Thekchen Chöling, Dharamsala, India - Algunos miembros de la Red Internacional de Budistas Comprometidos, dirigida por el activista tailandés Sulak Sivaraksa, se reunieron esta mañana con Su Santidad el Dalái Lama. Entre ellos había 35 de Tailandia, 41 de la India, 37 de Birmania, así como personas de Estados Unidos, Japón, Corea del Sur, Bangladesh, Indonesia, Sri Lanka, Nepal, Taiwán, Hong Kong, Suiza, Hungría y Suecia.
«Como seres humanos, todos queremos vivir una vida feliz —les dijo Su Santidad—, pero con frecuencia nos enfrentamos a problemas de nuestra propia creación. Muchos de estos problemas surgen porque persistimos en ver a los demás en términos de ‘nosotros’ y ‘ellos’. Además de esto, en estos días, también vemos cómo se producen conflictos en nombre de la religión. Hay diferencias entre las distintas tradiciones religiosas e incluso dentro de una sola tradición. Por ejemplo, la tradición Pali incluye 18 escuelas de pensamiento, mientras que dentro de la tradición sánscrita hay cuatro. La diversidad de puntos de vista atrae a personas de diferentes disposiciones, pero lo más importante es recordar que todas las tradiciones religiosas enfatizan la importancia de cultivar la bondad amorosa.
»Como ya saben, el Buda alentó a sus seguidores a cuestionar incluso lo que él les decía. Maestros de Nalanda como Nagaryuna, Chandrakirti y Buddhapalita examinaron sus enseñanzas bajo esta luz, clasificándolas en aquellas que eran definitivas y aquellas que requerían interpretación.
»Nuestra colección de escrituras incluye 108 volúmenes de palabras pronunciadas por el Buda y 225 volúmenes de tratados explicativos de maestros budistas posteriores. Hemos reevaluado el contenido de estos libros en términos de ciencia, filosofía y religión. Creo que este material científico y filosófico puede ser considerado de manera objetiva e intelectual. Por consiguiente, hemos compilado unos libros que tratan de la ciencia y la filosofía —tal y como están registradas en la literatura budista— que han sido publicados en tibetano y están siendo traducidos al inglés, chino, ruso, mongol, etc.».
Su Santidad hizo hincapié en la necesidad de estudiar. Reconoció que la tradición Pali transmite las enseñanzas fundamentales del Buda, en particular la tradición Vinaya. Recordó haber visitado Tailandia hace muchos años y haber quedado profundamente impresionado por el estricto modo de vida de los monjes tailandeses. También informó de una conversación que tuvo en una reunión del Parlamento Mundial de Religiones en Melbourne, Australia, con dos monjes birmanos, que se sorprendieron cuando se refirió al Vinaya como algo que ambos —los tibetanos y los birmanos— tenían en común.
Su Santidad aludió a su compromiso de recordar a la gente la unidad de la humanidad y la importancia de nutrir los valores humanos, y a su fomento de la armonía interreligiosa. Mencionó que, como tibetano, está comprometido a preservar la lengua y la cultura tibetanas y a defender la protección del medio ambiente natural del Tíbet. Finalmente, describió su compromiso de revivir la apreciación del antiguo conocimiento indio sobre el funcionamiento de la mente y las emociones en la India.
Al responder a las preguntas de la audiencia, Su Santidad sugirió que la tendencia de los jóvenes de hoy a deprimirse y desanimarse tiene sus raíces en el sistema educativo actual. La educación moderna, observó, no tiene en cuenta cómo abordar las emociones perturbadoras y cómo fomentar actitudes positivas, y no presta suficiente atención a los métodos para lograr la paz mental. Animó a sus oyentes a pensar en cómo cambiar esto.