Nueva Delhi, India - Durante una reunión privada con personas interesadas en la ética secular antes del compromiso público de la mañana, Su Santidad el Dalái Lama dijo:
«Nuestro objetivo final es descubrir cómo ayudar a los 7.000 millones de personas del planeta a cambiar la forma en que manejan sus emociones para que puedan alcanzar la paz interior. Centrarse sólo en el desarrollo material y acumular armas cada vez más poderosas sólo trae miedo. Las antiguas tradiciones indias para desarrollar una mente calma (shamatha) y una visión superior (vipashyana) incluyen métodos para transformar nuestras emociones, los cuales son relevantes cuando, como lo encontramos hoy en día, el mundo está pasando por una crisis emocional.
»A los niños pequeños no les importan las diferencias de nacionalidad, fe o raza. Mientras sus compañeros sonríen, juegan felices juntos. Parece que es sólo a medida que crecemos, en el curso de la educación, que nos centramos en las diferencias secundarias entre las personas y creamos problemas. Esto no se limita a la gente de una parte del mundo o de la otra, mira el sectarismo que hemos visto entre los budistas tibetanos, que han olvidado no sólo la unidad de los seres humanos, sino también la unidad de los budistas.
Un corto viaje a través de las calles arboladas de Nueva Delhi llevó a Su Santidad al Museo Conmemorativo de Nehru y a la Biblioteca en los terrenos de Teen Murti House, antigua residencia de Jawaharlal Nehru, el primer Primer Ministro de la India independiente. Fue recibido por Shakti Sinha, Director de la Biblioteca, y Virendra Gupta en nombre de Antar Rashtriya Sahayog Parishad (ARSP), el organizador del evento.
En el interior del auditorio, el veterano periodista y fotógrafo Vijay Kranti dio la bienvenida a Su Santidad y lo presentó a una multitud de unos 300 espectadores. En su breve introducción, Shakti Sinha señaló que los tibetanos han mantenido vivas las tradiciones que se originaron en las universidades indias de Taxila, Nalanda, Odantapuri, etc., cuya esencia misma es que la compasión puede desarrollarse en la práctica.
«Hermanos y hermanas, estoy muy contento de tener esta oportunidad de intercambiar puntos de vista con ustedes. Gracias por invitarme». Con estas palabras Su Santidad comenzó su charla sobre el papel de la cultura y la ética en la promoción de la paz y la armonía. «La cultura se desarrolla a partir de la forma de vida de las personas, que a menudo está influida por factores como el clima. Entre las grandes civilizaciones históricas, incluyendo Egipto y China, la India parece haber producido los más creativos pensadores y practicantes espirituales. Soy un estudiante de la Tradición de Nalanda y he notado que maestros como Nagaryuna, Chandrakirti, Buddhapalita y Bhavaviveka eran grandes pensadores y filósofos, así como Dignaga y Dharmakirti eran grandes lógicos.
»En el siglo VIII, el emperador tibetano invitó a Shantarakshita, entonces el principal erudito de Nalanda, al Tíbet. Él y su estudiante principal, Kamalashila, introdujeron el budismo en la Tradición de Nalanda con un énfasis principal en el uso de la razón.
»El físico nuclear indio Racha Ramana me dijo una vez que las ideas detrás de la física cuántica parecen ser nuevas, pero que las conclusiones correspondientes se pueden encontrar en los escritos de Nagaryuna. Debido a su enfoque lógico, considero al Buda no sólo como un maestro espiritual, sino también como un gran pensador, incluso como un científico.
»Además de lo que había observado sobre la realidad, el Buda enfatizó la importancia de la bondad y la compasión, explicando que dicha conciencia puede extenderse a todos los seres sensibles. Lo que él enseñó sigue siendo relevante en el mundo de hoy. Incluso antes de la llegada del Buda, la rica cultura de la India incluía prácticas para desarrollar la calma mental y la visión superior, métodos de meditación que él cultivó durante los seis años que dedicó a la austeridad como un ermitaño».
