Khaltse, Ladakh, India - Esta mañana, Su Santidad el Dalái Lama voló de Leh a Khaltse, en el valle del Sham, al oeste de Leh. Aterrizó en el helipuerto cercano al terreno de enseñanzas de Khaltse tras un vuelo de menos de media hora. Fue recibido calurosamente por la comunidad local encabezada por el Consejero Ejecutivo Jefe (CEC) del Consejo de Desarrollo de la Colina Autónoma de Ladakh (LAHDC), Tashi Gyalson, y representantes de diversas organizaciones y comunidades religiosas de la región de Sham.
De camino al terreno de enseñanzas, Su Santidad inauguró los emplazamientos de un proyecto de escuela universitaria y de una nueva residencia (Phodrang) para él y su familia.
El presidente de la administración de Khaltse, Sham, Tsewang Norbu, Jamyang T. Namgyal, diputado y Tashi Gyalson, el CEC de LAHDC pronunciaron discursos para dar la bienvenida a Su Santidad. Tsewang Norbu declaró que la población de la región de Sham se sentía a la vez afortunada y bendecida por poder cumplir su deseo de ofrecer a Su Santidad una bienvenida adecuada y recibir enseñanzas de él.
Miembros adultos de la comunidad local y estudiantes de la región presentaron actuaciones culturales para celebrar la ocasión.
A continuación, se pidió a Su Santidad que se dirigiera a la asamblea, estimada en más de 15.000 personas.
«Hoy —comenzó—, estoy muy contento de encontrarme con la gente de esta región, que me muestra tanto afecto independientemente de que sea religiosa o no.
»He visitado muchos lugares diferentes en todo el mundo y he llegado a la conclusión de que todos somos iguales como seres humanos. Todos apreciamos el amor y el afecto, por lo que es sumamente importante promover y adoptar estas cualidades entre nosotros. Todos nos hemos criado al abrigo del amor y el afecto de nuestra madre desde el momento en que nacimos.
»Es maravilloso que en estos días haya una conciencia creciente de la necesidad de promover estas cualidades del corazón. Aunque se han producido enormes progresos en el desarrollo material, pensar en los demás en términos de “nosotros” y “ellos” ha dado lugar a celos y recelos generalizados. Una forma de contrarrestar estos sentimientos negativos es cultivar la apreciación de la unidad de la humanidad.
»Quisiera reconocer su devoción y su fe firmes en mí y asegurarles que mañana por la mañana ofreceré una iniciación de larga vida relacionada con Tara Blanca.
»El propósito de la práctica religiosa es domar la mente y, eliminando los tres venenos del deseo, los celos y la ignorancia, desarrollar un corazón cálido. Por mi parte, me empeño en cultivar la mente de la bodichita cada mañana al despertarme, lo que me aporta paz mental y buena salud. Rezar y realizar rituales puede ser parte de la práctica religiosa, pero lo más importante es convertirnos en personas pacíficas. Las oraciones que hago para poder beneficiar a los demás contribuyen a que desarrolle mi paz mental. Debemos aprovechar la oportunidad de ser amistosos, no hostiles, con los demás.
»La felicidad no consiste en ser rico o famoso, sino en disfrutar de paz mental. Esto es lo que nos aporta verdadera satisfacción. Por lo tanto, es esencial fundar nuestra vida en la práctica del amor y la compasión. En última instancia, cuando llegue el momento de exhalar nuestro último aliento, estaremos rodeados de familiares y amigos, que responderán con una bondad amorosa similar al amor y el afecto que nuestra madre nos mostró cuando nacimos».
Su Santidad hizo hincapié en que, ya creamos o no en alguna religión, es importante cultivar la calidez de corazón y vivir una vida con sentido. Este es el camino para ser felices y vivir en paz.
