Me complace saber que la Unión Mundial para la Naturaleza lanzará una campaña mundial sobre el tema de Cuidar la Tierra el 21 de octubre de 1991.
La tierra no es sólo el patrimonio común de toda la humanidad, sino también la fuente última de la vida. Al sobreexplotar sus recursos estamos socavando la base misma de nuestra propia vida. A su alrededor abundan los signos de la destrucción causada por la actividad humana y de la degradación de la naturaleza. Por lo tanto, la protección y conservación de la tierra no es una cuestión de moralidad o ética, sino una cuestión de supervivencia. La forma en que respondamos a este desafío afectará no sólo a esta generación, sino también a muchas generaciones venideras.
En el caso de temas tan globales como la conservación de la Tierra y, de hecho, al abordar todos los problemas, la mente humana es el factor clave. Ya sean problemas de economía, relaciones internacionales, ciencia, tecnología, medicina o ecología, aunque estos temas parecen estar más allá de la capacidad de cualquier persona, donde comienza el problema y donde debe buscarse la respuesta en primer lugar es en el interior. Para cambiar la situación externa primero debemos cambiar dentro de nosotros mismos. Si queremos un jardín hermoso, primero debemos tener un plano en la imaginación, una visión. Entonces esa idea puede ser implementada y el jardín externo puede materializarse. La destrucción de los recursos naturales es el resultado de la ignorancia, la falta de respeto por los seres vivos de la Tierra y la codicia.
En primer lugar, debemos esforzarnos por superar estos estados de ánimo desarrollando una conciencia de la naturaleza interdependiente de todos los fenómenos, una actitud de no querer dañar a otras criaturas vivientes y una comprensión de la necesidad de compasión. Debido a la naturaleza interdependiente de todo, no podemos esperar resolver los multifacéticos problemas que enfrentamos con una actitud unilateral o egocéntrica. La historia nos muestra cuán a menudo en el pasado la gente no ha cooperado. Nuestros fracasos en el pasado son el resultado de la ignorancia sobre nuestra propia naturaleza interdependiente. Lo que necesitamos ahora es un enfoque holístico de los problemas combinado con un auténtico sentido de responsabilidad universal basado en el amor y la compasión.
Ofrezco mis mejores deseos y oraciones por el éxito de este proyecto para crear una mejor conciencia de la necesidad de cuidar más de la Tierra.
Esta declaración, fechada el 20 de septiembre de 1991, marcó el lanzamiento de una campaña sobre el tema de Cuidar la Tierra el 21 de octubre de 1991 por la Unión Mundial para la Naturaleza.