Thekchen Chöling, Dharamsala, HP, India - Hoy fue Ganden Ngamchö, el aniversario de la muerte de Ye Tsongkhapa. Cuando Su Santidad el Dalái Lama entró en la habitación de su residencia desde la que habla al mundo a través de Internet, lo acompañó un canto constante de la alabanza Mig-tse-ma a Tsongkhapa que provenía de uno de los monasterios del sur de la India. A continuación, Su Santidad se unió al canto de Canción de las Montañas Nevadas de Oriente, una alabanza a Tsongkhapa compuesta por Gendun Drup, el Primer Dalái Lama.
«Hoy conmemoramos el aniversario de la muerte de Ye Rinpoché —declaró Su Santidad—. Él fue el principal exégeta tibetano de las enseñanzas esenciales de Buda. Su excepcional cualidad era que no sólo fue un erudito, sino que también puso en práctica lo que aprendió. Y todo lo que experimentó como resultado lo compartió con nosotros.
»Entre todos los grandes maestros del Tíbet, Ye Rinpoché fue quien más se centró en los puntos difíciles de la doctrina. Podemos verlo en sus obras, especialmente en las cinco que tratan sobre la vacuidad según el punto de vista de Madhyamaka: la sección de visión superior del Gran tratado sobre las etapas del camino; la sección de visión superior del Tratado mediano sobre las etapas del camino; el Océano de razonamiento —su comentario sobre la Sabiduría fundamental del camino medio de Nagaryuna—, la Clarificación del Pensamiento —su comentario sobre el Ingreso al camino medio de Chandrakirti—, y la Esencia del Buen Discurso.
»En la Esencia del Buen Discurso, Ye Rinpoché destacó tres versos (núms. 34, 35 y 36) del capítulo seis del Ingreso al camino medio que describen las cuatro falacias lógicas que se producirían si los fenómenos tuvieran alguna existencia objetiva en sí mismas, si existieran por sus propias características. Recito estos tres versos todos los días, reflexionando sobre su sentido».
Su Santidad citó un verso de El destino cumplido de Tsongkhapa, que ilustra su actitud hacia el estudio y la práctica:
«Primero, busqué muchos conocimientos extensos, entremedias, todas las escrituras se mostraron como directrices, al final, practiqué todo el día y toda la noche y, siempre, dediqué todo a la difusión de las enseñanzas».
Otro verso de la renombrada oración, Cien Deidades de Tushita lo describe así:
En esta edad degenerada, te esforzaste por un extenso aprendizaje y meditación, Abandonando las ocho preocupaciones mundanas, le diste a esta vida de ocio y oportunidad un significado. Oh Señor Protector, nos regocijamos sinceramente en tus prodigiosas acciones.
«Como sus seguidores —comentó Su Santidad—, así es como nosotros también deberíamos practicar. Estudien los grandes tratados, especialmente los cinco textos sobre Madhyamaka que ya he mencionado, pero recuerden que el propósito es integrar las enseñanzas en nuestro interior.
»Aquí, en el exilio, hemos restablecido los tres grandes monasterios de Drepung, Ganden y Sera, y otros centros de aprendizaje, donde los monjes y monjas estudian las cinco grandes materias. Esto es lo que nos califica como custodios de la Tradición de Nalanda. Sin embargo, no debemos perder de vista la necesidad de integrar lo que hemos aprendido en la práctica».
Nada más abrir el libro de la Alabanza al surgimiento del dependiente, Su Santidad citó un verso de cerca del final que ilustra aún más las admirables cualidades de Tsongkhapa:
«Tras seguir a tal maestro, volverse un renunciante, y estudiar las palabras del Conquistador no demasiado mal, este monje que se esfuerza en las prácticas yóguicas, es así como se inclina ante tan gran rishi».
