Doce Vínculos de Originación Dependiente. Éstos se ilustran a veces como el anillo exterior de la Rueda de la Vida que se puede encontrar a menudo pintada en las galerías de los templos. Se dice que la pintura original fue encargada por un rey indio.
»Todos queremos felicidad, no sufrimiento. Y sin embargo, debido a la ignorancia, estamos acosados por problemas. En las ilustraciones de los Doce Vínculos, el primero, la ignorancia, se representa como una anciana ciega. El segundo, la formación kármica, se muestra como un alfarero que forma un jarrón sobre un torno.
»Nuestra experiencia de dolor y placer se produce como resultado de nuestras acciones positivas y negativas. La pintura incluye un anillo interior que es mitad negro, aludiendo a acciones negativas y mitad blanco lo que representa las acciones positivas. Muchas de nuestras acciones resultan de aflicciones mentales —ignorancia, apego y odio— ilustradas en el centro por un cerdo, un gallo y una serpiente respectivamente.
»La ignorancia se refiere a nuestra concepción errónea de la realidad, que según dice Aryadeva en sus 400 Versos, impregna nuestras emociones perturbadoras.
Así como el sentido táctil abarca todo el cuerpo,
la confusión está presente en todas [las emociones perturbadoras].
Al superar la confusión también
superamos todas las emociones perturbadoras.
»Vencer esta ignorancia requiere hacer un esfuerzo para entender la originación dependiente».
Su Santidad observó que todo parece como si existiera de manera objetiva e independiente. Dijo que cuando mira a la multitud delante de él, ve a los escolares y a los monjes tailandeses, que parecen existir por su propio lado. Así es como se manifiestan, pero el punto de vista budista es que no es así como realmente existen.
Su Santidad recordó haber mencionado ayer que los físicos cuánticos proponen que nada tiene existencia objetiva. Hoy, mencionó a un psiquiatra estadounidense, Aaron Beck, que tiene una larga experiencia de trabajo con personas profundamente preocupadas por la ira. Beck le dijo que había observado que cuando la gente está enojada ve el objeto de su enojo, por lo general otra persona, bajo una luz totalmente negativa, pero el 90% de esta negatividad es sólo una proyección mental. Su Santidad considera que esto es una revelación valiosa.
«Todas las tradiciones religiosas consideran importante la paz mental. Desarrollarla requiere trabajar con nuestro mundo interior. Según algunas tradiciones, esto implica someterse a Dios concebido como un amor infinito, un acercamiento a la paz mental que depende de la fe. Muchas tradiciones indias, sin embargo, emplean técnicas para cultivar una mente calma y una visión superior (shamatha y vipashyana) para lograr la paz mental.
»Los Budas arrancan de raíz la ignorancia y conducen a los seres a la liberación enseñando sobre la realidad. No lavan las malas acciones con agua, ni eliminan el sufrimiento con sus manos. El Buda histórico observó que cada uno de nosotros es su propio maestro, lo que implica que podemos superar el sufrimiento eliminando la ignorancia de nuestras propias mentes. Nadie más puede hacerlo por nosotros.
»El Buda es el maestro del refugio, pero el refugio real es la Joya del Dharma, la verdad del camino y la verdad de la cesación. Aquellos que han generado estas en su mente son la Joya de la Sangha. En última instancia, la intención del Buda es llevar a otros al estado que él mismo alcanzó».
Su Santidad reanudó la lectura del quinto capítulo de la Guía de la forma de vida del Bodhisattva desde donde se detuvo ayer. Mencionó las cualidades de un maestro, citando a Je Tsongkhapa, quien dijo que para que alguien pueda disciplinar a otros tiene que haberse disciplinado primero a sí mismo.
Cuando comenzó a leer el sexto capítulo, el capítulo sobre la paciencia, Su Santidad comentó que para preservar nuestra paz mental necesitamos practicar la paciencia y tener en cuenta las deficiencias de la ira. «Nadie dice: ¡Qué feliz soy hoy —bromeó— porque acabo de tener una buena pelea con alguien».
Durante el intermedio, Su Santidad respondió a las preguntas de los estudiantes, después de lo cual completó la lectura de los capítulos seis, siete y ocho de la «Guía». Al finalizar la sesión, Su Santidad mencionó que pensaba dar una iniciación de permiso de Manjushri Blanco como parte de las enseñanzas de mañana.