Declaración de Su Santidad el Dalái Lama al recibir el Premio Templeton
Es un honor para mí haber recibido el Premio Templeton. Cuando oí hablar por primera vez de la decisión de la Fundación Templeton, realmente sentí que era en reconocimiento a mi pequeño servicio a la humanidad, en la promoción de la no violencia, el respeto y la armonía entre las diferentes tradiciones religiosas del mundo, y en el fomento de un mayor entendimiento entre la ciencia moderna y la ciencia budista.
Por un lado, he dedicado totalmente mi vida a lograr un mayor entendimiento entre nuestras diferentes tradiciones religiosas. Por otra parte, en un mundo en el que muchos de los problemas a los que nos enfrentamos son provocados por el hombre, he tratado de alentar la búsqueda de formas y medios para resolver estos diversos problemas estrictamente a través de la no violencia y el diálogo.
El siglo XX fue un período muy importante en la historia de la humanidad, un período en el que se produjeron grandes avances, pero también fue un siglo de gran derramamiento de sangre. Si la violencia del siglo XX se hubiera traducido en un mundo mejor, podría haberse justificado de alguna manera. Pero no fue así. El resultado de tan inmensa violencia fue el sufrimiento. Si hemos aprendido del sentido común y de la experiencia pasada, debemos entender que siempre que nos enfrentemos a problemas tenemos que abordarlos de forma no violenta. Creo que es muy importante que intentemos hacer de este siglo XXI un siglo de diálogo. Además de la no violencia en nuestras relaciones mutuas, también necesitamos emplear un sentido mucho mayor de no violencia en relación con el medio ambiente, porque un medio ambiente natural saludable es esencial para la supervivencia de la vida en nuestro planeta.
Otra área de interés para mí ha sido explorar el intercambio de ideas entre la ciencia y la espiritualidad, particularmente en campos como la neurociencia y la ciencia budista. Durante casi treinta años, he entablado diálogos con científicos, especialistas en muchos ámbitos, en los que he debatido no sólo qué es la realidad, sino también la cuestión aún más importante de cómo puede influir en la ética y los valores humanos.
Agradezco también a la Fundación Templeton que me haya invitado a Londres para recibir el Premio y la oportunidad de encontrarme con muchos viejos amigos en este lugar histórico.
El Dalai Lama
Con fecha: 14 mayo 2012