Mientras leía los versos enérgicamente, mencionó los Doce Vínculos del Surgimiento Dependiente, que muestran no sólo cómo nos involucramos en la existencia cíclica, sino también cómo podemos superar la ignorancia para liberarnos. Señaló que si los fenómenos tuvieran una existencia intrínseca, nada podría cambiar. Señaló que con respecto al surgimiento dependiente, Choné Lama Rinpoché dijo que la dependencia no niega la vacuidad, y que «surgimiento» significa que los fenómenos se ajustan a las convenciones del mundo.
Comentó que no necesitamos relatos históricos de la vida de Nagaryuna para saber cuán grande fue, lo importante es leer sus escritos, y tenemos las obras de Chandrakirti para ayudarnos a entenderlos.
Antes de comenzar una lectura continua del Tratado abreviado sobre las etapas del camino a la iluminación, también llamado Canto de una experiencia espiritual, Su Santidad señaló que este género comenzó con Atisha, que presentó el camino en términos de tres tipos de personas divididas en función de su capacidad. Destacó que el propósito del estudio y la práctica no es sólo superar nuestras obstrucciones aflictivas (las emociones nocivas), sino también las obstrucciones cognitivas. Esa es la forma de practicar el camino completo.
En cuanto a la generación de la mente que aspira al despertar o bodichita, Su Santidad mencionó dos métodos. El de las seis causas y un efecto y el de intercambiarnos con los demás o ponernos en el lugar de los demás. Este último método se enseña explícitamente en la Guía de la forma de vida del bodisatva de Shantideva, pero, según comentó Su Santidad, la popularidad de este texto había disminuido en el Tíbet Central cuando él era joven. Esta es una de las razones por las que se esforzó en recibir una explicación de Khunu Lama Rinpoché.
Al llegar a los últimos versos del texto, Su Santidad señaló que, tal como demuestra el razonamiento de Chandrakirti, no se puede encontrar nada que tenga una existencia objetiva.
El tercer texto que Su Santidad leyó, los Tres Aspectos Principales del Camino, fue compuesto en respuesta a una petición de Tsakho Ngawang Drakpa. Al llegar a los versos que nominalmente tratan sobre la generación de la mente del despertar, mencionó que al aplicarlos a sí mismo encuentra que son un poderoso estímulo para generar la determinación de ser libre o renuncia.
Con respecto al punto de vista correcto, Tsongkhapa es sucinto: Las apariencias refutan el extremo de la existencia, la vacuidad refuta el extremo de la no existencia; cuando comprendemos el surgimiento de la causa y el efecto desde el punto de vista de la vacuidad, ninguno de los dos puntos de vista extremos puede ya cautivarnos.
Después de haber leído tres obras clave de Ye Rinpoché, Su Santidad dirigió una breve ceremonia para generar bodichita. Al final pidió a sus oyentes que se comprometieran a practicar como Ye Rinpoché enseñó y a integrar lo que aprenden en su interior.
De tres tulkus que hicieron preguntas breves que recibieron respuestas breves, Lelung Rimpoché reveló que tiene sueños en los que se le pide que haga oraciones por la larga vida de Su Santidad y que le pida que continúe dando enseñanzas sobre lo profundo y vasto.
«Cuando veo imágenes del Tíbet —respondió Su Santidad—, soy consciente de la devoción del pueblo tibetano, y siento el impulso de vivir mucho tiempo por ellos. El pueblo tibetano ha depositado tal esperanza y confianza en mí que viviré mucho tiempo.
»Cuando llegamos al exilio, no se sabía mucho sobre budismo tibetano. Desde entonces la situación ha cambiado y creo que hemos contribuido a ello.
»Me han dicho que Kathok Getsé, un erudito de la época del Séptimo Dalái Lama predijo que viviría hasta los 113 años. Debido a la devoción de los tibetanos siento que podría vivir hasta los 110 y hago oraciones para que mi vida sea así de larga, y todos ustedes deberían unirse a mí en esas oraciones».
Su Santidad se puso su sombrero de pandita mientras se rezaban las oraciones de dedicación, y con eso la ocasión llegó a su fin.