Su Santidad expresó su admiración por la tradición de armonía religiosa de la India, que ha visto a todas las principales religiones del mundo convivir en sintonía. Elogió además la antigua tradición de la India de llevar a cabo acciones no violentas, ahimsa, sobre la base de una motivación compasiva, karuna. El enfoque secular de la India, que pone de manifiesto el respeto por todas las tradiciones religiosas, e incluso los puntos de vista de los que no tienen fe, se deriva de estos valores fundamentales de ahimsa y karuna.
«En contraste con la no-violencia, la guerra pertenece a un tiempo pasado. En esta era de democracia tenemos que respetar los derechos de todos. El mundo pertenece a sus 7.000 millones de habitantes. En el pasado, las comunidades y las naciones podían florecer aisladas, pero ahora dependen unas de otras. Frente a desafíos como el cambio climático, vamos a tener que trabajar juntos. Las cosas están cambiando. Hay menos nieve en las montañas del Tibet. Incluso en Dharamsala, donde solíamos ver mucha nieve, ahora sólo caen unos pocos copos. La consecuencia será una grave escasez de agua.
»Esta escasez también está apareciendo en África, donde ya existe una enorme brecha entre ricos y pobres. Tal disparidad, que vemos incluso en la llamada China socialista, refleja una falta subyacente de preocupación por el bienestar de los demás. Esto sólo se abordará cuando comencemos a reconocer la unidad de la humanidad. Somos animales sociales y cuidar de los demás es la mejor manera de satisfacer nuestros propios intereses. Tal altruismo trae más amigos y proporciona una mejor salud. Si también eres honesto y sincero, te ganarás la confianza de los demás y su amistad genuina.
«Nuestro mundo necesita ahimsa, karuna y secularismo, pero no vamos a satisfacer esta necesidad simplemente a través de la oración. Tenemos que actuar. Centrada en objetivos materiales, la educación moderna debe incorporar la no violencia y la compasión, así como una amplia comprensión del funcionamiento de la mente y las emociones. Del mismo modo que hemos aprendido a mantener la higiene física, también necesitamos cultivar una higiene similar de las emociones para asegurar una mente y un cuerpo sanos. Creo que sólo la India puede combinar el conocimiento de la mente y las emociones de la antigua India con la educación materialista moderna».
En sus respuestas a las preguntas del público, Su Santidad señaló que la carga de un enfoque materialista de la vida se centra en el placer sensorial, que es de corta duración, más que en la paz mental.
Reiteró su solidaridad con la difícil situación de los musulmanes rohingya en Birmania y su consejo a los budistas birmanos de que recuerden el rostro de Buda cuando se sientan antagónicos a ellos.
Desafiado a dar respuesta a la desigualdad de género, Su Santidad declaró que en un momento en el que es tan urgente fomentar el amor y la compasión, sin duda más mujeres deberían asumir funciones de liderazgo. Recordó que su primera maestra de bondad y compasión fue su propia madre y señaló que para casi todos nosotros, la primera persona que nos muestra afecto es nuestra madre. Señaló que en nuestro mundo interdependiente, el uso de la fuerza es ineficaz y anticuado, por lo que debemos hacer del siglo XXI una era de diálogo.
Mencionó la conmoción con la que otros Premios Nobel de la Paz reunidos en Roma habían escuchado una descripción de lo que sucedería si se utilizaran realmente las armas nucleares. Los resultados previstos eran tan horribles que sugirió que se fijara un calendario para librar al mundo de estos terribles armamentos y obligar a los países afectados a cumplirlos. Hubo acuerdo, pero al final no pasó nada. Su Santidad repitió que cuando nuestra meta es la creación de un mundo más pacífico, la guerra es irrealista - sólo la no-violencia servirá.
El Secretario General de ARSP, Shyam Pasande, pronunció unas palabras de agradecimiento y Su Santidad abandonó el escenario, saludando a las oleadas de simpatizantes que intentaban ponerse en contacto con él a medida que avanzaba. Un grupo de tibetanos se había reunido para despedirlo mientras salía hacia el brillante sol del mediodía y, después de unas pocas palabras con ellos, regresó a su hotel.
