Thekchen Chöling, Dharamsala, HP, India - Hoy, en una sala de audiencias de su oficina, Su Santidad el Dalái Lama se reunió con más de 180 monjes y monjas chinos procedentes de tres monasterios taiwaneses —el monasterio Thubten Chöling, el monasterio Tsokdruk Öser Ling y el monasterio femenino Nanhai—. Cuando Su Santidad tomó asiento, la asamblea monástica recitó en chino una plegaria por su larga vida. A continuación, cinco monjes en representación de todo el grupo le ofrecieron un mandala y las tres representaciones del cuerpo, la palabra y la mente de los seres iluminados. Después, los monjes y monjas chinos recitaron de memoria, en tibetano, el Esencia de la elocuencia (Drang Nges Legshé Nyingpo) de Tsongkhapa.

Su Santidad hizo entonces las siguientes observaciones:
«Entre todas las diversas tradiciones budistas del mundo, quizá no haya nada tan profundo como las enseñanzas que preservamos en el Tíbet. Y entre esas enseñanzas, la Esencia del buen discurso es una de las más excelentes. En cuanto a mí, también memoricé el texto completo, aunque hoy en día a veces olvido alguna parte. En cualquier caso, al escucharos recitarlo de memoria, recordé con claridad su significado, lo cual me produjo una alegría especial. Ha estado muy bien. Os doy las gracias a todos por recitarlo aquí hoy.
»Con el paso del tiempo, las cosas han empeorado mucho dentro del Tíbet. Desde que llegué aquí al exilio, he seguido estudiando los grandes textos tanto como me ha sido posible. Me gustaría dar las gracias a los amigos del dharma que han creado condiciones favorables y han eliminado obstáculos para ello. Como mencioné antes, en el Tíbet mantuvimos viva la colección más pura de enseñanzas budistas que existe en el mundo.

»Hoy día, también en China hay un gran interés por el budismo. Por eso pienso que sería bueno que pudiéramos difundir gradualmente en China continental, en lengua china, las enseñanzas budistas que hemos estudiado en el Tíbet. Nosotros, los tibetanos, hemos probado la deliciosa comida china. Ahora quizá haya llegado el momento de compartir con nuestros amigos las enseñanzas que hemos estudiado durante tantos años, basándonos en la lógica y en amplias explicaciones.
»Están produciéndose muchos cambios en la China continental, y el interés por el budismo está creciendo con fuerza. Me alegra profundamente ver hoy aquí a personas de Taiwán que pueden recitar de memoria la Esencia de la elocuencia. Con el tiempo, sin duda surgirán oportunidades para enseñar y estudiar este excelente texto también en China. Os doy las gracias a todos».

Su Santidad concedió audiencia uno por uno a los 250 devotos de Taiwán —los monjes y monjas que habían recitado de memoria y sus patrocinadores— y a un grupo adicional de mongoles. Mientras despedían a Su Santidad, los monjes y monjas taiwaneses entonaron unxa oración a Arya Tara.










