Mientras los participantes en la primera Conversación de Mente y Vida y una audiencia de cerca de 50 personas esperaban a Su Santidad el Dalái Lama esta mañana, el sonido de su risa lo precedió antes de que entrara en la sala. Les deseó a todos: «Buenos días», estrechó la mano de los participantes y saludó a varios viejos amigos.
«Gracias por organizar esta oportunidad, maravillosa —les dijo una vez que se había sentado—. Los seguidores de la Tradición Budista de Pali aceptan las palabras de Buda tal como son, pero los seguidores de la Tradición Sánscrita preguntan ¿por qué? ¿por qué?, e incluso cuestionan lo que dijo Buda. Estudiosos como Nagaryuna, Budapalita y Chandrakirti examinaron detenidamente las palabras del Buda y clasificaron algunas de sus instrucciones como definitivas, pero otras como susceptibles de interpretación.
»El Buda animó a sus seguidores a ser escépticos: ‘Monjes y eruditos, tal como examináis bien el oro quemándolo, cortándolo y raspándolo, es así como debéis aceptar mi palabra, no por respeto a mí’. Así que nos dio la libertad de investigar. Respeto todas las principales tradiciones religiosas, pero este consejo es exclusivo del budismo. Fomenta el cuestionamiento y el uso pleno de nuestros cerebros humanos.
»También quiero decir cuánto aprecio al Instituto Mind & Life (Mente y Vida) y lo que ha logrado».
La presidenta de Mind & Life, Susan Bauer-Wu, que moderó la reunión de hoy, agradeció a Su Santidad y le dijo lo felices que ella y sus colegas estaban de volver a Dharamsala y de ver a Su Santidad con tan buena salud. Explicó que las conversaciones que iban a tener se centrarían en tres temas: compasión, interconexión y transformación. Presentó a los dos presentadores, David Sloan Wilson y Pumla Gobodo-Madikizela.
«Uno de los propósitos de este tipo de reuniones —respondió Su Santidad—, es ampliar nuestro conocimiento. La ciencia moderna tiene un conocimiento muy detallado del mundo material, pero no tanto de la mente y de nuestro mundo interior. El segundo propósito, en el contexto del conocimiento altamente desarrollado y de las economías complejas, es preguntarse si las personas son felices. Nos enfrentamos a muchos problemas, muchos de ellos de nuestra propia creación. En el mundo actual, el cambio climático es difícil de controlar, existe una brecha cada vez mayor entre ricos y pobres, y se siguen librando guerras en las que se utiliza la ciencia para matar. Hay demasiado énfasis en las diferencias entre `nosotros' y `ellos'.
»Estamos en paz juntos aquí, y sin embargo en otros lugares la gente como nosotros se está matando entre sí. Como seres humanos tenemos la responsabilidad de reducir, si no eliminar, estos problemas. Por eso estamos aquí.
»Necesitamos encontrar maneras de educar a la humanidad sobre la importancia de combinar el potencial de nuestros maravillosos cerebros con la calidez de corazón. Los científicos nos dicen que la ira y el odio constantes son malos para nuestra salud, mientras que si tenemos una mente compasiva, todo aparece bajo una luz positiva. Nosotros, los 7.000 millones de seres humanos, somos iguales. Pertenecemos a una comunidad. Tenemos que vivir codo con codo en este planeta. Por eso tenemos que promover los valores humanos y la ética».
David Sloan Wilson retomó el tema de Su Santidad y expresó su admiración por el amor de Su Santidad por la ciencia, la búsqueda de la verdad y el llamado a la ética para todo un mundo. Admira su valiente administración de la religión y la cultura tibetana y la humildad con la que dice que se ve a sí mismo como un ser humano más.
«Soy un científico que estudia la evolución en términos de variación, selección y replicación. Debido a estas tres oportunidades, los organismos son formados por su entorno. Cuando yo era estudiante, la evolución era sólo una cuestión de evolución genética. Se decía que todo era egoísta y que nada tenía un propósito superior. Estas teorías han dado paso a ideas de compasión, transformación y demás, me enorgullece decir.
»Me gustaría hablarles de algunos experimentos que hemos hecho con gallinas. Lo que queremos es que los pollos pongan más huevos. Elegimos la gallina más productiva para crear las siguientes generaciones. Al mismo tiempo, elegimos la jaula más productiva de pollos y criamos otros partiendo de ellos. Resultó que la gallina más productiva era una matona y que después de cinco generaciones habíamos producido un sociópata. Por otro lado, la jaula o grupo más productivo resultó ser el más pacífico y después de cinco generaciones parecía casi compasivo.
»Descubrimos que la puesta de huevos no es tanto un logro individual como un proceso social. La selección natural se basa en la aptitud relativa. En una escala individual o a pequeña escala, puede ser negativa y destructiva. La selección natural en términos de grupos favorece la cooperación».
En relación con la evolución, Su Santidad señaló que nuestro sol tiene unos 5.000 millones de años, pero la vida parece haber surgido hace 1.000 millones de años con la aparición de microorganismos. Lo que quería saber era qué diferencia a las partículas que crean las condiciones para sostener la conciencia. ¿Qué es lo que da origen a un organismo que es capaz de sostener la conciencia? ¿Simplemente sucede al azar? Wilson respondió que la selección evolutiva no es necesariamente consciente.
«Y cuando hablamos de sentimientos —sugirió Su Santidad—, creo que deberíamos tener en cuenta la antigua psicología india, que ve a la mente como un continuo más que como un monolito. He oído que cada individuo tiene sus propios cromosomas diferentes. ¿Hay una conexión entre los cromosomas y la conciencia?».
En su respuesta, Wilson mencionó que además de los genes tenemos los sistemas de símbolos y la evolución de los sistemas de significado. Estos se relacionan con el comportamiento positivo en los grupos. Su Santidad preguntó cómo se comparan los cerebros de los simios con los de los seres humanos. Wilson le informó que, en comparación con los seres humanos, los simios son mucho menos cooperativos. Que los seres humanos seamos más pacíficos es algo que hemos elegido nosotros mismos.
Susan Bauer-Wu intervino para cerrar la primera parte de la reunión. Reconoció que los seres humanos tienen la capacidad de ser egoístas y egocéntricos. Preguntó cómo se puede combatir esto y cómo se puede lograr que no se abuse de la gente amable.
«En la infancia, nuestras cualidades benévolas naturales son más frecuentes —señaló Su Santidad—. Sin embargo, la educación cambia esto al introducir un sentido de ‘nosotros’ y ‘ellos’. En vez de eso, debemos asegurarnos de que la educación también enfatice la unidad de todos los seres humanos y el hecho de que tenemos que vivir juntos».
Después de una breve pausa para reordenar las sillas a fin de atraer a más gente a la discusión, Richie Davidson dijo que quería volver a la pregunta de Su Santidad sobre los cerebros de los simios y señalar que debemos considerar el tamaño de los cerebros en relación con el tamaño de los cuerpos enteros de los animales. El cerebro de un elefante es más grande que el de un ser humano, pero su cuerpo también es más grande que el de un ser humano. También sugirió que en términos de lo que distingue las condiciones para apoyar la conciencia, la respuesta es la complejidad.
David Sloan Wilson aportó la aclaración de que todas las palabras importantes tienen múltiples significados y que en lugar de hablar de conciencia sería más sencillo referirse a ser `intencional' y `dirigido a una meta'. Davidson respondió que se puede decir que los organismos unicelulares están dirigidos por objetivos, pero la evidencia es que no sienten dolor. También planteó la pregunta: «¿La evolución consciente tiene un efecto en la evolución física?». Wilson introdujo la noción de epigenética, el estudio de los cambios hereditarios que no implican alteraciones en la secuencia del ADN.
«Lo fundamental —declaró Su Santidad—, es que hay un fenómeno que llamamos 'conciencia'. En relación con esto y la continuidad de la conciencia, hay personas que tienen recuerdos claros y detallados de vidas pasadas. La tradición india sugiere que es el yo o "atman" lo que no tiene principio. Los budistas dicen que lo que continúa es la conciencia sutil. Aunque las consciencias sensoriales dependen de la presencia de un objeto y de los órganos de los sentidos, hay un tercer factor: la experiencia de una consciencia inmediatamente anterior».
Su Santidad continuó aludiendo al 'thuk-dam', las circunstancias que siguen a la muerte clínica de un meditador consumado cuando, a pesar del cese de la circulación respiratoria y demás signos de la muerte clínica, el cuerpo permanece fresco. La explicación es que esto se debe a que el difunto está inmerso en la conciencia más sutil que se manifiesta en el momento de la muerte. Richie Davidson está involucrado en un proyecto para examinar tales casos siempre que sea posible para buscar una explicación científica de lo que está sucediendo.
Davidson recordó a la reunión que un miembro de la junta directiva de Mind & Life Europa, Wolf Singer, había comentado: «Si esto es verdad, estamos en grandes problemas», a lo que Su Santidad respondió: «Hay muchas cosas que aún no sabemos».
Volviendo al tema más general, Su Santidad declaró que lo que se necesita es evidencia científica de que cultivar una mente más compasiva es mejor para nuestra salud y para asegurar una comunidad más feliz. Reiteró la necesidad de promover el sentido de que somos iguales en tanto que seres humanos y que cada uno de nosotros forma parte de la comunidad humana.
Se planteó la cuestión de que el interés propio es un rasgo de la evolución individual, mientras que en los grupos o situaciones sociales la generosidad tiene más éxito. Wilson comentó que si eres un dador rodeado de otros dadores, funciona bien. Davidson señaló que Su Santidad ha hablado de la importancia de la motivación.
Su Santidad respondió que los seres humanos consideran el altruismo como algo bueno. Indica respeto por los demás. «Cuidar de la comunidad», añadió, «es cuidar de uno mismo. Ser meramente egoísta es ignorar tu propio beneficio. Y no es realista.
»La calidez de corazón no es ciega cuando se combina con la inteligencia. Vemos el comportamiento como duro o gentil en gran medida sobre una base superficial, pero la verdadera distinción depende de la motivación con la que se acomete».
Cuando se le pidió que reimaginara la educación, Su Santidad respondió: «No hay tradición de entrenar la mente a través de la investigación y el análisis incluidos en la educación moderna. Pero entrenar la mente es importante. Las antiguas prácticas indias de cultivar una mente serena y una visión de la realidad dieron lugar a la conducta de la no-violencia apoyada por una actitud de compasión.
»Por lo tanto, un sistema educativo reimaginado incluiría abordar las emociones y lograr la paz mental en un contexto secular. Implicaría desear el bienestar de la humanidad de una manera objetiva y reflexiva. Así como en el siglo XX Mahatma Gandhi demostró la eficacia de la no-violencia, aquí en el siglo XXI creo que podemos demostrar lo efectivo que puede ser el entrenamiento de la mente y las emociones».
Richard Davidson clausuró la reunión, agradeciendo a Su Santidad por haber cedido su tiempo y haber aceptado reunirse de nuevo pasado mañana.